Tres cumbres aparecen estos días entrecruzadas, si es que no se me escapa alguna otra. Una es la cumbre de Durban, llamada Forro Económico Mundial, que concluyó el día 7 de este mes de junio en Sudáfrica y donde el presidente de Uganda dijo que en 1986 producimos dos millones de sacos de café y ganamos 500 millones de dólares. Ahora producimos cuatro millones de sacos, pero conseguimos solamente 100 millones de dólares. Producimos más y ganamos menos. La mayor parte del dinero fluye para los países que procesan el café, subrayó Museveni ante los aplausos de los presentes.

La otra es la Cumbre Mundial de la Alimentación, del 10 al 13 de este mes de junio, organizada por la FAO en Roma, que analiza las causas del ritmo desacelerado en la implementación de los programas de seguridad alimenticia a nivel de los países en desarrollo con déficit alimentario y otros asuntos. Y la última es la 4a. Sesión del Comité Preparatorio de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sustentable, que se está llevando a efecto en Indonesia, donde se espera concluir la negociación del documento final a ser adoptado por los jefes de Estado y de Gobierno en la Cumbre que será en Johannesburgo, Sudáfrica, del 26 de Agosto al 4 de Septiembre de este año 2002.

De cumbre en cumbre, presidentes, primeros ministros, altos funcionarios, ejecutivos, empresarios, ONGs y otros especímenes similares, vuelan de un lugar a otro y se amontonan como una nube de moscas en la basura. Lo que gastan en avión, hoteles, comida, bebidas, acompañantes, cockteles, automóviles, sauna, manicure, etc., no se lo cuentan a nadie para no desnudar el derroche que los haría aparecer como hipócritas dejando sus discursos como lo que son en la realidad: pura demagogia. Muserevi tiene toda la razón cuando coloca el dedo en la llaga denunciando el intercambio desigual de tendencia creciente, o sea, cada día se ahonda más el abismo entre ricos y pobres, pero lo que no dice es como él mismo y su corte de burócratas profitan de la buena vida mientras su pueblo es mantenido en la más aguda miseria. Ese es el tipo de presidente pobre (entre comillas) que lloran más que María Magdalena para ganar más migajas arrojadas de la mesa de los patrones, léase capital financiero internacional.

Las ONGs llegan a esos encuentros de altura, cumbres, con bombo y platillo, asumiendo una representación que nadie les dió hablando por los pobres y proponiendo programas de humanización del capitalismo, tales como el perdón de la deuda externa o la tasación de la circulación de capitales internacionales, levantando la tesis de que el mundo necesita un nuevo Plan Marshall, volver al Estado de Bienestar, establecer el diálogo de los Forros de Davos y de Poto Alegre, y aplicar un neo-keynesianismo en lo económico, todo ello basadas en su capacidad de influencia y control sobre extensos sectores sociales del Tercer Mundo.

Los oenegeros llegan por miles a estas cumbres, gastan millones de dólares (cada uno representa el gasto mínimo de dos a cuatro mil dólares contando pasajes, alojamiento, comida, materiales impresos, viáticos, etc., así como otros asuntos menores como camisetas, broches, bonés y faltaría sólo el pito y la corneta) que pagan generosamente los capitalistas europeos y norteamericanos, cada día más agradecidos por el estado de inercia y dependencia a que someten a sus subordinados.

Sólo en África hay varios miles de funcionarios de ONGs que están siendo convocados para realizar tareas en función de la Cumbre de Agosto. En estos días en Indonesia participan unos 6 mil delegados, de los cuales unos mil son representantes de ONGs y otros tantos de empresas privadas.

El Forro Económico Mundial que acabó el día 7 en Durban, se reune una vez por año y esta vez tuvo como tema central el nuevo acuerdo para el desarrollo de África NEPAD y los enjambres de onegeros pululaban hasta en la sopa intentando convencer a los representantes de gobiernos y del capital financiero que en ellos se puede confiar ya que no están por la lucha de resistencia sino por los diálogos de humanización.

Estas cumbres no dan en nada. Los que proponen algunos cambios o presentan alguna denuncia, son aplaudidos y nada más. Se habla lo que es políticamente correcto, para no desentonar, pero los acuerdos no llegan a nada ni llevarán a parte alguna.

Por ejemplo, el caso del café de Uganda, cuarto productor del mundo después de Brasil, Colombia y Vietnam, cada vez producen más y cada vez reciben menos. Uganda es el primer productor africano de café y la Nestlé, conglomerado No. 1 en África en productos lácteos, chocolates, café soluble, etc., ha instalado poderosas plantas industriales en Sudáfrica desde donde exporta el café enlatado a diversos países controlando los mercados, y los ugandeses consumen ese café, y no habrá quien pueda arrebatarle el mercado a la Nestlé, de modo que los discursos y proyectos quedan en el papel y se los lleva el viento. Lo mismo podemos decir de muchos otros productos. Mozambique es exportador de camarón, langosta y otros productos marinos, en tanto tiene regiones amenazadas por el hambre.

El día 6 de este mes de junio, la directora del Programa Mundial de Alimentación PMA para África Austral y Oriental de la ONU, Judith Lewis, declaró en Johannesburgo, Sudáfrica, que esta región del continente deberá sufrir a partir de septiembre el peor desastre de los últimos tiempos, estando 13 millones de personas amenazadas por el hambre.

Estados Unidos con el objetivo de asegurar su dominio en la región ha perdonado la deuda externa de varios países robándole así el protagonismo a Attac, Rcade y otros grupos contrarios a la resistencia. La semana pasada le perdonó a Mozambique. Rcade tendrá que hacerse el hara kiri también.

Alemania por su parte no se queda atrás y convidó presidentes y otras autoridades africanas a la gran Noche Africana con más de 500 convidados realizada en Alemania el día 7 de este mes de junio aprovechando el viaje de esos altos funcionarios a Roma para la Cumbre de la FAO del día 10, en tanto los suizos de la Nestlé no pierden el tiempo y el africano Kofi Annan, Secretario General de la ONU, fue nombrado el día 5 de este mes de junio ciudadano de honra de la ciudad de Ginebra.

Dorarle la píldora a los africanos está de moda, ya que en América Latina y Asia las papas están quemando, así que el Reino de Noruega, asiduo miembro del fan club de África, también participa en el baile de máscaras y envió estos días a los Príncipes Herederos del trono, Haakon Magnus y Mette-Marit que el día 7 de este mes de junio confraternizaron con el presidente de Mozambique con la sana intención de reforzar la dependencia energética que ese país ha ido adquiriendo con relación a los noruegos por ejemplo en el estudio de viabilidad de la Represa Hidroeléctrica de Mepanda Uncua cuya construcción será solamente de mil millones de dólares.

También los noruegos son responsables en esa país del proyecto de gaseoducto para el transporte de gas de Pande, el apoyo a prospecciones petrolíferas con modernos equipamientos, electrificación, capacitación institucional, etc., pero el más generoso gesto fue el Centro Nacional de Datos del Ministerio de Recursos Minerales y Energía, con lo que los noruegos adquieren el control total de la minería y energía de ese país africano. Hay que indicar que por casualidad Noruega es uno de los países que más envía dinero a las ONGs instaladas en Mozambique.

Los europeos y los yanquis, en compás de espera de las elecciones en Brasil para reordenar su gentil presencia en América Latina, se encuentran distribuyendo el oro y el moro por los países africanos, especialmente los que hacen frontera con Sudáfrica, a los que USA acaba de donar 38 millones de dólares en alimentos.

Por cada dolar de ayuda se llevan de 5 a 10. Vale la pena humanizar el capitalismo. Que vengan más cumbres, una encima de la otra.