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Colectividades Nuestro objetivo, como anarquistas, es el cambio social y económico del pueblo, y ello se logra con el ejemplo del día a día. La solidaridad, el apoyo mutuo, la acción directa están en pleno rendimiento en nuestro sindicato, la CNT, pero las revoluciones las realiza el pueblo, y éste, desgraciadamente, aún no está en el sindicato. El lugar de reunión de la mayor cantidad de los hijos del pueblo está en los tajos. Pero ) cómo están los tajos?: horas interminables y no pagadas, higiene deplorable, despidos preventivos, accidentes laborales continuos por las condiciones de trabajo y la estructura del salario, vasallaje e insultos por parte de los superiores etc.... La CNT está con los obreros, querellándose contra los patronos, luchando con la acción directa en las calles, dando hasta el último aliento de su inmenso corazón, pero, aunque se ganen las batallas, se pierde la lucha. Y es que el problema sigue subsistiendo, porque sigue habiendo la infranqueable muralla de separación entre el patrón y el proletariado. No insinúo que tengamos que abandonar los puestos de trabajo, ni el contacto con nuestros hermanos de clase, pero también hay una alternativa que parece que ha caído en el olvido: las colectividades. Las colectividades son un lugar de libertad donde la imaginación suprime el enorme esfuerzo del trabajo asalariado. El obrero consciente de su dinamismo, en las colectividades, crea más y mejor, porque trabaja en un proyecto que es suyo y, a la vez, de toda la colectividad. En las colectividades, no hay patrones ni encargados ni esquiroles. En las colectividades, hay personas conscientes de su trabajo, que, sin una ley que les coaccione, son eficaces, haciendo funcionar la enorme rueda de un inmenso engranaje. Todo colectivista recibe el mismo sueldo y los beneficios se invierten en la colectividad y el sindicato. Alguien dirá que lo que no queremos los anarquistas es el autoempleo, sino colectivizar las empresas capitalistas ya existentes. Mi opinión es que llegará el día de la revolución social y colectivizaremos las empresas, pero crear colectividades ahora es poner los primeros cimientos a la futura experiencia. La creatividad, tan vigorosa siempre en el ideario ácrata, será el mayor ejemplo para el pueblo, que por fin se dará cuenta de que no necesitamos a los patrones para nada, porque nosotros somos los productores de todos los beneficios de la sociedad y ellos, unos parásitos que nos los gestionan. Dani - Girona |
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