El
pasado 23 de octubre, en el barrio de Bouzas (zona industrial de Vigo),
aconteció un hecho que se veía venir en la empresa VIGRA.
Alas cuatro de la tarde, se
sintió una explosión en las empresas colindantes con la mencionada VIGRA.
Cuando acudimos los trabajadores en ayuda, vimos cómo las llamas ya
llegaban al techo, y, a pesar del ímpetu y de la temeridad de algunos
trabajadores que retiraron las bombonas de acetileno y rociaron el fuego
con los extintores que había a mano, no se pudo controlar por el
almacenamiento indebido de pinturas y disolventes que había en la empresa.
Cuando pensamos que la cosa
terminaría con la llegada de los bomberos, no fue así, pues ya las bocas
de riego no tenían agua. Después conectaron el agua del suministro de
buques, pero la presión no era la adecuada y luego dos motobombas
achicaron directamente el agua del mar, quedando el incendio sofocado a
las seis de la tarde, con el saldo de un trabajador muerto y dos heridos.
Al día siguiente se convocó
un paro en el auxiliar naval de 5.000 trabajadores, juntándose unos tres
mil en concentración.
Se ocupó el edificio de la
Autoridad Portuaria, responsable de la falta de agua en las bocas de
riego. En esta ocupación, los militantes de CNT llenaron todo de pegatinas
contra los accidentes laborales y repartieron panfletos de la misma
campaña.
Después, los representantes
de CCOO, UGT y CIG intentaron dar un mitin y fueron interrumpidos por los
trabajadores, que les echaron en cara todos los errores y negligencias que
cometieron.
Tomado de Terra de
Niguén nº 5 |