teresante
debate se ha abierto luego del comunicado de prensa de la Coordinadora
Aníbal Verón, decidiendo no participar de la convocatoria del día 30 de
agosto, llamada por Carrió, De Genaro y Zamora.
Frente a esta negativa aparecen distintas posiciones,
todas muy respetables y a su vez respetuosas y consideradas con la
Coordinadora de Desocupados. Las que pude leer muestran que no hay
indiferencia y sí referencia en los planteos. El debate entonces es
interesante y tienta como la miel a meter la cuchara.
Desde poco tiempo atrás, en forma desprolija,
desordenada, a los tumbos, pujo tras pujo, se viene abriendo camino la
nueva radicalidad del pensamiento autónomo, que no solo lo expresa la
Coordinadora Anibal Verón. Y lo vienen haciendo como se puede.
Digamos que estamos ante un parto que produce
desgarros, lógicamente. Este nacimiento se viene abriendo camino en medio
de fuertes presiones, como los de una criatura frente al angostamiento del
cuello uterino. Así esta nueva radicalidad esta comprimida por un lado,
por la fuerte presencia de la reacción del Estado sosteniendo un accionar
represivo constante. Por ejemplo, los Planes de trabajo y su
implementación. Las fuertes negativas de los municipios para con las organizaciones
de desocupados. La instalación de comités con el despliegue de punteros
para ahogar las actividades de los MTD. La persecución de muchos
compañeros, los constantes hostigamientos y amenazas, y la represión
abierta y la muerte.
Por el otro lado, constituyendo un cerrado callejón que
impide el paso, la incapacidad y la incomprensión de los partidos y las
fuerzas llamadas progresistas y de la izquierda, ancladas en un
pensamiento que tiene en su centro al Estado, a la mejor usanza del siglo
pasado. Y todo lo que no pueda verse adentro de este retículo no se
entiende. Es que la tradición del peso de lo viejo es tan grande, tiene
tanta presencia, que les comprime el pensamiento y achata las visiones.
Veámoslo.
Frente al primer anuncio de elecciones, presurosos
desplegaron la primera consigna de elecciones ya y desde allí, Asamblea
Constituyente. Luego Asamblea Popular Constituyente y más todavía Asamblea
Revolucionaria Constituyente. Mirada vertical si la hay. La incapacidad
para leer el proceso social es manifiesta. No se aprecia que las asambleas
populares y constituyentes ya se hicieron y se vienen haciendo. Claro está
que no se realizan con los constituyentes sentados en sus bancas, detrás
de cartelitos con su nombre y el del partido al que representan. Las leyes
salidas de estos cenáculos hace tiempo que los funcionarios de los
partidos no las cumplen. Por eso parece que el pueblo ha optado por otros
escenarios y otras metodologías. Las asambleas están en las luchas de las
calles y los asambleístas poniendo el cuerpo, bancándoselas a pie firme.
El 19 y 20 hubo una gran Constituyente que fijó pautas, valores, nuevos
pensamientos y exigencias. Proceso fundante si lo hay con semejante
ruptura. Y concluyó con el mandato de que se vayan todos. Luego el
proceso asambleario le puso mas puntualidad, que no quede ni uno solo.
Produjeron así un corte horizontal entre el conjunto de
las instituciones dominantes y una mayoría social. Se instalaron por eso
las Asambleas, que profundizaron la crisis. Crisis de representatividad y
no de representantes, a no equivocarse. Es así que para los sectores
populares parecen quedar pocas dudas respecto a que el parlamento es una
cueva de ladrones. El ejecutivo, la centralización de la mafia. La
justicia, un lodazal de putrefacción. La policía, la delincuencia
institucionalizada. Las FF.AA., un aguantadero de asesinos y
desaparecedores, etc. Solo hay que conversarlo con alguien en la calle
porque es vox populi. Y estas cosas no se cambian poniendo a los buenos y
honestos en el gobierno Pero lo llamativo es que nadie acusa haber
recibido el mandato del 19 y 20 de diciembre. Ni hablar de la hipocresía
de los legisladores y funcionarios de la partidocracia. Cierta confusión
envuelve a otros sectores. Los de la Izquierda están en sus bancas. Me
hago la misma pregunta que muchos. ¿Por qué no haber renunciado de una? No
porque los cuestionen personalmente, sino porque no se puede compartir
esta institucionalidad rechazada por su perversidad y corrupción, que con
su autoritarismo sigue poniéndole trabas al proceso popular. Que cuando
reprimen y matan no son capaces de investigar y entran en la complicidad
política.
También el 26 de junio hubo otra Asamblea, que concluyó
con el mandato de que a las rutas del capitalismo las vamos a seguir
cortando. Los lugares públicos que supimos conquistar no los vamos a
relegar frente a ninguna amenaza. Y le siguieron otras Asambleas de lucha
diciendo por ejemplo no al Terrorismo del Estado, no a la represión y la
muerte.
Entendiendo que hay dos proposiciones que se manejan
desde el Estado para achatar la lucha social y disciplinar al conjunto del
movimiento popular, para poder retomar la iniciativa política que
perdieron. Por un lado los avances represivos y por otro, cuando estos
primeros no les dan resultado, las salidas institucionales. Si no se cayó
en la primera, al comprender como lo hizo la Aníbal Verón que no era una
represión contra la Coordinadora, sino que ésta tenía un fuerte contenido
político, ya que empezaría con los desocupados, pero avanzaría
irremediablemente sobre el conjunto popular si lograba
el objetivo de que pisen el palito, y el conjunto popular no lo pisó, no
habría entonces que caer tampoco en la otra trampa. Porque con ella buscan
verticalizar, representar, institucionalizar y burocratizar la lucha
social. Hay muchos autonomistas que piensan que no se puede estar por
debajo de la radicalidad de las luchas que viene gestando el pueblo, para
ser consecuentes. ¿Sí?
Tampoco la impaciencia de la llegada a las
instituciones debería matar la gallina de los huevos de oro.
Así es que la lectura parece clara para algunos que
dicen que nadie se bajó de la campaña electoral, sino que al contrario,
algunos se subieron por otro lado, por la parte que les daría mas
consentimiento popular. Frente a la ya construida base electoral del
justicialismo, armada con la distribución de planes de empleo y el
superasistencialismo perverso desde el gobierno, que juega con el hambre y
el dolor de las tripas del pueblo. Y ni hablar de la guita nuestra que
institucionalmente supieron conseguir para permanecer en sus puestos.
Tal es la magnitud de la tramoya electoral que sumada a
las jugadas institucionales resulta más que una trampa. Muchas son las
organizaciones que parecen percibir desde estas miradas las cosas, no es
solo la Verón.
Pero agreguemos más cosas. Hay que comprender que en la
racionalidad del pensamiento autónomo hay territorios que están bien
diferenciados y que hay ciertos principios que hay que sostener. La
política es el escenario del espectáculo capitalista. En la
política se enjuagan las candidaturas, los espacios de los partidos
políticos y juegan a sus anchas las mediaciones del Estado Corporativo..
Por estos caminos y carriles corren los trenes de la institucionalidad
dominante, llevando su carga al Estado, y parece que siempre fue así. Al
menos que alguien pueda mostrar un proceso histórico distinto. Este es un
territorio de la subordinación cuando se ve al poder instalado solamente
en el Estado, cualquiera sean las vías de su arribo, la revolucionaria o
la reformista. Poca emancipación tiene esta trayectoria según la llamada
historia.
Toda una serie de mecanismos de la tecnología de la
dominación están en constante desenvolvimiento para mantener estas
visiones. No es casual que la abstención electoral en todas sus formas se
esté manifestando por el mundo. Así, desde el pensamiento autónomo se
piensa que todo el desenvolvimiento de lo social es lo político y no la
política. Lo social parece constituir un territorio vasto para la
constitución del cambio social desde ahora, no relegado para el mañana de
la toma del poder en el Estado. De allí que no es circunstancial la visión
del rechazo a cualquier componenda o jugada electoral.
¿Podría la Verón bancarse el cuestionamiento de sus
integrantes si participa en una jugada electoral cargada con las trampas
de la institucionalidad del estado? Y parece ser que muchas, si no la
mayoría de las movidas, aun aquellas que se presentan con un fuerte
objetivo social, en esta etapa en la que se ha prendido la aspiradora de
lo electoral, en realidad tengan un marcado objetivo electoralista a
secas.
Esto no descarta que seguramente habrá un espacio que
pienso será de fuerte coordinación de las luchas y que la presencia de
todas las organizaciones autónomas estará descontada, cuando se trate de
luchas sociales bien definidas, como la lucha por las reivindicaciones
sociales de nuestro pueblo para terminar con al hambre, por la salud, por
una educación popular, contra la represión y el terrorismo del Estado, o
contra el ALCA, etc.
Por todo ello deberíamos preguntarnos el para qué de
cierta unidad, ¿no les parece? Es que caminando seguiremos preguntando.
Extraído de La Fogata Digital