n febrero de
2003 termina el periodo de demandas-ofertas para iniciar un proceso de
privatización de todos los servicios públicos (los que quedan se entiende)
de los países que componemos la UE. Este proceso es sólo de ida. Es como
lo del euro. Luego dentro de un par de años, no más, saldrá el Pascal Lamy
de turno (este señor es el comisario del comercio de la UE) diciendo que
se equivocaron pero que el proceso es irreversible.
Pues bien, sintéticamente, El Acuerdo General de
Comercio de Servicios (AGCS) es una de las normas que emite la OMC
(Organización Mundial del Comercio) y que vincula a los estados miembros,
en este caso los de la UE, para la liberalización de todos los servicios
públicos, excepto Bancos Centrales, Justicia, Policía y Defensa Nacional.
Hay algunas excepciones, pero todo lo que pueda ser objeto de mercado y de
competencia, entrará de lleno en la privatización. Esto significa, en
primer lugar invasión de las multinacionales, que contarán con una
infraestructura "pública", desde pantanos a cloacas, desde redes
eléctricas a centrales de energía, desde colegios (edificios) hasta
hospitales (edificios y estructura), para explotarlo privadamente, sin
limitaciones medioambientales, jurídicas, fiscales etc. Su única
limitación, respetar la competencia y la oferta y la demanda. En segundo
lugar, poder importar mano de obra de cualquier lugar del mundo, con las
condiciones que marque el servicio, no el Estado, precariedad, despido
libre, contratos temporales, condiciones diferentes de los trabajadores
del país, con lo que generará baja de salarios y deterioro de derechos
laborales y sindicales.
Pero, además, hay una serie de características:
cláusula de nación favorecida, entre otras, que obligatoriamente favorecen
al poderoso y a la poderosa multinacional. Prueba de todo ello es el
secretismo que se ha mantenido en todo el proceso previo. El Sr. Pascal
Lamy y el comité 133, lo justifican en bien de la soberanía que los países
tienen para elegir su comercio. ¿Y los ciudadanos? ¿No tienen soberanía?
Habíamos leído en alguna constitución que la soberanía residía en el
pueblo. ¿Es que esto ha cambiado y son los criterios de la OMC los que
rigen ahora?.
Solo nos queda la contestación masiva a estas normas de
la globalización neoliberal que destrozan derechos de los ciudadanos que
tanta sangre y tanta historia han costado. Volver al Ancien Régime,
antes de la República Francesa, es de chiste, sino fuera tan trágico. Y da
la casualidad, que esto va a coincidir, (no creemos en estas
casualidades)con una guerra anunciada o dos, para que quede todo solapado
y entrar con una votación parlamentaria en la UE, por la puerta de atrás y
sigilosamente, atentando contra todos los ciudadanos que mantenemos que
libertad, igualdad y fraternidad, son valores que no debemos perder.
Volver a los apagones (Electricidad en California), no
depurar las aguas (Buenos Aires en Argentina), por no citar escándalos
como Enron, Unión Carbide en Bhopal, India, o más cercanos, Sintel en
Madrid, la privatización de hospitales como IDC en la clínica de la
concepción, todo el SEPI desmantelado por Ruiz Jarabo, que en vez de velar
como responsable, sigue la política neoliberal del PP, y ya sólo le queda
desmantelar Iberia y TVE. Esta semana se desprendió de Transmediterránea.
Tenemos que denunciar a estos desalmados, que cuando
dejan la política, se convierten en consejeros de las empresas que
privatizaron. Los casos Villalonga y Alierta, la connivencia en Gescartera
y el BBVA, con los paraísos fiscales y personajes políticos implicados, es
adónde nos conduce perder la parcela del Derecho público y entrar en el
derecho privado, que no vigila, porque no es su función, los intereses
generales.
No perdamos la ocasión. Difundamos estos acuerdos. Que
se conozca la trampa que quieren hacer. Lo mismo que en Seattle en 1999,
paremos a la OMC en su capitalismo neoliberal devastador.
Lo mismo que en 1998 con la OCDE se paró el AMI,
gracias a la resistencia global ciudadana.
Este Llamamiento a los ciudadanos, a los sindicatos, a
las fuerzas de izquierda, a las ONG'S, es un grito desesperado.
Tenemos que luchar por OTRO MUNDO POSIBLE y rápido
porque se nos acaba el tiempo. Antes de marzo de 2003. La ocasión es
histórica.
Antonio Cruz González
Extraído de ACP Sindominio