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Comité Regional de Catalunya i Balears
Pero nosotros/as sabemos que nada más lejos
de la realidad, que bajo la máscara de las fal-
sas democracias se esconden los intereses ca-
pitalistas, el enriquecimiento de los gobiernos,
la carrera por el monopolio de las materias pri-
mas que aseguran la riqueza mundial y el des-
precio absoluto por el valor de la vida humana.
Pero volviendo al tema que nos toca, se
impone que las luchas, las rebeldías de las
trabajadoras cobren aliento y se impulsen
desde abajo, desde las voces más preca-
rizadas, para de esta manera, aunar las
fuerzas que la sociedad patriarcal ha si-
lenciado... sí, porque nuestra condi-
ción de trabajadoras de segunda, frente
al gran trabajador fordista, venerado
dentro de un sistema de y para pode-
rosos (de hombres), convierte nues-
tra condición de máquinas, engranajes
del capitalismo en las últimos eslabo-
nes de la cadena, y acompañándonos en
esta sectorización se encuentra el otro
grupo de población también precariza-
do, el de la inmigración.
¿Por qué hablamos de esta relegación de
trabajadores/as?
Porque las mujeres hemos analizado que
estamos ante otras variables que modifican
la estructura social del empleo femenino,
pero igual de precarizado y relegado:
1. Las nuevas formas de empleo (muchas de
ellas vinculadas a la externalización y a la
deslocalización, o a la multiplicación in-
cesante de las variaciones en los tipos de
contrato).
2. La intensificación del proceso de producción
(resultado del just in time con horas, fle-
xibilidad que se impone en sectores de ser-
vicios y que un gran sector de trabajadoras
sufren.
3. La dislocación de los tiempos y los espacios
del trabajo (en los horarios flexibles, a
tiempo parcial, cuyos efectos se traducen
en lo que se refiere tanto a la obligatorie-
dad como al salario).
4. El recorte de los salarios y la pérdida de los
derechos (que van desde los permisos de
maternidad hasta la regulación de las pa-
gas, las vacaciones o las bajas por enfer-
medad.
Las variables que, por desgracia, se siguen
repitiendo en nuestro sistema capitalista y que
obligan a un análisis exhaustivo de la situa-
ción son:
1. La inexistencia de salario (en el caso de las
amas de casa).
2. La ausencia de regulación laboral por mínima
que ésta sea (como continua siendo el caso
del trabajo doméstico asalariado -especial-
mente aquel en régimen interno-, por no ha-
blar de la situación general de las personas que
carecen de permiso de trabajo y residencia).
cnt
n°303 julio 2004
Sindical-laboral
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Precariedad laboral femenina
Reflexiones sobre la
precariedad laboral femenina
La precariedad laboral femenina, desde una perspectiva sindical, se ha de visualizar
como una continuación de frentes de lucha, desde un mismo prisma: la vigencia y
los tentáculos sumergidos de un sistema patriarcal, que se muestra en la sombra
para mostrar una cara de democracia, igualdad de derechos e igualdad de
oportunidades para todos/as los/as ciudadanos/as de pleno derecho.
LUKOVA
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