Después
de un tiempo de reflexión, nos llegamos a plantear si ha sido un
accidente. En principio, un accidente es un suceso fortuito, imprevisible
y extraordinario; viendo que no ha sido el único, que las condiciones en
que se encuentra la red de ferrocarriles es bastante penosa y que la
inversión en mejoras y mantenimiento es prácticamente inexistente, dudamos
que sea un accidente, mas bien pensamos que es la consecuencia de la
desidia y la especulación.
Es un secreto a voces la
apuesta gubernamental en infraestructuras de alto coste y, en consecuencia
del alto beneficio, como el tren de alta velocidad y la dejadez en
mantener en condiciones dignas la infraestructura existente. En esto
coincidimos todos, sin embargo, nos producen nauseas los lamentos, el
rasgar de vestiduras y el intento de los llamados sindicatos mayoritarios
de echar la culpa al muerto.
Estos sindicatos son co-responsables
de este estado de cosas. Los trabajadores de R.E.N.F.E. saben
perfectamente la preocupación de los supuestos mayoritarios en los
problemas de la empresa: nula. La mayor preocupación de estos sindicatos
es mantener sus cuotas de poder dentro de la empresa, y esto se consigue
encubriendo a la empresa engañando a los trabajadores y siendo cómplices
de un deterioro constante de los servicios públicos. No nos valen sus
lamentos cuando la legislación vigente les faculta para controlar la
seguridad en el trabajo, tienen información privilegiada y los mecanismos
legales para evitar condiciones laborales precarias.
La precarización de los
servicios públicos es una constante que esta siendo posible con la
complicidad de estos llamados sindicatos representativos; si los
trabajadores no tomamos conciencia de nuestra responsabilidad y dejamos de
hacer dejación de nuestros derechos y obligaciones en manos de burócratas
ajenos al trabajo cotidiano, hechos como este "accidente" seguirán
sucediendo.
Sec. Perm. Comité Nacional
de CNT-AIT |