Compañeros,
leo regularmente vuestro periódico recibido por nuestro CRAS, sección
rusa de la AIT. La CNT y sus publicaciones son, a los ojos de
mucha gente, el símbolo y portavoz del anarcosindicalismo internacional.
Y esta es la razón de que los materiales publicados en vuestro periódico
tengan una significación mayor y más amplia que en el ámbito exclusivo
de la CNT. Y, naturalmente, el internacionalismo es la parte
constitutiva de nuestras convicciones anarquistas. Nuestra patria es el
mundo entero, nuestras leyes son la libertad, según se cantaba en una
vieja canción libertaria. Para los internacionalistas, no hay "justos" y
"culpables" en los conflictos nacionalistas. Lenin y todos los demás
estatistas podían distinguir entre el nacionalismo "malo" de una nación
opresiva y el nacionalismo "bueno" y "progresista" de una nación
oprimida. Para nosotros, no hay nacionalistas buenos y progresistas,
todos los nacionalismos son malos, son el peor enemigo de la liberación
integral humana, lo que debe significar que el nacionalismo
sionista-israelí y el nacionalismo árabo-palestino son, ambos,
reaccionarios y bárbaros; ninguno puede tener nuestro apoyo. No podemos
apoyar ni al estado israelí ni al planificado y posible estado
palestino.
Fue, para mí, extraño leer en el
CNT algunas publicaciones a propósito del conflicto del Oriente
Medio, como, por ejemplo, el artículo de "Orwell" en el número 280
("David y Goliath"). Se pueden observar en este artículo matices y tonos
muy dudosos desde el punto de vista internacionalista. El autor, como la
mayor parte del medio "izquierdista" mundial, toma unilateralmente
partido pro-palestino en este conflicto.
Es claro que la política del Estado
israelí es la del apartheid y del terrorismo de Estado. Pero, ¿puede
haber un Estado que haga una política buena? El Estado es el Estado y
basta. Pero la Intifada actual llamada "Al Aqsa" busca un Estado propio
y este Estado no será mejor que los otros Estados. ¿Podemos nosotros
apoyar la "liberación nacional "árabe-palestina" tan estatista como el
sionismo y los demás movimientos nacionalistas?
Es claro que las represiones
estatistas israelitas contra la población civil palestina son terribles
y debemos atacarlas. Sin duda. Pero es también seguro que nosotros, como
internacionalistas, debemos atacar las acciones terroristas masivas de
los nacionalistas palestinos contra la población civil israelí. La vida
humana es la vida humana. Y yo encuentro peligroso e inmoral jugar con
las cifras de muertos: "el terrorismo de marcha" y el colonialismo
americano matan y matarán mucho más que los fundamentalismos islámicos
etc. No hay muertos "buenos" y muertos "malos" o "mejores". Los muertos
son muertos.
"El argumento de que "los atentados
suicidas (de los terroristas palestinos) son buena prueba de la
situación de desesperación e impotencia que se vive en Palestina" es. a
mi parecer, también inmoral. La desesperación no puede servir de
justificación ni de actos antiproletarios y antihumanos de matanza ni de
la política causante de esa desesperación. Nosotros no somos partidarios
de las respuestas fascistizantes y nacionalistas que hace responsables a
poblaciones enteras de la política de "sus" dirigentes.
Es claro que Sharon es un fascista. No
hay duda. Pero los nacionalistas palestinos son igualmente fascistas.
Matan a judíos por ser judíos, incluidos aquellos que están en contra de
la política nacionalista israelita. Matan sin distinción alguna.
Normalmente no matan a soldados, sino a la gente corriente. No es cierto
que Hamas y la "Brigada Al-Aqsa" sean sólo "pequeñas sectas" como
escribe "Orwell". Son organizaciones muy influyentes y a veces
dominantes en las estructuras del poder militar de la sociedad palestina,
y la segunda es simplemente la fuerza de choque del partido de Arafat.
Aterrorizan incluso a sus adversarios en la propia sociedad palestina.
¿Es acaso imaginable lo que harían con los palestinos que quisieran
arriesgarse a organizar una manifestación contra los nacionalismos y la
guerra, semejante, por ejemplo, a la muy moderada manifestación israelí
en abril?
La primera Intifada fue quizá, todavía
en su comienzo, más o menos independiente de los políticos palestinos
nacionalistas. Esta vez la situación es muy diferente. ¿Dónde quedan las
acciones sociales independientes de la población? ¿Dónde están las
huelgas de los trabajadores palestinos?
Estos y sólo éstos son los actos
terroristas que cuentan - de un lado y de otro.
Todavía más. Los nacional-extremistas
de ambos bandos trabajan en una cooperación silenciosa: el Estado
israelí apoyando y casi amparando a Hamas para minar las posiciones de
Arafat. Ayuda a Hamas a tener una influencia casi total en la sociedad
palestina (sobre todo en Gaza y en Ramallah) para proteger y desarrollar
un nuevo viraje en la escalada del nacionalismo y fundamentalismo
militante en ambos campos, para proveerse de nuevos armamentos y...
claro de nuevas ganancias. El propio Arafat era uno de los hombres más
ricos de Palestina.
"Orwell" escribe sobre los 750.000
palestinos expulsados del Estado de Israel. Es verdad y es terrible, sin
duda. Pero ello es también típico de los Estados. Si los Estados árabes
hubieran vencido en 1948, habrían sido 600.000 los judíos expulsados. Y
"los Judíos" no son ni mejores ni peores que "los Árabes". "...Arafat es
un terrorista..., Rabin fue también un terrorista...y... Sharon es un
terrorista" ( Cf. Josep, "Porto Alegre II ¡Qué lástima!" CNT,
abril 2002 nº 278). Las matanzas masivas organizadas de los israelíes
son muy conocidas en los medios de "izquierda".
Pero ¿alguien quiere acordarse, por
ejemplo, de la masacre, después de la Segunda Guerra mundial, de que
fueron víctimas los obreros judíos de la mayor refinería de petróleo en
Palestina, Haifa, organizada por nacionalistas árabes exaltados?
"Orwell" está muy mal informado sobre
la historia del conflicto. Sin embargo, esta misma historia muestra
todos los callejones sin salida de la forma nacionalista de
planteamiento. Los emigrantes judíos que se instalaban en Palestina
(muchos de ellos lo hicieron para vivir una vida comunitaria)
construyeron sus pueblos en las tierras vendidas por los hacendados
feudales árabes. Los campesinos árabes perdieron las tierras, pero los
"propios" feudales trasladaron su tratamiento violento de los problemas
de clase a la emigración judía. Los emigrantes, trabajadores judíos (por
su parte) no han hecho nada para encontrar los contactos
internacionalistas con los trabajadores árabes, por estar influidos por
sus dirigentes socialdemócratas nacionalistas. Consecuencia: dos
nacionalismos, en vez de luchas de clases. ¡Escoger entre dos
nacionalismos es escoger entre la peste y el cólera!
En fin, pienso que debe de ser muy
"agradable" para los trabajadores judíos del mundo entero leer en el
artículo de "Orwell" que "los judíos son muy buenos accionistas de la
bolsa de Washington". ¡Debe de ser verdaderamente muy "agradable" para
los proletarios explotados leer que son ellos, los trabajadores, los que
explotan y oprimen!. De un lado, este ultraje anti-clasista tiene ya un
tufo al peor antisemitismo! Del otro, ¿Qué hay de los jeques sauditas
bimillonarios, de los capitalistas americanos, europeos, rusos etc, que
no son menos "buenos accionistas de bolsa", que son tan capitalistas
como los capitalistas judíos?
Entonces, para terminar: No hay otra
solución de los problemas israelo-palestinos que la lucha
antinacionalista por la emancipación social humana. No se puede separar
el nacionalismo de la existencia del Estado y del Capitalismo. Y estoy
totalmente de acuerdo con el compañero Josep cuando escribía en el
CNT (nº 278): "Es una lástima que ustedes no hubieran hecho un
llamamiento a los hombres y mujeres israelitas y palestinos para que, de
una vez por todas, se sublevaran en contra de sus respectivos gobiernos
corruptos, criminales y terroristas... para que optaran por la
cooperación y no por las armas... para que, algún día, pudieran dar por
terminada la sinrazón y los odios... El derecho de la autodeterminación
de los pueblos es un discurso del pasado... Nuestras respuestas deben
ser otras. Nos urge empezar a hablar de Humanidad y de la Patria
Tierra..."
¡ Viva el anarcosindicalismo !
Vadim Grayevsky, miembro de CRAS-AIT