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Nuestros más viejos y queridos compañeros nos siguen dejando F ue el caso ahora de Francisco Fuster Molins, siempre Paco, quien, el 12 del 12 del 02, nos dejó para siempre. Había nacido en Valdeargorfa (Teruel) en 1918, y, como tantos otros, sus primeros años los dedica a las labores agrícolas, lo que le hace tomar conciencia de la situación en que viven los campesinos. Sin cumplir la mayoría de edad, ya pertenece a la CNT y su clarividencia le hace ver lo grave de la situación en la primavera de 1936 y tomar la decisión de hacerse con la mayor cantidad de armas que puede reunir en toda la comarca, porque se avecinaba el levantamiento militar. Estas armas serían luego empleadas en los primeros meses de la guerra civil, dada la precariedad en que, al respecto, se encontraban las milicias populares confederales de las que formó parte, concretamente, en la centuria Carod Ferrer, más tarde integrada en el Regimiento Confederal, y, con posterioridad a la militarización, en las 116, 117 y 118 Brigadas.Apresado en Valencia, regresa a su pueblo, donde le esperaban los inquisidores para condenarle a dos penas de muerte, por hechos que no se podían probar, ya que no existían. Estas penas se le conmutaron y pasó entonces por varias cárceles y campos de concentración. Ya en libertad y por medio de un conocido, entra a trabajar en la Cervecera «La Zaragozana», donde se gana el respeto de compañeros y cuadros y se convierte en maestro cervecero. En los difíciles años de la autarquía franquista, junto con algunos compañeros más, logra salvar a la empresa de su desaparición. Se construyó su propia vivienda en el barrio zaragozano de la Paz, donde siguió cultivando su afición a la botánica, jardinería y agricultura. Tenía gran número de plantas variadas, de las que, ahora, somos herederos. Él las cuidaba y reproducía con exquisito esmero. Asistía a las asambleas del sindicato y siempre lo recordaremos en los Primeros de Mayo con su camisa roja con la banderola de la A en círculo. Cuando se le produjo el derrame cerebral que, días después, le causó la muerte, tenía en el bolsillo la reserva para asistir al Congreso de Perlora Su recuerdo siempre estará con nosotros. Nuestro muy sincero pésame a su hija Olga y demás familiares. Paco, que la tierra te sea leve. Federación Local de CNT de Zaragoza |
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