odos piden tu
voto: el Gobierno hace la campaña oficial, los sindicatos pudientes
gastan millones en convencerte de lo conveniente de elegirles -por
promesas electorales que no quede-; otros, parecen salir de un largo
sueño y cobran repentina actividad ante la proximidad de las Elecciones
sindicales.
Todos piden tu voto... menos CNT y te invitamos a que
no votes y no por capricho, sino en base a una serie de argumentos.
1. Es cuestión de dinero
Cierta manera de entender el sindicalismo necesita de
subvenciones públicas periódicas para su supervivencia. Estas
subvenciones, consignadas todos los años en los Presupuestos Generales
del Estado, necesitan un criterio para ser repartidas, y ninguno mejor
que el que proporcionan las Elecciones Sindicales. De este modo, la
subvención que recibe cada sindicato participante es proporcional al
número de delegad@s que obtiene en las Elecciones: más elecciones, más
millones.
En el fondo, la contienda electoral no es más que la
lucha por conseguir el trozo más grande del pastel del Presupuesto
sindical del estado.
2. Las ideas es lo de menos
El modelo sindical basado en las elecciones
sindicales lleva a la pasividad y a la desmovilización de las
trabajadoras y los trabajadores que delegan su responsabilidad en un@s
cuant@s listill@s que muchas veces se dedican a mirar por sus propios
intereses, se profesionalizan... se liberan.
3. Sindicatos inoperantes
Este modelo de sindicalismo ha convertido a los
sindicatos en apéndices de la Administración, subvencionados por ellas
(e incluso son parte de ella como en Castilla La Mancha), realizan
tareas más propias de la Administración que la defensa de los
trabajadores o por una calidad de la enseñanza.
Así, cuando estos sindicatos que se llaman
representativos están negociando algo, firman acuerdos con la
Administración sin contar para nada con la opinión de las trabajadoras y
los trabajadores. ¡Ya se enterarán por la prensa!
4. Las Juntas de personal no sirven para nada
Todos somos conscientes de que este modelo de
sindicalismo está fracasado, fracaso reconocido incluso por sus
promotores. Fracaso que se constata preguntándose un@ mism@ si sabe de
algo para lo que hayan servido esas Juntas. Y si no han servido, ¿para
qué se hacen elecciones?
Ante este panorama, parece que sólo quedan dos
respuestas: pasar y no votar y así jorobarles el chiringuito o
autocastigarnos y votar aunque sepan que nos van a dejar con el culo al
aire en cualquier momento. No se trata de autocastigarnos porque no se
nos ocurra nada mejor.. porque si seguimos pensando un poquito más
quizás se nos pueda ocurrir que lo ideal sería que hubiera una
organización autónoma, libre de ataduras políticas y religiosas,
independiente, sin subvenciones ni liberad@s, creada y mantenida por la
aportación de sus miembros y orientada a la defensa de nuestra dignidad
como trabajadoras y trabajadores de la enseñanza y como personas... y
que, si no existiera, habría que inventarla, lo que, sinceramente,
creemos que es innecesario por lo que os ofrecemos la nuestra.
No nos engañemos las trabajadoras y los trabajadores
de la enseñanza, lejos de solucionar algo votando, estamos contribuyendo
a que el hedor y el sopor se nos instale definitivamente.
La CNT desarrolla un sindicalismo combativo y
representativo de los intereses del conjunto de las trabajadoras y los
trabajadores con una perspectiva integral y no corporativa. A diferencia
de otras organizaciones sindicales, nuestra labor realizada por medios
propios nos permite tener independencia de intereses ajenos y trabajar
basándonos en el esquema organizativo federalista, apoyado por las
decisiones mayoritarias de nuestras asambleas.
Organízate y participa: no votes.
Federación de sindicatos de CNT-AIT de Enseñanza de
Castilla La Mancha