l panorama
económico es aun más alarmante, la nueva reforma fiscal aprobada por el
Congreso en diciembre del 2002 incrementa de manera incomprensible la
carga fiscal, especialmente a trabajadores y pequeños empresarios, crea
el IVA (Impuesto de Valor Agregado) del 7% a productos básicos de la
canasta familiar, los combustibles han sufrido alzas mensuales, los
costos de los servicios públicos se han incrementado hasta el 30%
afectado a los estratos de la población más pobre, el transporte aumento
el 15% y se consolida el proceso de monopolio del transporte por parte
delas empresas privadas, especialmente en Bogotá, con la ampliación del
llamado Sistema Transmilenio que consiste en privatizar las principales
vías públicas para el desplazamiento exclusivo de los vehículos de una
compañía privada, los beneficios se quedan el las arcas de la empresa,
pero los impuestos de los ciudadanos son los que pagan el mantenimiento
y los costos de la red vial para que el Sistema funcione.
Muchos estudios muestran también los altos costos
económicos de la guerra, el impacto se calcula en el 10% y el 15% del
Producto Interno Bruto – PIB – anual si no hay proceso de negociación
política y en $4.0% anual se inicia en la actual administración un
proceso de negociación y se llega a unos acuerdos paz antes del 2005 Los
nuevos impuestos de la "Era Uribe" van destinados a la guerra, más de
800 millones de dólares han sido donados en el año 2002 por el gobierno
estadounidense para adelantar su propia guerra en territorio colombiano.
Un helicóptero Black Hawk cuesta 3 millones de dólares, es decir, 9000
millones de pesos colombianos, el Gobierno ha comprado 12 de estos
aparatos, solo con este dinero, sin contar los otros gastos militares,
se podría dar solución definitiva a los más de 3 millones de personas
desplazadas por la violencia que deambulan por el país.
Mas del 40% del presupuesto nacional se destina al
pago del servicio de la deuda externa en detrimento del dinero que debe
ser destinado a educación, salud, deporte, empleo, vivienda etc. El 62%
de los 46 millones de colombianos viven en la pobreza y unos seis
millones se debaten entre la miseria y la indigencia.
Los Amigos de la AIT–Colombia hemos impulsado desde
hace años la Campaña Colombiana Contra los Gastos Militares "Desarma tus
Impuestos y Hagamos Cuentas", logrando en este año crear un plataforma
amplia de organizaciones sociales que estamos promoviendo el no pago de
impuestos destinado a fines bélicos, el siguiente es el texto de la
Declaración de adhesión que lanzaremos a nivel nacional el próximo 7 de
febrero de 2003: Declaración de Adhesión Campaña Colombiana Para la
Objeción Fiscal a los Gastos Militares "Desarma tus Impuestos y Hagamos
Cuentas" Las organizaciones sociales abajo firmantes; Recordando que
muchas de las causas estructurales del conflicto social y armado que
vive el país tienen que ver con la pobreza, la exclusión, las grandes
asimetrías sociales, la desigual e injusta distribución del ingreso, la
tenencia de la tierra en pocas manos y la falta de democracia,
Conscientes que el conflicto social y armado, que vive Colombia desde
hace más de 4 décadas, ha dejado como consecuencia el desarraigo y
desplazamiento de más de tres millones de compatriotas, que representan
el 7% de la población colombiana y para las cuales el gobierno
colombiano invierte menos del 0.1% al año del presupuesto nacional,
Sensibles al dolor de las millones de victimas que ha generado la
guerra, la muerte, la desaparición forzada, el secuestro, las amenazas,
los ataques indiscriminados contra miles de compatriotas cada año a
causa de la guerra y la escasas políticas públicas, Recordando que los
informes de organizaciones internacionales como Human Rights Watch,
Amnistía Internacional y la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para
los Derechos Humanos alertan sobre la escalda del conflicto armado y las
trágicas consecuencias que conlleva esta situación para la población
civil, Afirmando que la única solución al conflicto social y armado que
vive nuestro país es la búsqueda de salidas políticas y negociadas y la
urgente necesidad de retomar los procesos de paz, suspendidos durante el
gobierno de Andrés Pastrana, Rechazando la drástica reducción, por parte
del actual gobierno de los recursos destinados para educación, salud,
recreación, atención a la población desplazada, programas de atención a
las víctimas de la guerra, programas dedicados a la infancia y los
adultos mayores, etc. Y que a cambio, se aumenten geométricamente los
gastos destinados a la guerra, Reiterando el rechazo al secuestro,
boleteo, los ataques indiscriminados contra la población civil, la
desaparición y el desplazamiento forzado de personas, los asesinatos de
líderes sociales y trabajadores de derechos humanos y cualquier otro
medio que los actores armados legales e ilegales utilicen para financiar
esta guerra.
Advirtiendo las nefastas consecuencias de la
industria y la economía del narcotráfico como fuente de recursos
ilegales para los diferentes actores armados, Conscientes de la
necesidad que tiene nuestro país de la cooperación internacional y la
ayuda solidaria de gobiernos y organizaciones del mundo, solicitamos que
esta ayuda este destinada a proyectos sociales y no a incrementar la
guerra, Reafirmando el sentido de autonomía de la población civil
colombiana y en consecuencia, el rechazo a cualquier forma de tutelaje
de alguno de los grupos armados para que asuma la defensa de nuestros
legítimos intereses, Recuperando la decisión inequívoca y soberana de
mas de 10 millones de colombianos y colombianas que votamos en favor del
Mandato Ciudadano por la Paz y destacando el concepto realizado por la
Corte Constitucional donde afirma el carácter vinculante, para el
Gobierno Nacional, de esta decisión, es decir, que sus acciones deben
estar encaminados al logro de cada uno de los puntos del Mandato,
Consecuentes con el Art. 18 de la Constitución Política de Colombia que
proclama: "Se garantiza la libertad de conciencia. Nadie será molestado
por razón de sus convicciones o creencias ni compelido a revelarlas ni
obligado a actuar contra su conciencia".
Recordando que la Objeción Fiscal a los Gastos
Militares es una modalidad de la Objeción de Conciencia, un acto de
desobediencia civil y una acción no violenta utilizada por las personas
cuando sienten que el estado les obliga a actuar contra su conciencia en
el momento de pagar impuestos que van destinados para la guerra.
Afirmando que la Objeción Fiscal a los Gastos
Militares no es un acto de evasión fiscal ya que el dinero descontado
del pago de los impuestos se destina a un proyecto o acción social a
favor de sectores o personas desfavorecidas o victimas de la guerra.
Declaramos que:
1. Hemos decidido no apoyar moral, espiritual, física
ni económicamente a ninguno de los grupos armados tanto legales como
ilegales, que de manera ciega, continúan empeñados en esta guerra,
porque participar de alguna manera en la guerra atenta contra nuestras
conciencias.
2. Pagaremos condicionadamente nuestros impuestos y
todas nuestras obligaciones fiscales durante los años 2003 y 2004.
3. La condición es que nuestro dinero no sea gastado
en la compra de armas, el financiamiento de la guerra o en gastos de
Defensa.
4. Si el Estado no toma en cuenta nuestra solicitud,
en el año 2004 descontaremos del pago de nuestras obligaciones fiscales
y tributarias el porcentaje de estos recursos que el estado gasta en la
guerra.
5. Ese dinero que descontamos del pago de nuestros
impuestos lo invertiremos el un proyecto o acción social, creando el
Fondo Nacional de la Objeción Fiscal a los Gastos Militares.
6. En el momento de pagar nuestros impuestos
anexaremos todas las facturas y soportes correspondientes para que se
pueda verificar el proyecto social que hemos decidido apoyar y este
dinero debe corresponder al porcentaje descontado del valor total de mis
obligaciones fiscales y tributarias.
Bogota, Enero de 2003
Amigos de la AIT–Colombia