Es un hombre
rebelde, un hombre que ha luchado desde que nació, Joaquín es un
anarquista.
Desde hace más de 22 años, su cuerpo
está encerrado en una cárcel, en muchas, porque ha pasado por casi todos
los centros de exterminio del Estado.
Al igual que antes de que le hicieran
preso, en la cárcel siempre se ha distinguido por su lucha
revolucionaria. Por esta lucha, ha sido continua y sistemáticamente
reprimido por los carceleros y carceleras de la institución.
Joaquín creía que este invierno podría
salir a la calle, ya que ello le corresponde, según esta legalidad
democrática, pero la espera ha sido tan insoportable que desde el día 18
de septiembre está en huelga de hambre, hasta conseguir la libertad o
morir en el intento.
Esta situación no es extraordinaria.
Continuamente, los y las que hacen las leyes se olvidan de cumplirlas
cuando aquellos y aquellas que pueden salir beneficiados son enemigos
del Estado. Es decir, el Poder sólo cumple las leyes, si ello es en su
beneficio, pero, si alguna ley pudiera beneficiar en algo a su enemigo,
no se corta ni un pelo en no cumplirlas por preservar el status
quo de su prepotencia. De cualquier forma, no conocemos ninguna
ley que haya supuesto un cambio real y radical en el mundo en que
vivimos. La libertad no se negocia, se lucha.
Joaquín es consciente de esto, y, por
ello, no lucha sólo en beneficio propio (conseguir el tercer grado),
sino por extender el combate dentro de los muros y conseguir sacar a la
luz toda la mierda que hay en la cárcel. Todos y todas deberíamos darnos
cuenta de que la cárcel es parte del problema, no la totalidad del
mismo. Una sociedad que quita la libertad a los que considera un
peligro, es una sociedad enferma. Para que acabe eso que la televisión
llama "delincuencia" (robos, violaciones, violencias varias...), lo que
hay que hacer es acabar con la raíz, y ésta se encuentra en la propiedad
privada, en la autoridad, en el poder....Si queremos justicia, debemos
odiar este mundo, que la pisotea, y emplear toda nuestra fuerza en
destruirlo.
Nosotros y nosotras, como anarquistas,
nos solidarizamos con el compañero Joaquín, no en un acto de caridad
cristiana, sino con un grito de rebeldía, de lucha y de solidaridad
real, la solidaridad entre los oprimidos y oprimidas.
Exigimos que se cumpla el auto de la
Audiencia Provincial de Madrid de 7-11-01, y que Joaquín pase al tercer
grado (lo que le obligaría sólo a dormir en prisión).
Exigimos también la reflexión de todos
y todas acerca de la ética del encierro y la toma de postura en esta
guerra contra lo que nos impide desarrollarnos como seres dignos e
iguales en posibilidades.
Además de esto, Joaquín no olvida al
resto de los compañeros y compañeras presos y pide:
- la abolición del aislamiento dentro
de las prisiones.
- el cese de la dispersión
penitenciaria.
- la libertad de los presos y presas
que hayan cumplido las 3/4 partes de su condena o más de 20 años.
- la excarcelación de los presos y
presas con enfermedades incurables.
Si no liberan a Joaquín, se dejará
morir de hambre. En tus manos está su vida. La solidaridad es nuestra
arma.
Si quieres escribir dando apoyo a
Joaquín, esta es la dirección: Joaquín Garcés
Villacampa. Apartado 2000 - C.P. (M-1) 28300 - Aranjuez (Madrid).
Si quieres expresar tu rabia, aquí
tienes los teléfonos de la prisión: 91-8099029
y del juzgado de vigilancia penitenciaria:
91-3970821.
¡siempre con Joaquín y con todas y
todos los presos!
¡Siempre por la anarquía!
CNT-AIT de GRANADA