El día anterior, en horario lectivo y con la ayuda de alumnos del Instituto simpatizantes de la Organización, se había estado repartiendo panfletos informativos a alumnos y profesores de los distintos IES, notificándoles lo de la concentración que iba a tener lugar. Cuando temíamos que la respuesta iba a resultar fallida, se presentaron en el local del sindicato, donde ya andábamos preparándolo todo, un grupo de estudiantes impacientes a avisarnos de que la gente ya se estaba concentrando en el ayuntamiento. Se habían concentrado unas 50 personas, que, para un pueblo como Adra no eran precisamente pocas. Desde allí y con nuestra pancarta y nuestras banderas nos dirigimos al Ayuntamiento viejo que está en obras, y que, por estar en la calle principal, es más transitado. En el camino empezaron a corearse las primeras consignas: «¡FUERA LA IGLESIA DE LAS AULAS!».

De forma colectiva y espontánea, cortamos el tráfico por la calle principal. Los transeúntes nos miraban atónitos y algunos nos increpaban. En parte, era lo que buscábamos, pues, aunque nadie ignoraba que la Ley de Calidad seguiría seguramente adelante, se trataba de empezar a despertar a la gente de su «dulce sueño».Por lo menos, que comiencen a plantearse interrogantes (seguro que más de uno lo haría, al volver a ver las banderas rojinegras en las calles de Adra).

Ya en el Ayuntamiento viejo, nos replegamos detrás de la pancarta, cuando llegan «los de siempre» algo exaltados, advirtiéndonos de que tuviéramos cuidado con lo que hacíamos o nos tendríamos que atener a las consecuencias: que protestemos, pero que no se note; que nosotros ya somos molestos porque lo que, en realidad, queremos es no estudiar ni hacer nada ; ¡ay, si el generalísimo levantara la cabeza!...En cambio, otros nos saludaban puño en alto : «¡Viva la CNT, viva la FAI !».

Entretanto, nosotros seguíamos con nuestras reivindicaciones. Una profesora en huelga también se nos unió. Permanecimos allí más de una hora, mostrando nuestro rechazo a la Ley y a toda la puerca política:

«¡Ni PP ni PSOE, EDUCACIÓN EN AUTOGESTIÓN!»

No sabemos cómo la cosa fue en otros sitios. Conocemos el poder de los Medios de Comunicación. Sabemos lo difícil que es mostrarnos ante la sociedad como una alternativa, con una perspectiva radicalmente opuesta a la oficial, pero probablemente, al menos aquí en Adra, una buena parte de los y las estudiantes vieron que hay otra manera de organizarse para defender nuestros derechos, sin ser utilizados por demagogos aspirantes a subvenciones del poder o al mismísimo poder. Y estamos seguros de que Adra no estuvo sola.

Compañeras y compañeros, ante la amenaza neoliberal que se cierne sobre el ya precario Sistema Educativo y la sociedad en general, sólo nos queda la autoorganización.