No creo que ninguna persona laboriosa, sea un albañil, un 
    carpintero, un agricultor, un investigador, un médico, etc. pudiera resistir 
    largo tiempo cerrando los ojos a los resultados de su trabajo. Los HECHOS 
    son siempre la mejor prueba, la única prueba de verificación de que la tarea 
    emprendida ha dado o no los resultados apetecidos. A partir de estos 
    resultados se puede corregir, rectificar, mejorar o hasta cambiar 
    radicalmente los métodos, las herramientas o los sistemas empleados. A 
    partir de los HECHOS podemos desarrollar nuevas aplicaciones científicas y 
    hacer de otros sueños futuras realidades.
    Cuando los HECHOS son sistemáticamente obviados (OBVIAR: 
    negar o evitar lo que puede ser contrario) el resultado es la esclerosis 
    tanto del albañil, como del carpintero, como del agricultor, como del 
    investigador, como del médico. Obviar los hechos representa la más absoluta 
    negación a utilizar el mejor instrumento de los humanos: la inteligencia. 
    Obviar los hechos es el campo abonado para la metafísica .
    Para una gran mayoría de los actuales politólogos e 
    intelectuales, obviar los hechos que acontecen en el mundo, el gran proceso 
    de destrucción en el que estamos inmersos y el verdadero significado de la 
    actual crisis, es el pan nuestro de cada día... Así, sus discursos vacíos, 
    metafísicos y de espaldas a la realidad, van cayendo en el inagotable saco 
    agujereado de la inutilidad y de la insensatez. El rigor científico con el 
    que la sociedad aborda sus tareas cotidianas, es necesario que también 
    impregne cada vez más la sociología, la política, la economía, y a todas 
    aquellas materias que han intentado explicar e influir en el pensamiento y 
    en el comportamiento de los seres humanos .
    Mil discursos y cientos de páginas escritas para nada. 
    Cientos de nuevas palabras inventadas, de nuevos recursos morales y 
    filosóficos, de retórica de buenas intenciones, de frases ingeniosas y 
    rebuscadas devienen sencillamente en papel mojado.
    
    Los hechos avanzan implacablemente
    
    Y mientras los HECHOS siguen determinando la historia de 
    los hombres ellos continúan preguntándose por el sexo de los ángeles .
    Ellos no comprenden que la Historia recorrida hasta 
    nuestros días ha sacrificado la verdad, la justicia y los grandes ideales AL 
    PODER, y siempre ha condenado a muerte a aquellos hombres y a todos los 
    pueblos para quienes la verdad fue más importante que la ACCION, y la 
    justicia más esencial que la FUERZA .
    Frente a la destrucción del mundo, no es tiempo de 
    grandes ideales ni de verdades filosóficas. Son momentos en que solamente la 
    acción decidida de los pueblos puede cambiar el rumbo de la Historia. Apenas 
    nos queda margen ni tiempo para elegir entre esto o aquello. Solamente 
    podemos hacer lo necesario o no hacer nada... y esperar sumisamente un gran 
    periodo de destrucción y aniquilación humana .
    Esto que ustedes no entienden y que les puede parecer un 
    discurso catastrofista, es el auténtico drama humano, (los HECHOS), en el 
    que viven millones de pobladores del Planeta, de jóvenes sin esperanza, de 
    niños desnutridos y acosados por pandemias, de hombres y mujeres que no 
    llegarán a vivir más de treinta y pico de años, de pueblos enteros que se 
    debaten entre el éxodo o la extinción.. .
    Estos hechos son irrefutables y toda la palabrería 
    moralista para torcer este proceso se ha demostrado absolutamente vana y 
    fracasada .
    Quien no quiera reconocer que estamos en una crisis 
    distinta a otras crisis vividas anteriormente está ciego. Esta es una crisis 
    límite .
    
    La crisis del sistema
    
    Ni el robo, ni el saqueo, ni la corrupción, ni la 
    especulación, auguran ninguna crisis de un sistema económico. Todo esto ha 
    tenido lugar en todas las épocas y en todos los sistemas sociales aún en sus 
    momentos de mayor auge y esplendor. Podríamos relatar un sin fin de tales 
    situaciones, tanto en las dinastías egipcias como en las chinescas, como en 
    la Roma Imperial, como en el Medioevo, como en la construcción de los 
    ferrocarriles americanos, como en la expansión colonialista, etc .
    Una sociedad sustentada en el "derecho a la propiedad de 
    unos" (o negación de este derecho a otros) ya ha legalizado de hecho el 
    robo, el saqueo, la corrupción y la especulación .
    Es cuando la sociedad no puede seguir avanzando bajo unas 
    relaciones determinadas que decimos que el modo de producción está en crisis 
    y cuando esta crisis es irresoluble podemos hablar de colapso .
    Cuando se llega a esta situación se asiste a un cambio 
    sustancial en la FORMA con la que los sectores privilegiados intentan 
    conservar el PODER .
    La situación actual no es ninguna novedad en la Historia. 
    Cuando el modelo de producción entra en decadencia, el poder ya no puede 
    sostener la estructura legal y jurídica (lo que llamamos el Estado de 
    Derecho) con la que ejerció la sumisión de sus súbditos. Como el "modelo de 
    producción" (por ineficacia) se transforma simplemente en un descarado 
    "modelo de saqueo y pillaje" lo que aflora de manera descarnada es el 
    derecho de la fuerza. Las leyes de la guerra, del saqueo, de la destrucción 
    y la imposición de la paz de los guerreros, se imponen como los únicos 
    principios de estabilidad y de orden social .
    Cuando esto ocurre se abre un periodo de un gran 
    retroceso y anquilosamiento de la sociedad. Son procesos de una gran 
    destrucción .
    Cuando el aparato político-militar toma directamente las 
    riendas de esta nueva estructura del Poder, solo podemos hablar de las leyes 
    de la fuerza. La burguesía que lideró el modelo de producción capitalista, 
    con su instrumento: la Democracia, ya ha cedido su mando a un funcionariado 
    oligárquico, criminal y mafioso, que necesariamente se servirá de un nuevo 
    instrumento: las legiones. Los 380.000 millones de dólares del presupuesto 
    de Defensa de los Estados Unidos (pendiente de una nueva petición de aumento 
    de 35.000 millones) y los 38.000 millones de dólares para un 
    macrodepartamento de Seguridad Interior en donde trabajarán 170.000 
    funcionarios (a parte de la CIA y del FBI), no dejan opción a la menor duda. 
    El Cesarismo ha sustituido a la Democracia. El Senado romano siempre 
    entendió muy bien lo que sucedía cuando las legiones atravesaban el Rubicón 
    .
    Estas reflexiones generales ya forman parte del discurso 
    de muchos analistas y estudiosos. Se escribe constantemente del Imperio, del 
    Nuevo Orden Mundial, de Estados Canallas, de economías destructivas, de 
    oligarquías mafiosas y criminales, de capitalismo de casino, etc. Pero todo 
    parece indicar, para algunos, que el problema está en la FORMA en la que un 
    grupo de cleptómanos malvados y especuladores han relegado a un segundo 
    término a un capitalismo productivo, tecnológicamente avanzado (que sigue 
    estando en el centro de la vida económica de las sociedades) y que de alguna 
    manera misteriosa puede aún aplicar ciertas medidas correctivas 
    (especialmente morales y éticas) en la producción y la distribución de la 
    riqueza. Tal vez les refrescará la memoria un párrafo de Malthus sacado de 
    su obra "Ensayo sobre el principio de la Población" (1798): Quien nazca en 
    un mundo que ya ha sido objeto de apropiación privada y no tenga medios de 
    subsistencia ni de sus padres ni de su trabajo, no tiene derecho a que le 
    mantengan los demás; en realidad, es un ser inútil en este mundo. Ningún 
    plato le está reservado en la gran mesa de la Naturaleza, La naturaleza 
    decreta que debe irse, y él no tarda en acatar esta órden. Se trata en 
    definitiva de "seguir alimentando a este capitalismo productivo de los 
    valores éticos que promuevan la solidaridad de las naciones y la equidad en 
    el mundo, frente a un capitalismo de rapiña y de especulación financiera" (Adrian 
    Salbuchi: "Argentina en manos de la mafia mundial") .
    Yo les podría decir que ustedes viven aún en el siglo 
    pasado. Es probable que las mentes de las élites que gobiernan el mundo 
    fueran desenmascaradas por cualquier análisis médico o psiquiátrico 
    riguroso. A buen seguro que no son simples cleptómanos. Pero en todo caso no 
    son en demasía diferentes (en criminalidad y sadismo) a las mentes que 
    gobernaban el Antiguo Régimen, por ejemplo. Pero el derrumbamiento del 
    Antiguo Régimen no puede ser analizado por la salud mental de sus dirigentes 
    ni por la legitimidad moral o ética de sus instituciones .
    La legitimación de un sistema social (la legitimación de 
    la defensa, la justificación, y el mantenimiento de las leyes que lo 
    sustentan) tiene un carácter colectivo e impregna en la vida, el pensamiento 
    y el comportamiento de todos los miembros de la sociedad. Aunque esté regido 
    por la fuerza necesita imperiosamente ser impuesto por unos y aceptado por 
    otros .
    La ilegitimación del Antiguo Régimen la encontrarán 
    fácilmente en su incapacidad de desarrollar la máquina de vapor, el 
    ferrocarril, los nuevos sistemas fabriles, la industria siderúrgica, el 
    comercio, etc. Es decir cuando el conjunto de relaciones de producción que 
    constituyen la estructura económica de la sociedad, representan un absoluto 
    freno para el desarrollo de las fuerzas productivas empujadas imparablemente 
    por las nuevas adquisiciones del conocimiento humano .
    Toda la estructura jurídica y política de la vieja 
    sociedad sólo se puede sostener, entonces, por la fuerza y la brutalidad .
    No me extraña en absoluto que la mayoría de analistas no 
    alcancen a criticar mas allá de las FORMAS en que se sostienen estos 
    estadios de gran contradicción entre el modelo económico y el desarrollo de 
    las fuerzas productivas. Obviar el contenido de esta contradicción no 
    significa más que obviar el verdadero meollo de la cuestión: las relaciones 
    de PROPIEDAD que sustentan el modelo económico en decadencia .
    Pero esta cuestión parece ser un hecho menor o poco menos 
    que intocable .
    Como es un asunto menor o intocable, no es nada extraño 
    encontrar aún voces que claman a las burguesía nacionales emprendedoras 
    (pero impedidas y ahogadas por la fuerza de una oligarquía militarista y 
    especuladora) para que tomen el mando de un modelo capitalista ético y 
    equitativo .
    Ellos obvian la Historia. Las burguesías nacionales ya 
    realizaron esta tarea. Unas fueron derrotadas y otras se erigieron en el 
    liderazgo de la nueva oligarquía mundial que domina el mundo. La Segunda 
    Guerra Mundial y el derrumbamiento de la URSS ya ha definido con bastante 
    claridad la composición del Imperio. Las guerras imperialistas ya han 
    terminado .
    Esta oligarquía mundial es el resultado de una gran 
    concentración de capital industrial y financiero basado en el expolio de los 
    recursos de la Tierra y en la apropiación de los resultados de una gran 
    revolución industrial, científica y tecnológica. Globalización e Imperio no 
    son más que la vertiente económica y política de un mismo fenómeno. Se ha 
    producido una gran concentración de la PROPIEDAD
    Entraría pues en su lógica clamar por la vuelta a atrás 
    de la Historia: ¡que las burguesías nacionales vuelvan a recuperar la 
    propiedad sobre sus territorios, de sus industrias, de sus entidades 
    financieras, etc.
    Proponer de nuevo lo que históricamente ya ha acontecido 
    es simplemente un sarcasmo .
    El Mercado Común Europeo, el ALCA y el recientemente 
    constituido Mercado Africano no son más que intentos desesperados, no para 
    enfrentarse con esta oligarquía mundial, sino para intentar subirse a su 
    carro. Con toda posibilidad, estos nuevos mercados regionales se convertirán 
    en grandes infraestructuras coercitivas (militares y tributarias) al 
    servicio del Imperio para el expolio de sus ciudadanos. La gran fuga de 
    capitales hacia los centros del poder es el hecho más significativo .
    Toda la ficticia libertad de los mercados nacionales o de 
    los mercados agrupados para operar y negociar acuerdos comerciales en el 
    marco de lo que se vino a denominar libre mercado o libre competencia (que 
    en los mismos EEUU dependía del Capitolio, es decir del poder legislativo 
    estadounidense), también ha terminado. La nueva ley impuesta por George Bush 
    (27 de julio), el fast track, permitirá que sea el aparato político militar 
    que detenta el poder, quien directamente apruebe los acuerdos comerciales de 
    las empresas norteamericanas. Los grandes lobbys ya no necesitarán actuar 
    sobre el Congreso y el Senado para que se aprueben políticas favorables a 
    sus intereses. Bastará la autoridad de Bush .
    En cierta manera podemos decir que este modelo de "saqueo 
    y pillaje" del mundo, va adquiriendo una nueva estructura legal y jurídica 
    que nada tiene que ver con la que la "honorable y honesta" burguesía 
    enmascaraba su poder en el siglo XVIII .
    Este capitalismo de rapiña, mafioso, destructor y 
    criminal, no es más que el desenlace histórico inevitable de aquel 
    capitalismo productivo, emprendedor y desarrollista cuando entra en plena 
    decadencia .
    Pedir a la burguesía que defienda los valores éticos, que 
    promuevan la solidaridad de las naciones y la equidad en el mundo, es obviar 
    que esta burguesía ya no existe, que la Sociedad de las Naciones ya hace 
    años que desapareció y que la Organización de las Naciones Unidas ya ha 
    quebrado .
    La gran concentración de la Propiedad que se ha producido 
    en las últimas décadas es, en si misma, la realización absoluta del sistema 
    y es, a su vez, (cuando alcanza los límites absolutos) precursora de su 
    total agotamiento. Cuando la privatización del mundo alcance su máxima 
    realización, la crisis ya no podrá ser resuelta dentro de sus propios 
    espacios .
    (...)"Una formación social nunca declina antes que se 
    hayan desarrollado todas las fuerzas productivas que ella, en toda su 
    extensión, es capaz de contener y nunca surgen nuevas relaciones de 
    producción superiores antes de que sus condiciones materiales de existencia 
    hayan sido generadas en el seno de la vieja sociedad. Es por esto que la 
    Humanidad nunca se propone realizar tareas que no pueden ser llevadas a 
    cabo, ya que si analizamos bien las cosas, llegaremos siempre a la 
    conclusión de que la propia tarea solo surge si las condiciones materiales 
    de su resolución ya existen de antemano, o por lo menos existen en vías de 
    formación". (Marx, en el prefacio de la "Crítica de la economía política") .
    La inmensa capacidad de desarrollar las fuerzas 
    productivas que la Humanidad ha alcanzado camina en el sentido contrario al 
    de la parcelación o individualización de la propiedad. Hace muchos siglos 
    que caminamos en el sentido contrario. Es ceguera intelectual no comprender 
    este proceso. La vuelta atrás es impensable: no podemos volver a parcelar 
    los cielos, los mares, los territorios, los recursos naturales, etc. Nuestro 
    Patrimonio Común es único e indivisible y la próxima tarea de los ciudadanos 
    del mundo será sin duda alguna evitar que éste sea nuevamente privatizado 
    por individuos o grupos de individuos, por naciones o grupo de naciones para 
    su beneficio privado .
    El proceso de concentración que se está realizando dentro 
    del sistema capitalista, la Humanidad en su conjunto la terminará .
    
    La crisis del trabajo asalariado es la crisis del capital
    
    La crisis del sistema es el final de un proceso histórico 
    en donde la manera de organizar la producción y la distribución de la 
    riqueza nos acercan a un callejón sin salida .
    Por primera vez en la Historia el trabajo humano es 
    considerado como un COSTO de producción a eliminar o suprimir. En la 
    sociedad de esclavos el expolio del trabajo humano era de las 24 horas. En 
    el feudalismo era prácticamente de sol a sol. En las primeras sociedades 
    industriales las jornadas laborales alcanzaban de 14 o 16 horas. Más tarde 
    la reducción de la jornada laboral que impusieron las luchas de los 
    trabajadores, constituyó un notable descenso del tiempo de trabajo apropiado 
    (en 1936 en Francia ya se estableció la jornada de 40 horas semanales) fue 
    recuperada por un incremento muy importante de ingentes masas de 
    trabajadores asalariados, y en la implantación de sistemas tayloristas de 
    producción que acompañaron a las constantes innovaciones tecnológicas. Más 
    fábricas, más trabajadores, incesantes innovaciones tecnológicas y una gran 
    racionalización del trabajo hizo posible una gran etapa de acumulación 
    capitalista .
    Las crisis cíclicas (ciclos de Kondrayev) no asustaban a 
    los economistas. El circulo capital-mercancía-capital parecía no 
    interrumpirse .
    Durante todos estos periodos de expansión y de 
    concentración capitalista ya se dieron los diferentes síntomas de unas 
    crisis inherentes al modo de producción que de una manera rigurosa ya fueron 
    analizadas por Karl Marx en el año 1858 en los borradores preparatorios a 
    "El Capital". La sobreproducción, el paro, las crisis bursátiles, las 
    guerras destructivas, los procesos migratorios actuales no son ni mucho 
    menos síntomas novedosos o sorprendentes.
    Lo verdaderamente relevante (que el análisis de Marx 
    desarrolla y anticipa) es la continua desvalorización del trabajo humano en 
    la medida que el ingenio, la destreza, la técnica, la rapidez, la 
    perfección... el vertiginoso avance de los conocimientos aplicados que los 
    seres humanos hemos ido transmitiendo, acumulando y aumentando sin cesar, 
    los hemos ido depositando en artilugios tecnológicos que pueden producir 
    mucho más y mucho mas eficazmente. La reducción del tiempo de trabajo 
    necesario hace inviable que este siga siendo la única medida del valor y la 
    única fuente de riqueza. La desvalorización del trabajo representa la 
    desvalorización del Capital por cuanto el círculo capital-mercancía-capital 
    se ha interrumpido .
    Tanto es así, que el trabajador en la actualidad, en la 
    llamada sociedad de la tercera revolución tecnológica, estará obligado a 
    trabajar muchas más horas y en peores condiciones laborales que los 
    antepasados que trabajaban con maquinaria mucho menos adelantada y observará 
    con indignación que su salario va perdiendo progresivamente su valor de 
    cambio en la medida que la tecnología se haga cada vez más eficiente .
    Este hecho contradictorio no es más que el resultado de 
    un cambio profundo en las relaciones de producción: el carácter individual 
    de la fuerza física de trabajo (perfectamente calculable) se ha transformado 
    en otra fuerza de carácter colectivo (el conocimiento: investigación, 
    comunicación, información, etc) mucho más eficiente .
    La revalorización del Capital ha llegado a sus límites .
    Mientras nuestra capacidad de producir ha aumentado de 
    manera espectacular, NADA EXISTE ni puede existir si no pude ser convertido 
    en mercancía, es decir sin adquirir un valor de cambio: sino puede venderse 
    .
    Un ciudadano argentino me escribía: ..."En una hectárea 
    de trigo en la provincia de Buenos Aires se cosecharon once toneladas de 
    trigo, probablemente un récord mundial. En el año 2001, Argentina produjo 70 
    millones de toneladas de cereales, o sea dos mil kilos por habitante. Si a 
    eso le sumas la producción de carne de vaca, ovejas, cerdos, pollos, pesca, 
    lácteos, frutas y hortalizas, producimos más de 3.000 kilos de alimentos por 
    habitante por año. Expertos en alimentos calcularon que Argentina, si no 
    exportara sus cereales podría alimentar a 300 millones de personas. Nuestra 
    población es de 36 millones (...) Acá no se ara la tierra. El suelo es tan 
    fértil que no hace falta. Se practica la siembra directa, es el país del 
    mundo donde se practica más la siembra directa que consiste en eliminar las 
    hierbas con herbicidas y luego sembrar directamente sin remover el suelo 
    (...) Más de 7 millones de argentinos en este mismo momento, comen menos de 
    lo necesario para sobrevivir, o sea están en peligro de desnutrición e 
    incluso de muerte..." .
    Los ciudadanos argentinos continuarán trabajando la 
    tierra pero seguirán viendo sus graneros vacíos. Ellos no podrán comprar aún 
    cuando el precio mundial de los cereales seguirá también desvalorizándose 
    (precios a la baja para el productor y al alza para el consumidor) . Como se 
    desvaloriza el café, la leche, la caña de azúcar, el cacao, ... el acero o 
    el petróleo. Cuando los graneros del Imperio estén a rebosar y no necesiten 
    sus cereales, se quemarán si es preciso sus campos de trigo porque no pueden 
    existir para su USO, solo existen para el CAMBIO .
    Es así como el Capital ha sentenciado a una gran parte de 
    la Humanidad y es así como continentes enteros se han convertido en simples 
    reservorios de recursos para un pequeño sector privilegiado de la población 
    mundial.
    Los periodos en donde en estos países expoliados se 
    intentaba mantener una cierta estructura política, con el intercambio de 
    materias primeras-armamento con el que sus capataces podían mantener un 
    enorme séquito de funcionarios y fuerzas represivas para someter a sus 
    desesperanzados pobladores en la mas absoluta rendición, parece también 
    haber acabado. Simplemente se ha optado por una selecta y demoledora fuerza 
    militar vigilante de gaseoductos, acueductos, centros de materias primeras, 
    etc. que asiste impasible al desmembramiento, luchas fratricidas y 
    autoaniquilación de los pueblos expoliados. Afganistán y Colombia son dos 
    ejemplos de ello .
    
    La destrucción
    
    Cuando en la mayoría de los países estamos asistiendo no 
    solamente a un gran retroceso de procesos de desarrollo anteriormente 
    emprendidos, sino tambien a una gran destrucción y aniquilación humana (el 
    PIB de los pobladores africanos es un 30% inferior al de 1980) hemos de 
    entender que estos HECHOS no son banales sino que corresponden a una manera 
    determinada con la que el PODER está respondiendo ante la crisis del sistema 
    .
    No es casualidad que el saqueo vaya acompañado 
    indisolublemente con la destrucción de los medios y de la infraestructura 
    básica de los países expoliados .
    Cualquier guerra, cualquier conflicto religioso, 
    cualquier plan antiterrorista, cualquier operación humanitaria ... no es más 
    que la antesala de un futuro saqueo y las trompetas anunciadoras de una gran 
    destrucción. La guerra de Yugoslavia fue premonitoria. Los expertos 
    militares aún no pueden explicarse el bombardeo de los puentes sobre el 
    Danuvio .
    Se trata simplemente de abortar cualquier posibilidad de 
    desarrollo que la demanda SOLVENTE no pueda absorber. La diosa ley de la 
    oferta y la demanda debería ser invalidada y sustituida por la ley de la 
    oferta y la demanda solvente. Los alimentos no son para comer sino para 
    vender, las medicinas no son para curar sino para vender, la música no es 
    para escuchar sino para vender, el agua no es para beber sino para vender, 
    .. .
    Los conservacionistas llevan razón cuando nos advierten 
    que haría falta tres Planetas como la Tierra para poder hacer generalizable 
    el modelo de progreso actual. Pero no existe ninguna razón científica que 
    pueda demostrar que las necesidades humanas de primera categoría (la 
    alimentación, la salud, la educación y el cobijo) no puedan ser atendidas 
    adecuadamente. No existe ninguna razón científica que pueda demostrar que 
    otras necesidades de bienestar y confort que hemos alcanzado algunas 
    sociedades industrializadas occidentales no puedan ser una gran parte 
    también generalizadas .
    No existen razones rigurosas que expliquen porque el 
    nivel de vida de muchos pobladores de la Tierra se esté deteriorando 
    progresivamente, porque no podemos acortar la jornada laboral, porque las 
    sulfamidas no lleguen a los niños enfermos de diarrea, ni las vacunas 
    alcancen a terminar con enfermedades endémicas absolutamente conocidas por 
    la Ciencia, porque los cereales se vacían de los graneros de los pueblos 
    hambrientos, porque el agua potable, la luz y el teléfono sean aún 
    desconocidos por una gran parte de los habitantes de la Tierra, etc .
    No existe ninguna razón que pueda explicar que 
    conocimientos científicos que los occidentales aplicamos desde hace muchos 
    años sean desconocidos para la mayoría de la población mundial. No existe 
    ninguna razón que pueda condenar a los pueblos al regreso a la prehistoria .
    Todas estas razones no están avaladas por la Ciencia sino 
    solamente por sentencias bíblicas.
    Contrariamente, estamos en condiciones de solucionar 
    todos estos problemas fundamentales con extrema facilidad. Tenemos los 
    medios y los conocimientos necesarios para solucionarlos. En realidad 
    estamos ante una gran crisis de sobreproducción que no es nueva en el 
    capitalismo pero que ha alcanzado unos parámetros nunca observados en 
    tiempos pasados y que solamente es solucionable para el Poder con un gran 
    salto adelante en la producción y el despilfarro de las riquezas en los 
    territorios imperiales y una gran destrucción en el resto del mundo .
    La miseria, el paro y el deterioro de las condiciones de 
    vida de los pobladores de Derby, de Manchester, de Liverpool, etc 
    contrastaba con los almacenes repletos de mercancías de la Inglaterra 
    pionera de la revolución industrial. La expansión imperialista y el reparto 
    del mundo dio salida a una gran etapa de sobreproducción en donde en un 
    corto periodo (1830-1900) el comercio mundial creció desde los 300 millones 
    de libras esterlinas a casi los 5.000 millones .
    Las grandes evasiones de Capitales hacia el Imperio no 
    tienen otro significado tanto si se convierten en Tesoros (depositados en 
    paraísos fiscales), como si son despilfarrados en grandes obras suntuarias, 
    como si se invierten en grandes proyectos de investigación o tecnológicos 
    (que en función del mercado serán aplicados o no) o son quemados en ingenios 
    militares. Inmensas cifras son apartadas de la producción. La destrucción de 
    Capitales es el signo más evidente de la incapacidad del sistema para 
    continuar determinando el desarrollo de la vida social de los hombres .
    
    El mundo que se avecina
    
    Cuando el modo de producción es mantenido por la fuerza y 
    la destrucción constituye la única posibilidad de su continuidad se abre un 
    periodo de confrontación social .
    Nunca ningún sistema social ha podido detener el proceso 
    imparable de la vida humana que empezó en el Neandertal y que ha continuado 
    hasta la civilización capitalista. Nuestra Historia no ha sido rectilínea 
    pero ha evolucionado en una dirección: del individuo tribal recolector y 
    cazador, autónomo, independiente, autor de sus propios actos que necesitó 
    vivir en sociedad y que disputó con otros hombres los recursos de la 
    naturaleza, al hombre plenamente social. El hombre social fruto de un 
    proceso histórico colectivo en donde su propia individualidad solo puede 
    serle otorgada en y por la sociedad .
    Los hombres que han detentado el Poder nunca han podido 
    detener este proceso. Ningún modo de producción que ha determinado durante 
    un espacio de lugar y tiempo el desarrollo de la vida social, política, 
    intelectual en general de los hombres y que ha calado en su pensamiento y en 
    su comportamiento ha sido capaz de detener este proceso .
    Nuestras anteriores magmas de culturas, identidades, 
    formas tribales, patriarcales, feudales, nacionales, precapitalistas... son 
    fragmentadas, disgregadas, destruidas, olvidadas en un abrir y cerrar de 
    ojos por la fuerza imparable de este proceso. No podemos volver atrás. Las 
    llamadas de los recogedores de cadáveres son inútiles: ¡Resucitemos a la 
    burguesía nacional¡ ¡Resucitemos los partidos políticos¡ ¡Resucitemos al 
    artesanado¡ ¡Resucitemos la explotación fabril¡ ¡Resucitemos a los 
    Sindicatos¡ ¡Resucitemos a los reyes y a los césares¡ ¡Resucitemos al Estado 
    Social¡ ... Palabrería en vano .
    No es la conciencia de los hombres la que determina su 
    existencia, sino su propia existencia social (los lazos que unen a los 
    hombres en su lucha por la vida en unas condiciones determinadas) la que 
    determina su conciencia .
    Estos lazos los estamos creando constantemente y los 
    estamos estrechando en razón a los medios y a los conocimientos que 
    alcanzamos en un largo proceso cada vez más imperiosamente colectivo .
    Impedir este proceso es una tarea fracasada .
    Nada podrá impedir que estos lazos a favor de la vida y 
    del bienestar de los seres humanos se estrechen cada día con más fuerza, que 
    no usemos para el beneficio común la gran revolución científica que hemos 
    alcanzado, que no usemos los alimentos para comer, las vacunas para curar 
    nuestras enfermedades, el agua para beber, las fuentes energéticas para 
    hacer funcionar nuestras fábricas robotizadas, los medios de comunicación 
    para generalizar nuevos conocimientos, nuevas técnicas, nuevos métodos de 
    trabajo, que las aportaciones de cada individuo sumen a la gran progresión 
    geométrica de otras aportaciones (de una ida y vuelta , de un suma y sigue 
    ininterrumpido),.. Nada podrá impedir que la Humanidad en su conjunto ante 
    tales posibilidades, que nos abren la puerta a una Historia hasta ahora 
    desconocida, no se ENFRENTE masiva y decididamente a los sectores 
    privilegiados que intentan impedir que esta gran revolución se desarrolle .
    A los miedosos, asustados y cobardes que no quieren 
    aceptar que un mundo nuevo está ya en la antesala, al alcance de nuestra 
    mano (y que solo intentan reformar el viejo o regresar al pasado) no quieren 
    aceptar lo más evidente, la obviedad más manifiesta: Para que la Humanidad 
    pueda USAR para su beneficio los medios y conocimientos alcanzados debemos 
    enfrentarnos sin dilación con la única ley que ha sido intocable e 
    inamovible a lo largo de nuestra Historia pasada, la ley que todos ustedes, 
    ciegos del intelecto, omiten en todos sus escritos , discursos y parrafadas: 
    LA LEY DE LA PROPIEDAD PRIVADA.
    Una sola ley, defendida con uñas y dientes, ha de 
    enarbolar la bandera de los ciudadanos del mundo: LA LEY DEL PATRIMONIO 
    COMUN.
    Solamente de este manera podremos cambiar el rumbo de una 
    etapa de destrucción y de barbarie a la que la sociedad del Capital nos 
    lleva irremediablemente. Porque el callejón, no tengan ustedes ninguna 
    esperanza, no tiene salida .
    Josep- Agosto 2002