Irak, petróleo y la
hegemonía mundial de los Estados Unidos (I)
Mientras
millones de personas en todo el mundo se han manifestado este fin de
semana contra una posible guerra contra Irak a iniciativa de la
"coalición de los complacientes" liderada por los Estados Unidos, parece
que el Presidente George W. Bush está decidido a hacer esta guerra, no
importa a qué precio. El Secretario de Estado Collin Powell ha dicho que
los Estados Unidos pueden dar a Irak un máximo de dos semanas. Los
Estados Unidos saben que el ataque decisivo debe comenzar tan pronto
como sea posible, antes de la llegada del buen tiempo en Abril.
Ganar esta guerra es
extremadamente importante para los Estados Unidos. Su meta es,
claramente, montar un escenario de "victoria rápida" que dure tan sólo
uno o dos meses. Este escenario se parecería a la Guerra del Golfo I, la
Guerra de Kosovo y la Guerra de Afganistán. Implicaría algunas
combinaciones de estrategia y suerte en las que Saddam Hussein y sus
lugartenientes fueran capturados o muertos, las fuerzas de tierra
iraquíes se rendirían prontamente, y la presencia de las fuerzas
estadounidenses impediría que estallara el desorden civil en el sur,
rico en petróleo, o en las regiones kurdas.
Este escenario permitiría
a los Estados Unidos cumplir con sus metas. El pasado 6 de Agosto, un
miembro anónimo de la Administración USA dijo al Washington Post que "el
camino para todo el Oriente Medio pasa por Bagdad". Sólo tenemos que
mirar el mapa. Teniendo tropas en Irak, en Turquía, en las antiguas
Repúblicas Soviéticas al Norte y en Afganistán al Este, las tropas
estadounidenses rodearían completamente a Irán, estado del "Eje del
Mal".
También conseguirían
acceso a los enormes campos petrolíferos de Irak que poseen la segunda
reserva más importante de petróleo del mundo. Colin Powell ha dicho que
el petróleo de Irak será "mantenido en confianza para el pueblo iraquí",
pero no dijo nada sobre quien será pagado por extraer el petróleo del
suelo y donde irá éste después.
Parece un asunto de
seguridad nacional el no hablar de petróleo en el conflicto iraquí. Ello
se debe parcialmente a que el cambio de régimen beneficiaría a las
compañías petrolíferas de Estados Unidos y Reino Unido, mientras que, si
el régimen sobrevive, los pozos de petróleo serán perforados por las
compañías rusas, chinas, francesas e iraquíes. Pero principalmente,
tiene que ver con otro vecino de Irak, Arabia Saudita.
Arabia Saudita es la
mayor nación productora y exportadora de petróleo y tiene las mayores
reservas de crudo en el mundo. La producción petrolífera es muy barata.
De ser un aliado de los Estados Unidos, con un reino autocrático capaz
de ajustar la producción de petróleo arriba o abajo de acuerdo con las
cambiantes necesidades americanas y de la economía mundial, Arabia
Saudita se ha convertido en un socio inestable y en el que no se puede
confiar. Como nación líder de la OPEC ha dependido, como las otras
naciones de la OPEC, de los relativamente altos precios del petróleo
para mantener su población en rápido aumento dentro de un clima de paz
social. Esto no encaja con los planes que tienen los USA de incrementar
su dependencia de la importación de petróleo y, por esta razón, bajar
los precios.
Un escenario exitoso de
"victoria rápida" posibilitará al previsto régimen iraquí controlado por
los Estados Unidos, aumentar la producción de petróleo y, de esta forma,
reducir los precios mundiales del petróleo. Después, Arabia Saudita
tendrá que producir más petróleo para cumplir con sus objetivos de
ingresos por petróleo. Esto llevará al reino a invertir más en la
industria petrolífera, lo que de nuevo se reducirá a que las grandes
compañías petrolíferas occidentales inviertan y tomen el control de los
campos de petróleo saudíes.
El resultado sería la
Gran Meta de los Americanos dirigiendo el espectáculo en Irak y Arabia
Saudita. Presiones militares, económicas y diplomáticas suficientes
podrían ejercerse para implementar un golpe de estado al estilo
latinoamericano para la división de Arabia Saudita y para dibujar un
nuevo mapa de todo el Oriente Medio. Estos planes de división han sido
delineados por el miembro del Parlamento por el Partido Laborista
Británico George Galloway.
Si los Estados Unidos
triunfan con este escenario, no simplemente se están asegurando sus
propias necesidades presentes y futuras de petróleo, sino también el
control de los competidores como Francia, Alemania, Rusia y China.
Francia, Rusia y China ven que sus propios proyectos petrolíferos son
expulsados del Oriente Medio, los Estados Unidos no solamente
mantendrán, sino que reforzarán esta hegemonía. Este paso muy importante
por parte de los Estados Unidos, viene por añadidura a estrategias que
hemos visto en los años 90 y hasta hoy día. Las expresiones de "Vieja" y
"Nueva" Europa vienen de esta política de divide y vencerás.
La política
estadounidense ha sido la de enfrentar a Francia y Alemania entre sí, de
forma que ninguna de ellas domine Europa. Gran Bretaña, España e Italia
han cooperado –tal como ha hecho el eje Blair-Aznar-Berlusconi (BAB), en
la flexibilización del mercado de trabajo de la Unión Europea y apoyan
hoy día a los Estados Unidos en el conflicto de Irak.
Los Estados Unidos han
mostrado a Europa, en la Guerra de los Balcanes, –especialmente a
Francia y Alemania, que ellos son el poder militar más fuerte. Los
Estados Unidos, con su política de ampliar la Unión Europea y la OTAN, y
al implementar su influencia en un corredor de países del Este Europeo y
de Asia Central y Oriental, han reducido la influencia de Alemania,
Francia, Rusia y China.
Los ataques terroristas
del 11 de Septiembre de 2001 hicieron posible a los Estados Unidos el
poner en práctica muchos de estos planes. El próximo movimiento para
empezar una guerra contra Irak es para cumplir con el objetivo de
controlar todo el Oriente Medio, pero muchos de los resultados
dependerán de lo que pase con la guerra contra Irak, y esto hace
necesario mirar otro escenario de guerra. Los Estados Unidos no sólo han
delineado un montaje de "victoria rápida", sino también uno titulado
"conflictos prolongados y resultados sucios".
De esto hablaremos en la
segunda entrega de este artículo
Oslo, 16 de Febrero de
2003.
Secretariado de la AIT