Se alzan
voces de alerta por la oleada ultra que sacude Europa, algo que no debe
sorprender. Ya en artículos anteriores, advertía sobre la amenaza del "eje"
BerluSSconi-Aznar-Blair, en Francia tenemos a Le Pen, un descerebrado social
que aprovecha la debilidad actual para hacerse con el poder.
El fenómeno de la emigración, junto con
los 60 millones de excluidos hacen que el proyecto de la UE se tambalee
peligrosamente.
Las políticas de Bruselas (centro
neurálgico y cuartel general en Europa de este fascismo) expulsan a millones
de ciudadanos continuamente, siguen concentrándose enormes riquezas en pocas
manos, las multinacionales, las políticas agrarias, los regímenes feudales
(monarquías) obsoletas que hoy perduran a lo largo y ancho de Europa, donde
la ostentación y derroche de una minoría (últimos fastos en Inglaterra)
insulta gravemente a una mayoría excluida, ... son el eje del empeoramiento.
Nuevos caudillos gobiernan países
¿democráticos? (Berlussconi, Aznar, Blair, Chirac) que creían superados
fascismos trasnochados de otro tiempo. En España hipócrita y cínicamente se
conmemora el 25 aniversario de la ¿democracia? (hay que ser muy corto para
pensar que estamos en ella), sólo hay que observar las represiones
socio-económicas y laborales a que está sometida la población española
(igual que en otros países) desgraciadamente el presidente actual no pasará
a la historia por su inteligencia social, pero sí como uno de los mejores
"estrategas" de este fascismo de nueva generación.
La represión que está ejerciendo contra el
colectivo más desfavorecido de la sociedad (los parados) y la guerra sucia
que practica con ellos al calificarles de "parásitos" que viven a costa de
la población activa da una idea de la talla ética solidaria que este
individuo tiene.
La UE se manifiesta incompetente para dar
soluciones coherentes a la llegada masiva de emigrantes, ciudadanos que
huyen de sus países por la falta de recursos básicos. Entran en la "Europa
Opulenta" creyendo que aquí satisfarán sus necesidades, pronto la realidad
les enfrenta con lo contrario, son acogidos en tanto realizan los trabajos
que por su falta de dignidad aquí no hacen los europeos, de lo que se
aprovechan los explotadores de turno. Pero cuando son conscientes de las
represiones, vejaciones y abusos a que les someten y reivindican sus
derechos como ciudadanos empiezan a molestar, y la mejor solución es
devolverles, incluso empleando métodos drásticos (ayuda del ejército en sus
diversas modalidades) que cualquier ciudadano en sus cabales calificaría de
anormal y descerebrada por parte de quien lo lleve a la práctica.
Blindar las fronteras no tiene sentido, El
Hambre es un "enemigo" inteligente y de una forma u otra sus necesidades
serán satisfechas...
Consecuencia de esta situación es el
creciente aumento de la inseguridad ciudadana, comprensible (no para
el populacho) cuando cualquier ciudadano carente de los mínimos necesarios
opta por las actividades delictivas cuando las "legales" se lo impiden para
sobrevivir.
Lamentablemente el ciudadanillo de "a pie"
(cuya inteligencia social brilla por su ausencia), pretende erradicar esta
inseguridad pidiendo más "protección" al Estado, insistiendo en que se
aumenten los efectivos policiales, de seguridad y vigilancia, incurriendo en
un error del cual serán víctimas (conversión de estados demócratas en
estados policiales).
Hay que ser torpe o tener una idiotez
severa para no darse cuenta (o no querer comprender) que las raíces de todos
estos problemas son consecuencia del fascismo que nos gobierna.
Tampoco pasa inadvertida la "alianza" que
sutilmente se está haciendo desde la UE con el neo (nazi) liberalismo
americano, cuyo ¿Führer? A escala mundial pretende acabar con los
Terrorismos que se enfrenta a este régimen (ya sean políticos o religiosos)
como el reciente integrismo islámico. Sabemos que los intereses son otros,
por lo que la tarea se presenta ardua y difícil (por no decir imposible),
nadie quiere quedarse sin pastel y si no se reparte por las buenas
(distribución equitativa de las riquezas) se hará por las malas.
Desgraciadamente, las reacciones tras el
11-S no han ayudado a suavizar la situación, sino todo lo contrario, las
consecuencias están siendo nefastas para la población civil, inmersos en una
psicosis permanente de difícil solución a corto plazo, una agresión contra
los derechos y libertades conseguidas a través de tiempo, que ahora se
quitan de un plumazo.
Urge un nuevo orden mundial ¡ya!, donde
fascismos como éste no tengan cabida. Los llamados Movimientos Antiglobales
están quedando obsoletos y estancados en el mayo del 68, donde dan la
impresión, con sus manifestación lúdico-festivas, de ser los Bufones que
periódicamente entretienen a los servidores del fascismo en cualquier evento
de las nuevas Ágoras Romanas (conferencias, simposiums, congresos, etc.)
Es hora de dar otro paso, cambiando la
forma de actuar, para ello es necesario emplear acciones más contundentes
pero pacíficas, como es la Desobediencia Civil a gran escala, evitando que
ciudadanos en contra de este régimen participen en el tejido social y
económico de éste, que diariamente excluye y envía a los campos de
concentración (Paro) a millones de ciudadanos.
Si no se hace sí, estos movimientos
terminarán pronto difuminándose en el tiempo y dejando vía libre para que
este régimen se desarrolle de manera indefinida.