Vean cómo es utilizado el dinero de la nación para
aumentar la miseria del pueblo.
Los organismos del capitalismo Proyectos de
Autogestión y Cogestión, Gerencia Ejecutiva de Trabajo, Rendimiento y
Desarrollo Local, comprendidos en las siglas AS/GETRE/BNDES, ofrecen el
siguiente texto, destinado a confundir los propósitos de la lucha
trabajadora:
Autogestión es un modelo administrativo en el cual el
control de la empresa es ejercido por los trabajadores. El objetivo
principal es la democratización del capital a través de soluciones
colectivas para el mantenimiento de los puestos de trabajo, asociada al
desarrollo y al crecimiento empresarial.
Los proyectos de autogestión se destinan a los
trabajadores organizados, en su mayoría en asociaciones o cooperativas
en los sectores industrial y de servicios.
El BNDES fomenta la asociación de trabajadores
procedentes de empresas en proceso de desverticalización o de
privatizaciones que adopten una estrategia de terciarización, apuntando
al aprovechamiento de la experiencia de esos profesionales, de modo que
se asegure la permanencia en mercado de trabajo.
Los principales requisitos para la financiación a
empresas en proceso de autogestión son la viabilidad del negocio y el
compromiso individual de cada uno de los socios con la estructura, que
debe ser compatible con las demás empresas del sector.
Teniendo por misión estimular el surgimiento y
consolidación de esas empresas, el BNDES, se dispone a examinar
directamente operaciones con valores superiores a 150.000 dólares y a
apoyar, en caso necesario la aportación técnica y gerencial de las
organizaciones. Además de esto, posibilita la adquisición de máquinas y
equipos usados y la obtención de crédito para capital de inversión.
El modelo de autogestión es aquel en el cual el
control es ejercido totalmente por los trabajadores, y el de cogestión,
es aquel donde los socios comparten el control con sus empleados.
La línea de financiación utilizada para este tipo de
proyecto es el FINEM.
2. Explicando el concepto de autogestión.
Como la autogestión es una de las metas del
anarquismo y del sindicalismo revolucionario es útil exponer lo que
nosotros entendemos por esta idea y revisar sus problemas, alcances,
posibilidades, etc.
La autogestión es un proyecto o movimiento social que
tiene como método y objetivo que las empresas, la economía y la sociedad
entera sean dirigidas por los trabajadores de todos los sectores,
uniendo la producción y distribución de bienes y servicios, propugnando
la administración y la democracia directa.
Examinemos nuestras afirmaciones anteriores: La
autogestión se opone a "heterogestión", que es una forma de conducir las
empresas, la economía, las políticas o la sociedad al margen del
conjunto de los trabajadores, como acontece ahora, cuando las empresas y
la economía son dirigidas por el capital, la política por los partidos,
y la sociedad por el estado.
Es un proyecto o movimiento. Ello quiere decir que no
es un modelo inmediato. Su organización, estructura y también su
funcionamiento serán fruto del deseo, del pensamiento y de la acción de
los miembros del grupo implicado (una fábrica, una propiedad agrícola,
una oficina o una sociedad entera) sin preconceptos ni imposiciones.
Es social por no ser individual. La administración es
el procedimiento de diligencias para una cuestión, lo que implica la
participación de más de una persona. Si esta administración es llevada a
cabo en el seno de un grupo, por medio de acuerdos y sin coerciones
externas, la libertad individual no es afectada, lo que está en la base
para que un acuerdo no signifique ningún tipo de sumisión.
La autogestión es método y objetivo, quiere decir que
su fin es la propia y plena participación del individuo en el conjunto
social, asumiendo de forma directa y colectiva la conducción de su
grupo. La única forma de alcanzarla es la ejecución de acciones
autogestionarias. No hay un método que nos lleve a la autogestión más
que su propio ejercicio en un medio colectivo.
Fueron mencionados dos aspectos, social y económico,
y en este último dos niveles: macroeconómico y microeconómico. En el
nivel microeconómico, la empresa autogestionada se caracteriza porque su
dirección está en manos de los trabajadores y no en manos de los
patrones, tanto privados como estatales. En el nivel macroeconómico lo
anteriormente dicho se traduce en la total pérdida de peso del capital
en las decisiones económicas (como lo es ahora), siendo los trabajadores
y sus intereses colectivos los que pasen a dirigir la economía
(colectivismo confederal de la COB/ACAT/AIT); creando para esto, si
fuera necesario, nuevos sistemas de organización. Extender la
autogestión a la sociedad implica hacer desaparecer todos los centros de
poder que ahora se reservan a la administración político-social, tales
como los partidos políticos, las burocracias sindicales, el estado, el
ejército, etc.; poniendo en las manos de todos los miembros de la
colectividad sus asuntos, sin intermediarios, dirigentes o líderes,
organizándose de la mejor manera que juzguen necesaria o más apropiada.
3. ¿Autogestión o Cogestión?
Antes de definir lo que es la autogestión, tratamos
de analizar su significado. Resumiendo, es la toma por parte de los
trabajadores, en forma directa, de sus propios asuntos, tanto económicos
como políticos, sociales y de defensa, sin la interferencia de otras
instancias, como por ejemplo los representantes del capital, de los
partidos políticos, del estado o del ejército.
Existe, en sentido opuesto, otro concepto que la
burocracia sindical utiliza algunas veces y que es el de la cogestión.
La cogestión es un modelo de participación caracterizado por la
composición paritaria de las instituciones. En otras palabras, patrones
y trabajadores participan en número igual de la dirección de la empresa
(en el mejor y más hipotético de los casos), con un hombre "neutral"
para resolver situaciones de empate. Este sistema opera en Alemania
desde 1976 y en menor grado o más semejante en otros países.
La autogestión es algo muy diferente de la cogestión.
Como dijimos, la cogestión es una forma de participación, o sea tener
parte en una cosa. Pero tener parte, en este caso, significa admitir la
validez de una estructura preexistente, la empresa o la fábrica,
haciendo los trabajadores una contribución a la dirección de algo que no
les pertenece. En la cogestión el patrón cede, inteligentemente, parte
de su poder dictatorial para conciliar o superar conflictos entre los
empleados y los propietarios. Pero de ninguna manera se pone en duda
quién es el que manda, quién tiene la última palabra, o quién es el amo:
el capital, tanto privado como estatal, nunca los trabajadores.
La autogestión no es ninguna participación. En la
autogestión no hay dueño del capital, sea privado o estatal, mayoritario
o minoritario que participe o no participe. Es solamente la totalidad de
los trabajadores la que asume la dirección y la administración de la
empresa. No se trata de limitar el factor capital en la conducción de la
empresa sino de eliminarlo.
A esto se suma el hecho de que la autogestión también
pretende una transformación total y radical de la sociedad, y no sólo de
la empresa. Por otro lado la cogestión es un sistema de participación
que puede coexistir con cualquier sistema político y adaptarse a
cualquier organización social. La autogestión es una intención de
modificar la organización social y la noción de política, pasando a las
manos de todos y de cada uno, de una manera directa y sin
intermediarios, todos sus asuntos.
4. Autodescubrimiento=Autogestión
Muchos fueron y serán los comentarios relativos al
Quinto Centenario del 12 de octubre de 1492. Se le da diferentes
nombres: descubrimiento de América, encuentro de dos mundos o la
conquista salvaje de América. En cada caso, hay razones que justifican
el que se considere de uno o de otro modo. El nombre de descubrimiento
se fundamenta en que nuestro continente no era conocido en Europa.
Calificarlo de encuentro de dos mundos minimiza los hechos de violencia
que acompañaron el acontecimiento, como también reducir ello a conquista
sangrienta ignora toda la contribución cultural que vino de la península
ibérica a estas tierras y que es innegable sin ignorar la influencia que
en algunas áreas de América tuvo la etnia africana que también es
"invasora" (a pesar de haber sido forzada a ello).
El debate y la discusión de estos tópicos no deja de
ser buena, pero yo pienso que no debería confundirnos de forma que
nosotros no veamos lo que yo creo que debe ser nuestra principal
preocupación. Medio milenio es mucho tiempo de mezcla entre íberos,
indios y negros, así que sin negar la importancia de origen, surgió de
esa mixtura un tipo singular de habitante del Planeta. Es fruto de esas
culturas que lo conformaron, pero también de una geografía, de una
historia, de experiencias, de éxitos y de fracasos, de luchas, de
esperanzas que le son propias. Esta humanidad que aquí se desarrolló no
es peninsular, ni indígena, ni negra, ni una mixtura de ellas. Es
diferente. Diferente de otras situaciones en que se produjeron mixturas
semejantes. Es un ser humano diferente, ni mejor ni peor que los otros,
pero con aspectos positivos y negativos que le distinguen.
Este hombre latinoamericano, ya con quinientos años
de historia, tiene en perspectiva una empresa de gran alcance para su
futuro y los tiempos están ya maduros para que sea asumida. Yo llamo a
esta empresa la de su AUTODESCUBRIMIENTO. Descubrirse a sí mismo pero no
mirando al pasado, discutiendo su origen o contentos con las
realizaciones de los que ya se han ido, sino atento al futuro. Se trata
de procurar investigar en nosotros mismos lo que somos, lo bueno que
tenemos y nuestros defectos, seleccionar las metas que nos lleven al
futuro que nosotros queremos construir. Apuntar a lo que nosotros
queremos, que no tenga necesariamente que ser lo que otros quieren, e
intentar alcanzarlo del modo que mejor se adapte a lo que somos. Hace
por lo menos cincuenta años que existe el sentimiento de estar
persiguiendo algo que no es nuestro, usando modelos que no nos acaban de
convencer, copiando erradamente las experiencias de otras personas, con
el resultado de un deterioro económico, cultural y moral de nuestros
hombres y mujeres. Son tiempos de retomar la obra que los más
visionarios constructores de la independencia advirtieron, pero que no
pudieron concluir: AUTODESCUBRIRNOS como humanidad latinoamericana, como
primera condición para poder autogestionar nuestro futuro.
5. La perspectiva de una América proletaria, unida y
libertaria.
Pensamos que el gran proyecto de este nuevo siglo
pasa por liberarnos de la sumisión y vasallaje al imperio de los "amos"
del poder-USA. Ella es una lucha que pasa por apoyar la lucha por la
libertad de los propios americanos y contribuir a acabar con las guerras
fomentadas por la avidez del capitalismo en el mundo entero.
Nuestras perspectiva económica y solidaria es la de
la construcción de una grande unión y confederación, la de Asociación
Continental Americana de los Trabajadores (Norte, Centro y Sur: ACAT).
Vale igual el pueblo de Canadá, el de los Estados Unidos, el de los
países de América Central, como los de América del Sur.
Latinos o anglosajones, todos hermanos de un gran
proyecto de liberación.
La lucha por la emancipación de los trabajadores y de
las naciones pasa por ayudarnos mutuamente para que esos objetivos se
cumplan, lo que debe acontecer como la unión y la solidaridad de todos
con las causas locales y nacionales.
Nos es necesario liberarnos del proyecto
nazi-social-demócrata, fortalecedor de las estructuras de sumisión a las
Religiones, a los Partidos y al Estado. Liberarnos del vasallaje a la
hegemonía de los intereses de supervivencia del capitalismo, de las
grandes corporaciones y empresas.
Debemos luchar por un gran proyecto de liberación, de
intercambios y solidaridad internacional entre los trabajadores.
Nuestras luchas deben apuntar en el sentido de la
construcción de una América PROLETARIA, UNIDAD Y LIBERTARIA en los
términos que se proponen en los principios y finalidades de la
Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT).
La lucha por la autogestión, por la conquista
inmediata de los derechos obreros, por la reducción del trabajo a 30
horas semanales sin reducción salarial, por la unificación de las bases
dadas a los distintos colectivos, por la paridad del dólar en la
recuperación de los valores del salario mínimo y contra la imposición
sindical que sustenta el hambre y la miseria de los trabajadores al
mantener la sumisión al estado y a los patrones a través del seguidismo
de las burocracias sindicales.
Porto Alegre, 05/01/03
cobforgs@yahoo.com.br
Sindicato de Oficios Varios FORGS-COB-AIT