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Enrique Leirachá
CNT do Morrazo
E
l intento infame de tratar de rele-
gar al olvido y dar así una visión
sesgada de los hechos que cons-
tituyen lo que se viene en lla-
mar Memoria vino a desembocar
en el miedo todavía palpable en muchos de
los pocos sobrevivientes que aún quedan y
que aceleradamente se van llevando con ellos
la verdadera historia, la historia oral de lo
verdaderamente acontecido en este país bajo
la dictadura fascista, para contento de sus
sucesores.
Recobrar el olvido, un olvido impuesto por
la única visión de los vencedores y su inter-
pretación mentirosa, que nada tiene que ver
con la nuestra, la de los explotados y al fin y
al cabo también vencidos, ni con la de en
algunos de los casos con los llamados "histo-
riadores", que intentan ahora bajo el tirón de
la llamada memoria histórica crecer a su costa,
como crecieron otros a costa de la transición.
Una historia oficial que prefiere ignorar
que la fuerza decisiva en la zona republicana
fue el movimiento anarquista y anarcosindi-
calista, y que no se la cita si no es para demo-
nizarlo. Pero este intento de relegarlo al olvido
también tiene todavía eco en las familias de
los que fueron paseados, vilipendiados, tortu-
rados, asesinados y esclavizados (esclavos del
franquismo) y que nos debe y nos tiene que
hacer más fuertes en la lucha con las institu-
ciones para la conquista de todos los dere-
chos, tanto morales como materiales y de
ayuda, solidaridad y reconocimiento para los
afectados y para nosotros mismos como sin-
dicato, y tratar así entre todos de que no nos
roben una vez mas el derecho a ser herederos
de las ideas y de la concepción de una socie-
dad mas libre y mas igualitaria. Nada que ver
con los principios de los partidos domésticos,
bien se califiquen herederos de Azaña (por
cierto que decía que en aquel frente popular
los republicanos eran pocos y poco influyen-
tes) de Largo Caballero o de Negrín.
La guerra civil española no fue más que
una lucha de clases en la que el verdadero
protagonista fue el movimiento obrero y alre-
dedor de ella se mantuvieron los intelectua-
les (republicanos) junto a los conflictos
político-ideológicos y los menos todavía aire-
ados intereses de la iglesia y su participación
directa en la conspiración al lado de la dere-
cha fascista, ayudando en demasía a la cons-
trucción de un estado genocida sobre una gran
fosa común.
Un pueblo que fue masacrado por un ejér-
cito de mercenarios, italianos, alemanes, por-
tugueses, marroquíes, legionarios, falangistas
y un rey Alfonso XIII que subvencionaba a la
dictadura con 10 millones de dólares desde
su "exilio", como también la subvencionó Juan
March o la General Motors o la Texas Oil Co,
entre otros.
Un pueblo que no cometió otro delito que
tratar de elegir libremente su destino, de ver
más por las necesidades humanas que por los
intereses capitalistas, de ver más por la cul-
tura que por la miseria, de ver más por el lai-
cismo que por la rancia religiosidad.
Una oligarquía minoritaria que no dudo en
asesinar y tratar de callar para siempre a sus
en muchos casos, vecinos (casa por casa) de
la mano de los más ignorantes, impresentables
y escorias humanas que sólo llegaron a asus-
tar, a intimidar y aterrorizar por la despro-
porción de sus instintos irracionales,
torturando, desmembrando y asesinando a los
ciudadanos desarmados y falsamente confia-
dos (pues no había ni sentimiento de culpa-
bilidad, ni tan siquiera miedo de las acciones
legítimas de un pueblo defensor de su legali-
dad y de sus realidades culturales y sociales).
La misma oligarquía para la que todavía
Franco sigue siendo un prohombre y que le
agradece que fuera él quien manchara sus
manos de sangre y no ellos, para así poder
hablar hoy de democracia y lo más sorpren-
dente presumir de tal, véase la subvención
otorgada recientemente por el ministerio de
cultura a la Fundación F. Franco con 4,4 millo-
nes de pesetas para este año y véase de paso
la cita que hace esta fundación en su página
web de un extracto de un texto de Pío Moa,
justificando la legitimidad del alzamiento del
36 y que dice: "Hubo un evidente peligro revo-
lucionario, que utilizaban como palanca de
movilización ante una amenaza fascista ine-
xistente, y a sabiendas de su inexistencia,
pues esa amenaza no tomó cuerpo hasta
fechas inmediatas al alzamiento. Así, el impul-
so hacia el encuentro bélico provino de las
decisiones de los partidos gobernantes y sus
dirigentes. Por eso, el alzamiento fue tan legí-
timo como lo es la legítima defensa, sea ésta
individual o personal, colectiva o social".
Un gran síndrome de estocolmo, pero lo
cierto es que a estas alturas, tanto a los que
no están, a los que sobreviven, o a todas-os
las-os que fueron vejados y humillados duran-
te la dictadura no se les reconoce todavía
como lo que fueron y son: Defensores de la
libertad. Pero tampoco se les ayuda a sus fami-
lias lo mas mínimo para que puedan recupe-
rar a sus seres queridos, ni para que tenga
acceso a documentos, archivos, revisión de
sentencias o reconocimiento moral alguno.
La Memoria es mayor de edad, pero el olvi-
do la traiciona y ante él tenemos que creer
y estar seguros de que nuestra Memoria es el
único instrumento válido para defendernos
de la manipulación y ocultamiento de la
Historia Oficial.
Nosotros desde la CNT del Morrazo venimos
trabajando en lo que llamamos memoria
común, tanto en la devolución de la dignidad
de todas-os aquellas-os que todavía hoy yacen
olvidados a los bordes de los caminos y más
cerca de lo que pensamos, como por la resti-
tución de nuestro Patrimonio Sindical, tanto
en la procura de documentación relativa a este
"episodio" como en la organización de actos
reivindicativos como los realizados en Abril
delante del Edificio de la Alianza Marinera de
CNT de Cangas donde después de colocar en su
fachada las banderas de la CNT de la Alianza
y la de la República y de dar un discurso sobre
la usurpación de nuestro patrimonio con la
participación tanto de vecinos como de repre-
sentantes de la cultura local que con su pre-
sencia arroparon dicho acto, así como la
organización de conferencias, proyecciones y
diversas actividades entre las que destaco la
instalación delante del ayuntamiento -enfren-
te de donde fue la cárcel utilizada en dicho
momento- de un monumento provisional en el
que figuraban los nombres de los 46 vecinos
asesinados durante el levantamiento fascista.
Venimos ahora de celebrar este mes pasa-
do el homenaje a los 11 do Anguieiro. Estos
11 vecinos fueron brutalmente asesinados en
este lugar del mismo ayuntamiento y en cuyo
sitio inauguramos un monolito de piedra para
que sean recordados, a este acto asistieron
mas de 200 vecinos, familiares, organizaciones,
y compañeros del Sindicato. También hicimos
una ofrenda floral en el muelle donde apare-
cieron sus cuerpos, pues después de ensañar-
se con ellos fueron llevados al puerto y una
vez allí metidos en unas jaulas de hierro fue-
ron arrojados al mar, apareciendo días después
en dicho muelle, para después volverlos a hun-
dir hasta que fueron rescatados en algún des-
cuido por los familiares de dichos represaliados.
Para finalizar esta jornada con una confe-
rencia impartida por Eduardo Haro Tecglen a
la que asistieron mas de 400 personas.
Es así que la CNT del Morrazo llevó y lleva
esta iniciativa en la que participan también
otras organizaciones y colectivos desde pri-
mera línea por más que les pese a algunos y
será así por compromiso con todas-os las-os
que dieron su vida por sus ideas, nuestras
ideas y su esfuerzo personal, moral y material
para construir una sociedad libertaria y levan-
tar también sus espacios sindicales y cultura-
les todavía hoy secuestrados por el estado y
en los que en muchos de los casos fueron tor-
turados, asesinados y obligados a borrar de la
pared con sus propias uñas como fue el caso
aquí en el Morrazo en el edificio de Solidaridad
Marinera de CNT, donde en su pared ponía:
"Vale más morir para ser libre que vivir para
ser esclavo" y una vez se apoderaron los falan-
gistas del edificio no pararon hasta dar con el
autor, al que como digo le obligaron a borrar
la frase con sus propias uñas para después ser
torturados, asesinados, y hechos desaparecer,
tratando así de extinguir su memoria, que no
es otra que la nuestra.
Nosotros los anarcosindicalistas escribimos
la historia de este país desde la acción, desde
las barricadas, pero también desde la organi-
zación, la colectivización, la autogestión y la
cultura, suficientes argumentos para rescribir
esta historia.
¡SALUD Y ANARCOSINDICALISMO!
¡VIVA LA CNT!
Enrique Leirachá es vicepresidente de la
Asociación para la Recuperación de la
Memoria Histórica (A.R.M.H.) de Galicia.
http://www.memoriahistorica.org
Confederal
cnt
n°294 octubre 2003
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Sólo aquel que cree que pudo ser diferente o que pudo haber una posibilidad de cambiar las
cosas tiene derecho a la nostalgia del pasado, como impulso para conquistar el futuro, pues ni
ellos fracasaron ni nosotros fuimos derrotados.
¡Reescribir nuestra historia!
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