on la
asunción de Lula el gabinete del Partido de los Trabajadores quedó
integrado bajo el comando de hombres de confianza del gran capital. Al
frente del mismo, nombrado mientras Lula visitaba al "compañero Bush" en
Washington semanas atrás, quedó Antonio Palocci, "hombre del mundo
empresarial y los bancos (que) comprende perfectamente bien que el
gobierno de Lula será tan capitalista como el de Cardoso" (Clarín,
1/12/02). Pocos días después, Lula "se encargó personalmente de presentar
a Henrique Meirelles como "compañero presidente" (sic) del Banco Central.
El sic corresponde al texto original de la corresponsal del diario
argentino (13/12/02). Sucede que el "compañero" Meirelles fue hasta hace
cinco meses presidente mundial del BankBoston, con sede en Estados Unidos,
donde "llevó una vida regia con un salario anual de 7 dígitos en dólares"
(ídem). No es todo: Meirelles fue elegido diputado federal en octubre
pasado en la lista del partido... de Fernando Henrique Cardoso.
Tampoco se trata de una excepción: en el otro
ministerio clave para los patrones, el PT colocó al dueño del pulpo de la
industria alimenticia Sadia –Luiz Fernando Furlan–, que, en las últimas
elecciones, había votado por el candidato de... Cardoso, José Serra. Se
trata de un viejo conocido de sus congéneres capitalistas argentinos
porque promovió un juicio contra la Argentina ante la Organización Mundial
del Comercio, aún sin resolución. El asunto data del año 2000, cuando el
gobierno De la Rúa impuso precios mínimos al ingreso de pollos de su
empresa, acusada de competencia desleal. ¡Ah!, por supuesto, el hombre
sube con el mandato de "reconstruir el Mercosur". La poderosa Federación
de Industrias del Estado de San Pablo declaró inmediatamente su apoyo a
Furlan. "Para los medios industriales brasileños fue una elección
inmejorable" (Clarín, 14/12/02).
El tercer ministro designado para completar el "área
económica" es Roberto Rodríguez, representante de una corporación de
grandes productores rurales (Asociación Brasileña de Agrobussines) y dueño
de un ingenio azucarero.
¿Y la izquierda del PT? Valter Pomar, unos de sus
máximos dirigentes, que ocupa una de las tres vicepresidencias del PT,
acaba de ser consultado (Página/12, 29/12/02) sobre cómo piensa que pueden
compatibilizarse los programas sociales y los compromisos asumidos con el
FMI. La respuesta es de antología: "Una política de ruptura de los
contratos provocaría un desastre que impediría la política social". Pero
sucede que, como resultado de tales compromisos el gobierno debe utilizar
el equivalente de unos 15 mil millones de dólares en el 2003, para cumplir
con los intereses usurarios del endeudamiento.
No es moco de pavo: semejante torta de dinero
alcanzaría para que millones y millones de hambrientos brasileños
"desayunen, almuercen y cenen", el objetivo que se trazó Lula en su
discurso original como presidente.
Valter Pomar, sin embargo, subido al carro del apoyo al
acuerdo con el Fondo, suscripto por el "neoliberal" Cardoso, dice que los
eventuales conflictos "serán manejados con la política económica: la tasa
de interés, por ejemplo...". Pero la tasa de interés la van a manejar los
banqueros y los patrones. El flamante presidente del Banco Central acaba
de declarar que "creemos en la continuidad... el gobierno no va a hacer
cambios bruscos o ideológicos en materia de política monetaria" (en
relación al gobierno neoliberal precedente) (O Estado de Sao Paulo,
20/12/02). A pesar de todas las evidencias, Pomar no vacila en afirmar que
"los trabajadores van a tener un gobierno de su lado".
En la misma línea se confesó ante Página/12 otro de los
líderes históricos del ala izquierda petista, Raúl Pont, ex intendente de
Porto Alegre, vinculado al llamado Secretariado Unificado de la IV
Internacional y figura central del partido en Río Grande do Sul.
(Página/12 no dice que luego de la gobernación petista,
en las elecciones de octubre pasado... ganó la derecha). Pont apoya la
incorporación de los líderes patronales de la industria y el campo al
gabinete lulista: "Muchos propietarios empresariales y rurales son
concientes de que el modelo volcado a lo financiero no da para más y saben
que ellos también deberán hacer un esfuerzo". El razonamiento es
ciertamente instructivo. Ya sabíamos que la derecha del PT había apoyado a
la Alianza, ahora sabemos que la izquierda apoya el gobierno "productivo
capitalista" de Lula a favor de una política duhaldista. Con este
propósito, Pont declara que su corriente "exige participación en el
gobierno, pero, si no lo logramos, no vamos a abrir una guerra dentro del
partido". Además, "ninguna de las corrientes del partido que no responden
a Lula vamos a hacer ninguna ruptura, ni quebrar el bloque parlamentario.
Mucho menos irnos del partido".
Los fiscales de la izquierda petista se han
transformado así en los garantes del gabinete derechoso capitalista con el
cual debuta el PT.
Prensa Obrera, Argentina
Ya se os cayó el muro de Berlín, caísteis en el
discurso del fin de las ideologías con el socialismo de la sociedad del
bienestar y los eurocomunismos varios y ahora se os cae la chapa de "forosocialeros",
os vais a tener que inventar otro periódico (a ver que dice de todo esto
"Le Monde Diplomatique"), otro mito porque éste tiene los pies de barro,
no, de lodo.
Señores Méndez y Fidalgo lo mismo a ustedes les interesa
una campaña tan resultona como ésta no sé... consulten en el próximo Foro
Social.
Ni izquierda, ni derecha, ni confusionismo obrerista.
Enviado por Río