Zirudella, el Vaticano
casi en todo mete mano
campos, ferias y hospitales,
gobernantes, industriales
bancos, inmuebles, valores,
Y hasta incluso consultores.
Ya no tiene pretensión
de darnos la comunión
pero quiere la gestión
de la pública instrucción.
Pues ya desde parvulillos
curas hay en los pasillos.
En los estudios primarios,
nos leían sus breviarios;
en segunda, dan lección
de moral y religión,
y hasta en la universidad
hay curas en cantidad.
El clero ya se ha propuesto
el crucifijo bien puesto
y que se haga lo que él quiera,
en las aulas de la escuela.
No proteste el musulmán,
Ni el hereje ni el mormón:
"Es un símbolo -y ya está-
desta civilización"
Los pazguatos y beatas
Tienen, esta vez, razón:
pues la costumbre feroz
de clavar a quien disiente
forma nuestra idiosincrasia
Y nunca debe perderse.
Quede allí, feroz, colgado,
instrumento de tortura,
para mostrar cómo acaba
quien traiciona a su "cultura".
Quien al poder se rebela...
tocará la zirudella
Balanzino en Cenerentola, num.2
octubre 2002