El pasado20 de julio, nuestro sindicato volvió a manifestarse en la calles y plazas de Génova. Fueron muchos los motivos que impulsaron a muchos de nuestros compañeros y simpatizantes a participar bajo las banderas de la Unión y con un sector propio en la gran movilización que se desarrolló en la ciudad ligur.

Era cierta toda nuestra rabia y nuestro deseo de recordar a Carlo, así como los crímenes policiales del año pasado (La USI tiene una memoria histórica excepcional, la propia de una clase que no olvida y que más pronto o más tarde pasará factura definitiva a todos aquellos que la explotaron y oprimieron.

Cierto que queríamos relanzar, precisamente desde Génova, aquella lucha nuestra (sindical, social, antifascista y antimilitarista), sin concesiones ni mediaciones, que nos llevará en los meses próximos a una nueva fase de durísima confrontación (de la que, para nosotros, el artículo 18 es sólo una parte dentro de un contexto de lucha de amplísimo radio en la defensa de nuestros derechos, así como en la conquista de otros nuevos, tanto en el orden sindical como en el social).

Cierta era, igualmente, nuestra voluntad de afirmar la necesidad de soldar la acción sindicalista con la lucha antimilitarista (el ataque y la invasión de Irak por los USA está ya a las puertas), por la retirada de las tropas enviadas a varios frentes y de los códigos militares de guerra acordados en el parlamento italiano.

Pero era igualmente cierta nuestra voluntad de volver a tomar allí aquellas calles de las que hace un año los trabajadores de la USI, como tantos otros manifestantes, fueron obligados a retirarse

de la que probablemente haya sido la más violenta y amplia represión policial en la calle de después de la guerra.

No ha sido una casualidad que todos nos hayamos puesto a corear largamente "¡Génova libre!"

La USI-AIT no ha olvidado de ningún modo las grandes diferencias (y contraposiciones) que nos separan de la política de vértice y de búsqueda de nuevo poder institucional y económico que caracteriza al Forum Social y a los otros promotores de la manifestación. Del mismo modo que permanece inmutable nuestro desprecio por aquella "izquierda infame" (presente sin embargo en algunos sectores de la manifestación) que, en cinco años de gobierno, ha abierto el camino a los fascistas de Berlusconi (en cuanto al trabajo, a las pensiones, al artículo 18, a los despidos, a las agencias de trabajo temporal, a las privatizaciones, a la represión policial), dando vía libre a la cultura de la guerra y de la muerte (recordemos a Belgrado bombardeada por los aviones de D´Alema). También a estos señores les pedirán un día cuentas las clases explotadas y oprimidas.

Fue por esta razón por la que no nos hemos adherido a ninguna manifestación oficial, dando por el contrario vida, autónomamente,(junto con otros componentes anárquicos y autogestionarios) a un sector libre de la manifestación que ha reagrupado a 5.000 libertarios

Fuerte y consistente el sector propiamente de la USI, encabezado por el ya mítico furgón (lleno de banderas y con potentes amplificadores), que ha reagrupado (detrás del grupo mismo de los compañeros ligures que, hace un año precedía nuestro cortejo) a muchos compañeros provenientes de varias regiones con otras tantas banderas de la USI-AIT.

Desde los micrófonos de nuestros altavoces se sucedieron intervenciones, consignas, músicas y cantos sociales y antifascistas. ¡Tantos puños cerrados y tanta voluntad de gritar y de luchar caracterizaron a nuestro sector de la manifestación!

En Génova hemos demostrado ser, como USI-AIT, un componente vivo, enraizado y organizado en el interior de la conflictualidad de clase. Ahora nos disponemos a enfrentar las durísimas batallas que nos esperan al final de este verano y en el próximo otoño y que verán en el centro de nuestra acción la lucha sin tregua contra el gobierno, contra los patronos (y contra todos los oportunistas) así como la lucha internacionalista y contra la guerra.

Por una gran huelga general y por la unidad obrera de todo el sindicalismo de base.