Ni guerra entre
pueblos, ni paz entre clases
El gobierno de los Estados Unidos de América
lo ha dejado claro, va a enviar a su ejército a atacar al pueblo irakí
pese a quien pese. La excusa: una supuesta posesión por parte del estado
que lo parasita (el Irak de régimen de Saddam Hussein) de unas armas de
destrucción masiva de las que nadie, salvo Bush, Powell y cía., sabe
nada y que ni los obedientes observadores de la ONU han visto por ningún
sitio.
El
motivo: el pueblo irakí vive sobre unas vastas reservas petrolíferas
(que tengan cuidado l@s galleg@s, no vaya a ser que, encima de que han
jodido el medio natural en que vivían y su medio de vida, hayan entrado,
sin quererlo, en el "Eje del Mal"), reservas que los EEUU necesitan para
hacerse con el monopolio, una vez que el grifo de la extracción de
hidrocarburos se cierre. El fósil del que el Capital se ha acostumbrado
a depender se agota y estas son las primeras consecuencias.
El
razonamiento (¿?) del Sr. Bush: si no encuentran las armas es porque
Irak las esconde bien. En fin, digno del hombre que quería talar los
bosques para evitar los incendios forestales.
Para
legitimar esta misión colonial a los ojos del mundo civilizado (¿?), el
pistolero de Tejas necesitaba el apoyo de otr@s asesin@s de su calaña, a
los que incluso, y cual pirata del siglo XVII, ofreció explícitamente
una parte en el reparto del botín.
Apoyo
incondicional que consiguió, sin mucho esfuerzo, de Tony Blair (con
éste, Bush quizás se ahorre la becaria), "il capo" Berlusconi (algún día
pagará cara la vida del compañero Giuliani) y, cómo no, y al grito de
«España, mañana, colonia americana» el presidentísimo Jose María Aznar.
Nos
llevan una vez más a la barbarie, cometida sobre un pueblo en el nombre
de otros, y ¿quién nos ha preguntado al respecto?. ¿Ha tenido la inmensa
mayoría (hablando en términos democráticos) que ha opinado en contra de
la guerra algún tipo de poder decisorio?. A esto es a lo que ellos, l@s
poderos@s, l@s que, día a día, deciden por nosotr@s y nos perdonan la
vida, llaman democracia. Vota (legitima lo que estoy haciendo), consume
y calla, calla o chilla lo que quieras, mientras me encargo de
silenciarte.
Levantémonos contra esta y contra todas las guerras, que siempre han
sido y serán instrumentos del poder, pero sabiendo que ésta no es una
lucha aislada y que este problema forma parte de un todo que tiene unas
raíces claras: el Capital y los estados (por muy democráticos que se
digan algunos de éstos). Decidamos por nosotr@s mism@s antes de que
alguien decida que valemos menos que un barril de petróleo, y gritemos,
hoy como ayer, y más fuerte que nunca:
NI GUERRA
ENTRE PUEBLOS,
NI PAZ
ENTRE CLASES.
Secretario de Acción Social de la FL de CNT-Granada |