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Redacción
Existen en ella tres puntos inaceptables:
- El primero pertenece al reglamento de eti-
quetado que entró en vigor desde abril en to-
dos los países de la UE:
La nueva legislación obliga al etiquetado de
todos los alimentos derivados del cultivo de
OMG pero permite que acabemos comiendo
transgénicos sin que lo sepamos de la si-
guiente forma: también los piensos destina-
dos a la alimentación animal deben
especificar si contienen transgénicos, pero
¡los "productos" obtenidos de estos anima-
les: leche, huevos y carne no exige que se eti-
queten! Teniendo en cuenta que la mayor
parte de los cultivos transgénicos en el mun-
do está destinado a alimentación animal,
este va a ser el principal coladero de trans-
génicos.
- La segunda carencia legislativa gravísima es
la falta de normas y medidas para frenar la
contaminación genética ligada a la introduc-
ción de cultivos transgénicos: La UE única-
mente ha establecido unas recomendaciones
totalmente inaceptables sobre coexistencia
entre cultivos transgénicos y no transgénicos
para cualquiera que tenga unas mínimas no-
ciones de biología y además ¡¡no son vincu-
lantes!! Como ejemplo: se recomienda a los
agricultores que siembren transgénicos pero
que en los bordes de las parcelas se siembren
variedades no transgénicas, para evitar así la
contaminación a los campos vecinos... olvi-
dando que el polen puede viajar kilómetros
transportado por el viento, insectos, etc. Por
este motivo ya un agricultor ecológico nava-
rro ha visto cómo su producción era conta-
minada por un campo transgénico, no
pudiendo venderla como ecológica.
- Y directamente relacionada con la anterior
está la falta de legislación sobre daños a la
salud y al medio ambiente. Las multinacio-
nales pretenden que el riesgo de las varie-
dades "inventadas" en sus laboratorios
recaigan sobre los agricultores.
Por otro lado, los mensajes tranquilizado-
res transmitidos desde las multinacionales y la
administración se tornan inquietantes viendo
algunos estudios aparecidos en los últimos
años:
- El colegio de médicos británicos, reclamaba
estudios sobre las repercusiones a medio y
largo plazo de los OMG en la salud y en el me-
dio, señalando que los escasos trabajos rea-
lizados se limitan a un análisis de los efectos
a corto plazo.
- Una de las primeras revisiones sobre el pro-
cedimiento de evaluación de riesgos revela-
ba que el diseño de los análisis y las pruebas
utilizadas en la determinación de la seguri-
dad de los OMG no tenían en cuenta los efec-
tos no buscados en el proceso de
manipulación genética -imprevisibles y pre-
cisamente los más preocupantes-, por lo cual
difícilmente se podrían detectar. Podría pa-
sar desapercibida la presencia en los alimen-
tos de sustancias alergénicas desconocidas, de
nuevas toxinas y
de alteraciones
inesperadas perju-
diciales para la salud
y el medio. El infor-
me concluía que a la
alarmante falta de es-
tudios sobre riesgos,
había que sumar una
creciente y preocupan-
te dependencia del sec-
tor público de la
financiación privada, un
deficiente obstáculo para
una investigación y eva-
luación crítica.
- Solamente se han publica-
do los resultados de 10 estu-
dios in vivo de las conse-
cuencias sobre la salud de los
OMG. Pero, además, la calidad de
algunos de estos trabajos es bas-
tante deficiente, según los autores
de una revisión bibliográfica publi-
cada en Nutrition and Health en
2003: En la mitad de los estudios, los
ensayos se realizaron en colaboración
con las multinacionales que los comer-
cializan. En estos estudios, por supuesto, no
se detectaron efectos negativos. La otra mi-
tad eran estudios independientes y se vieron
cambios negativos.
Por otra parte, que el 85% de los transgé-
nicos que se cultivan en el mundo su "mejo-
ra" consista en ser resistente a herbicidas es
un insulto para agricultores, consumidores y
medio ambiente: de esta manera aumenta la
cantidad de herbicidas que se añaden a los
cultivos, perjudicando a tod@s menos a las
multinacionales que los venden (sobra decir
que también son las dueñas de las semillas)
Para seguir aumentando la interminable
lista de razones contra los transgénicos, si es-
tos invaden la agricultura (actualmente sólo
ocupan un 2% de la superficie cultivada), las
semillas cultivadas, patrimonio de los agri-
cultores que durante miles de años las han
seleccionado, pasarán a ser propiedad de las
cinco multinacionales que tienen todo el mer-
cado de los transgénicos. Además cada vez la
dependencia de insumos externos (semillas
patentadas, agroquímicos...) es mayor, los
agricultores pobres que no pueden pagarlos
se ven obligados a abandonar las tierras que
se van concentrando en manos de multina-
cionales y terratenientes y estos tienen que
emigrar a las ciudades, condenados a la miseria
de los suburbios.
Por estos y otros tantos motivos nos sobran
las razones para seguir oponiéndonos a los
transgénicos y luchando por una agricultura
al servicio de los pueblos que busque la so-
beranía alimentaria y esté lejos de la lógica ca-
pitalista que la gobierna actualmente, porque
como cuentan las gentes del BAH! en su úl-
timo libro: ¡Con la comida no se juega!
cnt
n°303 julio 2004
Actualidad
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El diseño de los análisis y las
pruebas utilizadas en la
determinación de la seguridad de
los OMG no tenían en cuenta los
efectos no buscados en el proceso
de manipulación genética -
imprevisibles y precisamente los
más preocupantes-, por lo cual
difícilmente se podrían detectar
El Bt-11 es un maíz dulce transgénico de-
sarrollado por Syngenta y cultivado en los
Estados Unidos. La decisión llega después de
que los gobiernos de la UE no alcanzaran un
acuerdo sobre este maíz, a pesar de las do-
cumentadas irregularidades en la evalua-
ción de riesgos de esta variedad y de la
oposición frontal de los consumidores. En
opinión de Ecologistas en Acción, Amigos
de la Tierra, CECU, COAG, Plataforma Rural
y SEAE, esta decisión -prematura y desa-
certada- sólo puede entenderse como una
concesión a las presiones de Estados Unidos
y de la industria agroquímica multinacional,
sacrificando una vez más la protección de
la salud de los consumidores, el futuro de
los agricultores y el medio ambiente. Las
organizaciones ecologistas confían en que
este maíz -que deberá ser etiquetado como
"modificado genéticamente- no llegue a las
baldas de los supermercadosdado que los
consumidores europeos se oponen a este
tipo de alimentos.,
El maíz Bt-11 de Syngenta es el primer
transgénico que se aprueba en la UE desde
1998. A pesar de que los Estados miembros
no lo han aprobado, la Comisión ha hecho
uso de su capacidad de conceder la autori-
zación unilateralmente.
Por otra parte
los países europeos,
y muy especialmen-
te España, no dispo-
nen todavía de
mecanismos para
asegurar una infor-
mación transparente al
consumidor y cumplir los
nuevos Reglamentos de trazabilidad y eti-
quetado, en vigor desde el 18 de abril pa-
sado. Pero la Comisión Europea parece estar
ansiosa por hacerle el juego a Estados Uni-
dos, que presentó en mayo de 2003 una
queja formal ante la Organización Mundial
del Comercio para forzar la entrada masiva
de sus transgénicos al mercado europeo,
junto con Canadá y Argentina.
El maíz dulce Bt-11 ha sido modificado
genéticamente para producir una toxina que
en estado natural sólo se produce en bac-
terias. Todavía siguen sin resolverse las du-
das que se han planteado en la fiabilidad
tanto de los datos suministrados por Syn-
genta como de la evaluación del Comité Cien-
tífico sobre Alimentos de la UE. Estas
preocupaciones llevaron a las autoridades
francesas a afirmar en un informe de no-
viembre pasado que no se pueden excluir
efectos inesperados, debido a una interfe-
rencia de la transformación genética con el
metabolismo específico de este maíz. Es ab-
solutamente irresponsable autorizar un pro-
ducto destinado al consumo humano cuando
existen tales dudas sobre su seguridad.
(Fuente: Ecologistas en Acción)
Francia, Austria, Luxemburgo,
Dinamarca, Portugal y Grecia
rechazaron esta variedad de
maíz dulce transgénico por las
dudas sobre su inocuidad.
Organizaciones ecologistas
denuncian la aprobación del
Bt-11 por parte de la UE
ALMAIREDA
El pasado mes de mayo la UE cediendo a las presiones de EE.UU.
ante la OMC, autorizaba la importación de maíz dulce Bt 11 para
consumo humano. Se pone así fin a la moratoria de facto que
existía en Europa desde 1999. El terreno se ha preparado
haciendo una legislación sobre liberación y etiquetado de
organismos manipulados genéticamente (OMG) más restrictiva
que la anterior para tranquilizar a la opinión pública pero sin
cerrar la puerta a los transgénicos.
Fin de la moratoria europea
sobre transgénicos
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