Leer de
nuevo publicaciones anarquistas de hace años nos hace aprender, formarnos,
tener más conocimientos, no repetir escritos... y no olvidar lo escrito.
El fascismo es un problema que, a juicio de quien escribe, es subestimado
en numerosísimas ocasiones. Leyendo El Pensador, Boletín de
Difusión Anarquista de Andorra - Teruel (número 2, de 1 de noviembre de
1.989), encontramos un artículo que puede causar impacto. Se titula: "¿Qué
es la internacional negra?". Lo firma Antonio López, y lo vamos a
transcribir casi textual. Viene bien para muchas cosas, entre ellas para
no subestimar el nazismo... hace poco un joven angoleño fue asesinado en
Madrid, probablemente por nazis de estética skin head. En fin, ahí va el
artículo:
"La internacional negra, para los
jóvenes que lean este reportaje que me llegó de un amigo de Buenos Aires,
les parecerá una historia de ciencia ficción. Sin embargo, es algo que aún
colea desde los años en que el cuarteto Hitler, Franco, Mussolini y
Salazar se lanzaron al exterminio de la libertad.
Cuando los nazis fueron vencidos en
1945, muchos no sólo no murieron sino que emigraron con sus maletas
repletas de dinero, al amparo de sus riquezas y con la complicidad del
Vaticano y su Papa Pío XII. Para esto, los más altos jerarcas nazis
crearon en 1946 la organización Der SS (Angehörige Odessa), organización
de antiguos afiliados a las SS. Posteriormente Odessa estableció dos
ramificaciones en América Latina: Die Spine (la araña) y Kameraden-Werk
(La obra de camaradas).
La actividad de estos grupos se financió
con fondos provenientes del botín de guerra, el expolio a los judíos
europeos y el capital que los nazis fueron depositando en los bancos
suizos cuando se percataron de que perdían la guerra.
Toda esta masa de dinero se concretó en
la fundación de 112 empresas en España, 58 en Portugal y 212 en Suiza,
capital que también saltó a América: 98 empresas en Argentina y otras 233
repartidas entre Chile, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Brasil y Ecuador,
según informes del departamento de estado de USA. De criminales de guerra
a empresarios.
Mientras tanto, los nazis que
prefirieron buscar refugio en los lugares permitidos de Europa (como
España, Portugal y Suiza) impulsaron en los años 50 la Internacional
Negra, un club cuyos socios eran los principales grupos de extrema derecha
de Occidente, como el Movimiento Social Italiano, Le Front National
(Francia), Fuerza Nueva (España), Nuevo Orden Europeo (Suiza), etcétera.
Este intento de organizar un enlace entre los grupos europeos de
ultraderecha fue realizado por el alemán Otto Skorzeni, jefe del grupo
especial que rescató a Benito Mussolini de su prisión en el Sasso. Otto
Skorzeni, que vivió en Madrid hasta su muerte en 1975, aprovechó las
facilidades acordadas por el régimen del enano Franco para centralizar en
España las actividades de la Internacional Negra. Bajo la apariencia de un
pacífico comerciante especializado en la importación y exportación de
chatarra -cuyo mejor cliente era curiosamente la Unión Soviética-, Otto
Skorzeni tejió una red con enlaces en Francia, Alemania, Italia, Grecia,
Turquía y naturalmente España, hasta un total de más de 60 países,
principalmente los de América Latina, donde al término de la guerra se
refugiaron más de 2500 nazis.
La Internacional Negra se reúne una vez
al año en congresos a los que asisten o asistían delegados de 52 países.
Hasta 1975 las reuniones se hacían en la residencia de campo que poseía
Otto Skorzeni en Málaga. En 1976 el encuentro fue Lyon. Cerca de Ginebra
en el 1977 y en Aix Provence, Francia, en 1978. A partir de 1980 las
reuniones se realizan en Suiza (posiblemente Lausana), ya que el nuevo amo
de la organización es o era el banquero suizo Jorge Albert Amaudruz, quien
por su posición de privilegio en el mundo de las finanzas era o aún es el
encargado de administrar los bienes de la Internacional Negra y coordinar
las actividades de los principales grupos que operan en el mundo.
Esto ha sido sólo un poco de la
Internacional Negra y su odiosa historia. Su vida y obra se debe en gran
parte al conjunto de los Estados Unidos y el Vaticano. Una vez concluida
la guerra, Estados Unidos y el Vaticano coincidieron en que para el futuro
de la humanidad eran más nefastos ate@s, comunistas autoritari@s y
anarquistas que los nazis (formalmente católicos). Se dispuso que América
importara nazis: Al norte fueron a parar los expertos en inteligencia; al
sur, los más criminales. Miserable ecuación, pero bendecida por el vicario
de Dios y el vigía de Occidente. Que nadie olvide la historia pasada, que
nadie ignore la historia presente, no precisamente aquella que nos
muestran los medios de manipulación de masas."
Antifascismo, salud y anarquía. No hay
tregua.
estadono