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n°294 octubre 2003
Internacional
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Despreciada la ONU, la guerra se llevó a cabo uni-
lateralmente, al margen de la legalidad interna-
cional. El pasado agosto el Secretario General de
la ONU, Kofi Annan afirmaba: "Hay que tener cui-
dado de no confundir a la ONU con Estados
Unidos". Sin embargo, Naciones Unidas estaba asu-
miendo una creciente ambigüedad, reconocien-
do de manera vergonzante el pseudogobierno títere
instalado por el virrey norteamericano Paul
Brenner y participando de manera solapada en la
ocupación del país, convirtiendo en una falacia
más aquellas declaraciones de Kofi Annan. La reso-
lución 1483 aprobada por el Consejo de Seguridad
el pasado 22 de mayo, además de legitimar la inva-
sión y ocupación de Iraq, había otorgado a los ocu-
pantes todo el control financiero de Iraq, poniendo
punto final al programa "Petróleo por alimentos",
que gestionaba desde 1996 el organismo inter-
nacional. Para el pueblo iraquí esa ambigüedad
se añadía a su participación en los doce años de
bloqueo llevado a cabo por los gobiernos anglo-
norteamericanos y no parece distinguir demasiado
las diferencias entre el papel ocupante de Estados
Unidos y el subsidiario de Naciones Unidas. A nadie
extrañó el atentado contra la sede de la ONU en
Bagdad, llevado a cabo por uno de los grupos de
la resistencia. Conviene recordar la opinión de Nelson
Mandela: "Ahora Bush está socavando a la ONU.
¿Será porque el secretario general de Naciones Unidas
(el ghanés Kofi Annan) es un hombre negro? Nunca
hacían estas cosas cuando los secretarios gene-
rales eran blancos." Lo cierto es que Kofi Annan
ha sido un burócrata dócil colocado por Estados
Unidos a la cabeza de la ONU, después de echar
a otro burócrata menos servicial, Butros Gali. Al
parecer, éste se negó a dar como incidente la matan-
za de más de un centenar de refugiados palesti-
nos en un campamento de Naciones Unidas bien
señalizado, que fue realizada intencionadamen-
te por la aviación israelí en la localidad libanesa
de Caná. Algo similar podría decirse del asesina-
do Vieira, otro burócrata instalado por los nor-
teamericanos en la secretaría de Derechos Humanos
de la ONU, después de forzar la dimisión de su ante-
cesora, la incómoda Mary Robinson, varias veces
enfrentada con la política norteamericana sobre
o más bien contra los derechos humanos.
Las proporciones de la catástrofe política
crecen día a día. Primero en la situación interna
en Estados Unidos, donde crece el malestar ante
la deriva de una guerra y posguerra que no se ajus-
ta al guión programado por Bush y sus secuaces.
Las dificultades crecientes de sus fuerzas de
ocupación, calculadas en unos 148.000 hom-
bres desplegados en Irak ha obligado al envío de
10.000 soldados más a Irak y otros 5000 que podrán
ser enviados a corto plazo. Todo ello está hacien-
do crecer las alarmas en el propio partido repu-
blicano, ya molesto por las peticiones de más dine-
ro. Gran Bretaña ha enviado otros 5000 soldados.
Por tercera vez en cuatro meses se producen
cambios en el mando norteamericano, asu-
miéndolo Condoleeza Rice, en detrimento del
Pentágono.
La petición de envío a Irak de tropas de otros
países está fracasando, tras la negativa de Francia,
Rusia, Alemania, India o Pakistán. El decisión del
gobierno turco de enviar a 10.000 o 20.000 sol-
dados, respaldada por el Parlamento, a cambio de
8500 millones de dólares, no solo choca contra
la opinión de la gran mayoría de la población turca
que ha expresado en las calles su protesta, sino
que ha generado un rechazo generalizado entre
el gobierno títere iraquí, en especial de sus
miembros kurdos y chiíes. En Irak no se ha olvi-
dado que su existencia como país fue producto
de la lucha para expulsar a las tropas turcas en
los años veinte, ni tampoco las repetidas matan-
zas de kurdos turcos refugiados en territorio
iraquí durante los años noventa.
Entre las tropas contratadas a los gobiernos
de Nicaragua, Costa Rica, Salvador y Honduras,
que actúan conjuntamente con los militares
españoles bajo mando polaco, ha existido tam-
bién malestar, ya que ellos, como suele decirse,
llegaron a Irak con lo puesto. Se retrasó la entre-
ga prometida de un vestuario y armamento por
parte de Estados Unidos y están preocupados por
el salario de 400 dólares mensuales ofrecido por
el gobierno norteamericano. El gobierno de José
María Aznar, en cambio, no solo costea los gas-
tos de las tropas españolas desplegadas en Irak,
sino que, haciendo suyo el dicho vulgar: "además
de puta, pago la cama", ha decidido condonar la
deuda de los cuatro países centroamericanos
con España por la ayuda de sus gobiernos a la ocu-
pación militar de Irak.
Resulta notorio ya el quebranto de las pre-
tensiones unilaterales de Washington, tras com-
probar que su indudable capacidad militar en las
sucesivas guerras no ha evitado su fiasco poste-
rior, tanto en Afganistán como en Irak. La soli-
citud de ayuda militar y económica internacional
está chocando con las pretensiones de la
Administración Bush de mantener el control
político, económico y militar sobre Irak. La
moción presentada conjuntamente por Estados
Unidos, Gran Bretaña y España ante el Consejo
de Seguridad ha sido ya rechazada previamente
incluso por el propio Kofi Annan, así como por
Francia, Alemania y Rusia.
Tampoco son optimistas los planes para lograr
dinero internacional en la Conferencia de Donantes
a celebrar en Madrid los días 23 y 24 de octubre.
Según un informe de CSCA, "las instancias iraquíes
creadas por EEUU para legitimar la ocupación
(el Consejo Gubernativo y su nuevo "gobierno")
no tendrán competencia real alguna en la gestión.
El dinero obtenido en la "Conferencia de Donantes"
será gestionado por la administración de ocupa-
ción bajo supervisión del Banco Mundial y el
FMI, todo ello con el criterio de insertar a Iraq y
al conjunto de Oriente Medio en la economía
capitalista mundial. Los ocupantes no están des-
tinando el dinero disponible a mejorar la situación
de la población iraquí. La resolución 1483 del Consejo
de Seguridad aprobada en mayo, además de legi-
timar la ocupación, establecía el denominado
Fondo de Desarrollo de Iraq (FDI), gestionado
por la administración de ocupación y en el que se
han depositado los fondos restantes del ya con-
cluido programa "Petróleo por alimentos" y los habe-
res congelados del Estado iraquí en el extranjero.
Pero en vez de destinar este dinero para paliar las
necesidades básicas de una población cada vez más
empobrecida y exhausta, los fondos del FDI se están
utilizando para cubrir los créditos bancarios otor-
gados a las multinacionales estadounidenses."
Las previsiones no han funcionado. De los 70.000
millones de dólares, rebajados después a 55.000,
que Estados Unidos pensaba obtener de la comu-
nidad internacional, la Unión Europea ha situa-
do su oferta en 200 millones de dólares. Los
grandes países justifican su negativa a aportar fon-
dos en la falta de control de la ONU sobre la
situación de Irak y en el establecimiento de un
gobierno con fechas fijas en aquel país.
La celebración del segundo aniversario del 11S
en Estados Unidos mostró que ha perdido gran parte
de su reclamo patriotero. En esa fecha el presi-
dente Bush no se atrevió a viajar a Nueva York.
Prefirió hablar ante un público compuesto por mili-
tares y policías, para anunciar nuevas medidas repre-
sivas contra la sociedad norteamericana.
No obstante la administración Bush conseguía
que Naciones Unidas diese un ultimátum al
gobierno de Irán para que, al igual que se hizo con
Irak, autorice la inspección sobre la no existen-
cia de armas de destrucción masiva. Como en el
caso de Irak, ese ultimátum y su interpretación
posterior podría abrir la puerta para un nuevo ata-
que unilateral, una nueva guerra, si se hunden
las perspectivas electorales para noviembre de 2004.
La otra posibilidad abierta para otra guerra pre-
ventiva es Siria. El bombardeo israelí sobre una
localidad al norte de Damasco no parece un inci-
dente aislado sino parte de una estrategia con-
certada entre israelíes y norteamericanos. Al
veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad
a condenar la acción terrorista del gobierno de
Sharon se ha añadido la aprobación por el
Congreso norteamericano del Syria Accountability
Act, que determina una serie de medidas repre-
sivas contra el Gobierno de Damasco y vuelve a
situar a es país como posible objetivo bélico. Tal
vez se confirme la opinión y los temores de quie-
nes veían en el insólito nombre dado al plan de
paz palestino-israelí Road Map (Hoja de Ruta) refe-
rencias a un proyecto bélico que va de Bagdad a
Jerusalén pasando por Damasco.
No han tenido éxito los intentos israelíes de
imponer una apenas disimulada "solución final"
en Palestina. Han fracasado los propósitos de gene-
rar un gran progrom, un transfer de la población
palestina hacia los países árabes vecinos, expli-
citada por algunos ministros del gobierno Sharon,
pese a la política de tierra quemada del ejército
israelí, el aumento de colonias judías y la conversión
de Palestina en una serie de pequeños bantustanes,
de guetos, algunos en peores condiciones que el
de Varsovia. Han logrado, en cambio, un éxito
mediático en Occidente al convertir la resisten-
cia patriótica palestina a la ocupación en una mani-
festación del terrorismo islámico y su feroz
represión colonial de los territorios palestinos ocu-
pados, racismo, demoliciones, torturas, bom-
bardeos y matanzas cuantitavimente superiores
en respuestas, medidas securitarias y asesinatos
selectivos. Se han frustrado también los planes
para el estallido de una guerra civil entre los pales-
tinos utilizando al fallido gobierno de Abu Mazen,
respaldado sólo por israelíes y norteamericanos,
para fracturar la resistencia y dividir a la socie-
dad. Una huida hacia delante israelí, ampliando
el escenario bélico, podría coincidir con la bús-
queda norteamericana de una salida a la encerrona
en Irak con una nueva guerra preventiva contra
Siria o Irán.
A las amenazas contra Siria, se añaden las infor-
maciones, hechas públicas por Los Angeles Times,
que Israel modificó los misiles de fabricación
estadounidense que lleva en sus submarinos
para incorporarles cabezas nucleares, con lo que
posee la capacidad de lanzar armas atómicas
desde tierra, aire o mar. Hasta ahora Tel Aviv y
Washington nunca había confirmado ni des-
mentido, aunque era un secreto a voces, que Israel
posee armas atómicas desde 1969. En estos
momentos, los estadounidenses, según el perió-
dico, "revelaban la información para advertir a
los enemigos de Israel en un momento de tensiones
reavivadas en la región y de preocupación por las
presuntas ambiciones nucleares de Teherán".
Tal vez esta vez no sea tan fácil vender de nuevo
la burra belicista. El escándalo y las muchas
voces que denuncian las mentiras de Bush, Tony
Blair y del presidente español José María Aznar
no se han apagado. Recientemente se ha incor-
porado a ellas la del que fue ministro del Medio
Ambiente británico de 1997 hasta el pasado
junio, Michael Meacher, en el periódico británi-
co The Guardian: "Nos consta la existencia de un
proyecto de creación de una pax americana a esca-
la mundial diseñada por Dick Cheney (hoy vice-
presidente), Donald Rumsfeld (secretario de
Defensa), Paul Wolfowitz (el segundo de Rumsfeld),
Jeb Bush (hermano pequeño de George Bush) y
Lewis Libby (jefe del gabinete de Cheney)". El docu-
mento, bajo el título de Rebuilding America's
Defences (Reconstrucción de las defensas de
EEUU), fue escrito en septiembre del año 2000 por
un gabinete de estudios de los neoconservado-
res. El plan demuestra que el gobierno de Bush
se proponía tomar militarmente el control de todo
el Golfo Pérsico con independencia de que Sadam
Husein estuviera en el poder o no. En él se dice
que "si bien el conflicto con Irak, todavía por resol-
ver, proporciona la justificación inmediata, la nece-
sidad de la presencia de unas nutridas fuerzas
militares norteamericanas en el Golfo va más allá
del problema de Sadam Hussein". Para el ex-
ministro Meacher, "la guerra contra el terroris-
mo parece un mito político para hacer tragar el
plan de EEUU para imponer su hegemonía".
En fin, volviendo a Robert Fisk: "todavía hoy
nos siguen endilgando fantasías. Afganistán,
en donde los señores de la guerra secuestran y ase-
sinan a sus enemigos, en donde las mujeres se
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La solicitud de ayuda
militar a países como
India, Pakistán,
Turquía, Bangladesh,
Rusia, Francia o
Alemania, choca con las
pretensiones de la
Administración Bush de
mantener el control
político, económico y
militar sobre Irak
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