A un año de los hechos del 19 y 20 de diciembre de
2001, el balance de la presidencia de Eduardo Duhalde, tras la caída
estrepitosa de Fernando De La Rúa y la seguidilla de presidentes
interinos, nos deja una situación económico social desastrosa, reflejada
a través de sueldos congelados, fuertes aumentos en las tarifas,
argumentados en la devaluación del peso con respecto al dólar,
dolarización de los productos de consumo siendo los mas afectados los
productos de la canasta básica familiar. Dando así como resultado un
gran incremento de la desnutrición, de enfermedades crónicas, de la
mortalidad infantil (sabiendo que este país produce alimento para 360
millones de personas), un crecimiento acelerado de la pobreza que, ya a
mitad de año, marcaba la increíble cantidad de más de la mitad de la
población bajo la línea de pobreza alcanzando a 8,3 millones de menores
de 18 años sobre una población total de 12,5 millones.
A esto se suma la desocupación de la mitad de las
personas laboralmente activas, la reducción salarial y la precarizacion
laboral. Para contrarrestar la desocupación, el gobierno implementó un
nuevo tipo de subsidio llamado "plan jefes y jefas de familia" cuyo
salario es de150 dólares frente a una canasta familiar de 1.000 dólares
(incluye dos hijos), lo cual ni siquiera llega a lo que estadísticamente
se consideran ingresos de un indigente (200 dólares). Si bien la
situación es critica, el gobierno tiene formas de controlar y reprimir
las pequeñas luchas sociales, además del aparato policial con su fuerza
bruta, también tiene todos los medios de comunicación que reblandecen el
descontento impulsando el discurso de la inseguridad y la violencia que
deriva en una mayor presencia de las fuerzas represivas, gendarmes en
los trenes, prefectura en los puentes, operativos policiales
permanentes, además de tratar de impulsar proyectos de educación
militarista.
LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
Frente al descontento crecen las organizaciones
sociales, el ejemplo más significativo son los movimientos de piqueteros
que crecen con el aumento del desempleo cada vez mas agudizado.
Estos movimientos tienen diferentes características,
algunos son brazos de partidos políticos de izquierda, otros permanecen
autónomos de partidos, algunos reclaman planes de trabajo, otros de
alimentación, de vivienda, todos piden trabajo y subsidios estatales.
Además, estos se diferencian por sus distintos
métodos organizativos. Hay movimientos que proponen la horizontalidad y
otros que se presentan de manera jerárquica. Un claro ejemplo de
horizontalidad es el de los compañeros de la ciudad de Bariloche (pica.
De Rio Negro) que, cansados de sufrir el hambre, se organizaron formando
el M.A.L.O. (Movimiento Anarquista de Liberación Obrera). En este
movimiento, participan 50 familias de dos barrios (El Frutillar y 34
Hectáreas). Estos compañeros vienen desarrollando acciones como la toma
de un galpón que estaba lleno de cosas (frazadas, leche, chapas, etc.)
que pertenecían a la iglesia, cortes de ruta, reclamos a supermercados,
expropiación de un camión de pañales y están viendo la posibilidad de
expropiar un terreno fiscal para hacer una huerta comunitaria y tienen
la idea de conseguir libros anarquistas para hacer propaganda de la idea
entre los pobladores.
Otro caso es el de las fabricas tomadas, que, al
estancarse la economía y desentenderse la patronal, los trabajadores
decidieron mantener el sistema productivo de la empresa. Algunos
desembocaron en cooperativas y otros luchan por la estatización, todos
tienen apoyo de sectores de izquierda.
A través de lo sucedido en diciembre de 2001, parte
de los vecinos de los distintos barrios comenzaron a organizarse en
asambleas. En un comienzo, una de las características principales era la
heterogeneidad de ideas y se encontraban fuera del marco partidario. Con
el pasar del tiempo, y debido al desgaste continuo que recibían por
parte de los partidos de izquierda la gran mayoría de estas se fueron
disolviendo o fueron adoptando consignas partidarias ( incluso el
secretario general del partido comunista admitió en un reportaje que, si
la izquierda no se hubiera metido en las asambleas, éstas seguirían
existiendo).
Las que no sufrieron este proceso se empezaron a
dedicar a actividades barriales estando aparte de programas políticos.
La actitud del estado frente a todos estos movimientos es de continua
persecución y represión a los integrantes de los mismos, al tiempo que
se criminalizan las acciones de dichos movimientos, penalizando las
protestas, los cortes, reformando las leyes, etc.
SINDICATOS E IGLESIA
A todo esto la mafia sindical nucleada en la CGT,
sostenedora de todas las políticas destructivas de las conquistas de los
trabajadores se mantiene indiferente a la crisis social, defendiendo sus
privilegios a través de un discurso demagógico.
El hecho de que esté unida a la política estatal
despertó un repudio generalizado en el pueblo, siendo sumado al "que se
vayan todos". Por otro lado, la iglesia llamó a la pacificación social e
instó a los políticos a tomar medidas que apunten a la desmovilización
de la protesta creciente, además de llamar la atención a la gente acerca
del voto nulo y de la abstención electoral.
ELECCIONES
Se ve reflejado en la mayoría de la gente un gran
desinterés e indiferencia para con el voto. Este desinterés puede
concluir con un presidente electo poco representativo lo que se
traducirá en un gobierno débil que necesitará mucha represión para
sostenerse, un gobierno que estará entre un pueblo al cual no se lo
puede apretar más y un FMI que quiere que sus exigencias sean cumplidas.
POR LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL
El 19 y 20 de diciembre de 2001, el pueblo, cansado
de la miseria, ignorando el estado de sitio, se movilizó masivamente
ocupando las calles. Se manifestaron también muchos de los que habían
sido afortunados del modelo aplicado en los últimos diez años, al sentir
en carne propia la ira y la humillación que siente la clase trabajadora
al ser expoliada; junto con los desposeídos de siempre reclamaron algún
tipo de cambio, no pensaron que lejos de haber alguna mejora nos
encontraríamos en una situación aun más desastrosa (peores condiciones
laborales, mas pobreza, mas desocupación, mas miseria, mas hambre) que
se impone con la represión militar- policial apoyada por la mafia
sindical de la CGT, junto con la complicidad de los medios de
comunicación y de la iglesia.
Las iniciativas que surgieron, ya sean fabricas
tomadas, asambleas barriales, organizaciones de desocupados, etc., si
bien nacieron de forma espontánea fueron rápidamente captadas, en su
mayoría, por intereses partidarios, pero entonces...¿ todo continua como
antes? Creemos que no fue inútil porque después de toda insurrección las
cosas no vuelven nunca exactamente a su estado anterior, por el hecho de
que el pueblo ha disfrutado de un periodo de libertad y experimento
también su fuerza.
Aprendimos que sólo rompiendo con los esquemas
autoritarios (astucias politiqueras, estructuras partidarias de toda
índole) de aquellos que aspiran a gobernarnos, que controlan y vigilan
nuestros pensamientos y nuestra vida y que desarrollando una práctica
constante y sincera de la solidaridad entre los pueblos, mediante
organizaciones horizontales, federalistas, que luchen directamente, sin
tener ningún mandamás iluminado como jefe, sin negociar con el estado es
la que tenemos que tomar como propia, todos los trabajadores ocupados y
desocupados participando responsable y solidariamente en la lucha por la
dignidad y por la verdadera transformación social.
Federación Obrera Regional Argentina adherida a la
AIT