Philip Agee
[...] C on
vistas a la obtención de información de inteligencia política y al
desarrollo de relaciones con posibles agentes de acción política, la
mayoría de las estaciones tienen establecido un programa constante de
contacto con los políticos locales, tanto de la oposición como de los
partidos gubernamentales. Entablar relaciones de amistad con los
exponentes de la política local no suele resultar difícil, porque los
funcionarios de la CIA, bajo disfraz diplomático en las embajadas,
tienen acceso natural a sus objetivos a través de los cócteles,
recepciones, clubs y otros mecanismos que les permiten reunirse con las
personas de mayor interés. Los funcionarios del servicio diplomático del
Departamento de Estado y los propios embajadores pueden facilitar
también la expansión de los contactos políticos de la estación por medio
de la adecuada presentación de personas. Cuando se establece el interés
de un contacto político local, con vistas a los fines de la estación, se
solicita en la central una investigación de antecedentes y una
aprobación operativa y, a continuación, el funcionario de la estación
que haya establecido contacto con el objetivo empieza a facilitar ayuda
económica destinada a la campaña política y a la promoción del grupo o
partido político al que pertenezca el objetivo. Es de esperar –y ello
ocurre casi siempre-- que el objetivo utilice parte del dinero para
gastos personales, de tal forma que acabe dependiendo de la estación en
calidad de fuente de sus ingresos. [...]
En calidad de árbitros finales de los conflictos
políticos de tantos países, los dirigentes militares constituyen unos
importantes objetivos de reclutamiento. [...] Para alcanzar dichos
contactos pueden utilizarse, a veces, los enlaces que se hayan
establecido entre la Agencia y los servicios de inteligencia locales.
Finalmente, los funcionarios de la CIA pueden también establecer
contacto con aquellos militares de otros países que acuden a los Estados
Unidos para participar en programas de adiestramiento. [...]
El papel de la CIA en el programa de propaganda de
los Estados Unidos está determinado por la división oficial de la
propaganda en tres categorías generales: blanca, gris y negra. La
propaganda blanca es aquella en la que se reconoce abiertamente una
procedencia del gobierno de los Estados Unidos, por ejemplo, de la
Agencia de Información de los Estados Unidos (USIA); la propaganda gris
es aquella que se atribuye a personas u organizaciones que no reconocen
al gobierno de los Estados Unidos como fuente de su material y que
suministran dicho material como propio; la propaganda negra es el
material que se atribuye a una fuente inexistente,
o bien el material falso que se atribuye a fuentes
reales. La CIA es el único organismo del gobierno delos Estados Unidos
con autorización para organizar operaciones de propaganda negra [...]
Tomado del libro "La 'Compañía' por dentro: diario de
la CIA", del ex funcionario de la CIA Philip Agee |
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Moncho Alpuente
C on evangélica y
demagógica humildad, el primero será el último de la lista para el
Ayuntamiento de Bilbao y su cónyuge la tercera de Madrid con Ruiz
Gallardón. Lo de Aznar es un gesto simbólico, lo de Ana Botella parece que
va en serio. Sentada a la derecha de Aznar y, según se dice, vinculada al
movimiento católico integrista "Legionarios de Cristo", millonarios de
Cristo les llaman en México, Ana Botella fue temprana militante de Alianza
Popular, parque jurásico poblado por los viejos tiranosaurios del
franquismo y la que indujo a su marido, un gris inspector de Hacienda, a
saltar al ruedo de la política.
Cuando la figura de Aznar se diluya en el glorioso
limbo de las fundaciones y las instituciones europeas, Ana Botella tomará
el relevo, si las aspiraciones de Ruiz Gallardón son recompensadas por el
éxito en las urnas, Ana se ocupará, con ello amenazan, de los Asuntos
Sociales de la Villa y Corte, algo que para legionarios y otros sectarios
católicos, apostólicos y ultramontanos queda incluido en el ámbito de la
caridad y de la beneficencia, de la catequesis y de la limosna.
El alcalde, saliente de Macdrid, muy a su pesar, José
María Alvarez del Manzano, venía de la misma escuela, era muy de procesión
y de capilla, un meapilas responsable de iniciativas tan desquiciadas como
la de edificar en el Parque de El Retiro, un edificante monumento a la
Virgen para compensar las "malas influencias" de la estatua del "Angel
Caído" , considerada como un homenaje al Diablo, que no lo es porque no le
representa en su mejor momento, derrotado que no victorioso. El monumento
no se hizo pero el ridículo fue mayúsculo.
El integrismo católico actualizado no está en estos
momentos por una política de gestos cara al público, sino por una
infiltración silenciosa en las áreas del poder, entre el secretismo
habitual y las relaciones públicas. El fiscal general del Estado, o Gran
Inquisidor, milita en el Opus Dei, y cuentan que el ministro Acebes es
legionario, y, a estas alturas por lo menos debe ser centurión. A esta
cristianísima legión pertenece también una de las hermanas Koplowitz, tal
vez como madrina de guerra, en esta guerra fría y sucia de caverna y
sacristía, en este país o lo que sea, de nuestros pecados que deben ser
enormes y muchísimos, a juzgar por la tremenda penitencia que nos imponen. |