En EE.UU., los trabajadores "valen" más muertos que
vivos
Las
compañías aseguradoras conciertan con las empresas la póliza "Coli" (Corporate
Owned Lipe Insurance), a espaldas de los interesados, y se convierten en
beneficiarios únicos de los intereses acumulados en caso de muerte.
Millones de trabajadores americanos valen así más muertos que viv0os, al
menos, para las aseguradoras.
El caso de Felipe Tillman vale por
todos. Este joven de 29 años murió destrozado por el SIDA. No estaba
asegurado, y sus familiares no recibieron ni una perra chica. Pero su
empresa sí lo estaba: la muerte del infortunado empleado de Oklahoma
benefició a la CM Holdings Inc.
Millones de trabajadores americanos,
revela el diario Wall Street Journal, ignoran que su muerte producirá
una ganancia financiera a su compañía.
Este tipo de seguro se mantuvo
reservado en muchas empresas americanas. Nacido para proteger a la
compañía por la pérdida imprevista de empleados insustituibles, en los
años 80 se extendió a todos los empleados. En la jerga de las pólizas
son denominadas "los seguros del barrendero".
La Nestlé USA cubrió con este tipo de
póliza a dieciocho mil empleados. La Pitney Bowes la utilizó
en las confrontaciones de veintitrés mil empleados, La Procter and
Gambles cubrió por este procedimiento a quince mil empleados en USA.
Las pólizas son ventajosas porque
permiten a todas las compañías usarlas para obtener créditos con
intereses no gravables. A esto hay que añadir el beneficio neto de la
muerte del empleado.
La situación ha dado lugar a casos
paradójicos. Cuando en 1994 la enfermera Peggy Stillvagoner murió en un
accidente de carretera, tras algunas horas de agonía en un hospital, los
familiares, carentes de todo medio, pidieron ayuda al patrón de la
finada para pagar los gastos médicos. No recibieron ni un solo dólar.
Sólo tras unos años descubrieron que la empresa médica había metido en
caja doscientos mil dólares del seguro por la vida de la enfermera.
Tomado de
www.ilnuovo.it