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Verano, veranito S.P. del Comité Nacional Aprieta el calorcito, llega el verano y tenemos que disfrutar; todo va a estar más relajado e invitando a la tranquilidad y el sosiego. Incluso este editorial va a ser más veraniego y simpático, ¡qué caramba! Pasaron las elecciones municipales y a electos y dirigentes políticos les toca desnudarse para ir a la playa; hay que quitarse ideología y compromisos electorales y promesas para poder retozar entre pactos y cambalaches, que nunca se sabe con quién se puede ligar. El paro descenderá derretido por el calorcito de los contratos basura que fermentarán y dejarán unas jornadas desmesuradas en la hostelería, pero el día es largo y soleado y lo tenemos que aprovechar. A unos cuantos los mandarán a la calle con la disculpa de no superar el período de prueba, después de haber sacado adelante el exceso de trabajo estacional, así disfrutarán de las vacaciones. Nos desmorraremos en carreteras deficientes; nos comerá un socavón del tendido del tren de alta velocidad o asistiremos, en primera fila, a un accidente del obsoleto ferrocarril de siempre, pero, sin tanta ropa superflua, se van a identificar mucho mejor los cadáveres. Nos vamos a poner muy morenitos en las playas de Galicia y cornisa Cantábrica, sin necesidad de costosas cremas; además es un moreno que tarda en quitarse. Con este estupendo tiempecito, las pateras florecerán y asistiremos a preciosas regatas y carreras náuticas. Si tenemos suerte, como una tormentita de verano, caerá algún decreto, alguna reforma, alguna ley que nos exprima aun más y recorte nuestros derechos. En las cárceles se solucionarán los problemas de humedades y ¡qué bonitos paseos se podrán dar por el patio!. Cortitos, para no cansarse. Los reyes de España y, con suerte, ilustres invitados irán a veranear a esa maravillosa isla, en la que, aparte de ayudar a solucionar esos molestos problemas de seguridad ciudadana, harán publicidad de sus playas y sus gentes. La televisión no hará falta escucharla, con quedarnos embobados contemplando los esculturales cuerpos veraniegos será suficiente. Los periódicos quitarán parte de esas tristes y aburridas noticias sobre guerras, masacres, injusticias...y nos alegrarán con simpáticas secciones sobre las andanzas de esos personajes que tanto nos entretienen con sus separaciones, no separaciones, hijos secretos, madres desconocidas, madres pluridactilares, inauguraciones...¡apasionante! Y así, muchas más cosas que nos harán cocernos en nuestra propia estupidez e inconsciencia veraniega. Pero siempre quedan aguafiestas, y, en los locales de la CNT, mucho nos tememos que seguirán con lo de siempre: defendiendo a los obreros, incordiando a los patronos y trabajando día a día por otra sociedad libre y justa para todos.
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