| La fortuna 
        privada el rey español es una de las más importantes de Europa. 
         Según la revista británica "Eurobusiness", la fortuna 
        privada del rey Juan Carlos asciende ya a 1.790 millones de euros (cerca 
        de 300.000 millones de pesetas). Una cifra absolutamente inverosímil en 
        comparación con la de 30.000 millones de pesetas que el monarca podría 
        justificar haber obtenido legalmente de los Presupuestos Generales del 
        Estado a lo largo de sus 27 años de reinado, si se lo hubiera ahorrado 
        todo y no hubiera pagado ni los sueldos del personal de la Zarzuela. (...) Los bienes del rey Juan Carlos, que incluyen 
        capital financiero líquido, inversiones, propiedades y bienes 
        artísticos, le hacen aparecer en cuarto lugar en el ranking de españoles 
        más adinerados (tras Amancio Ortega, propietario de Zara-Inditex; José 
        María Entrecanales, presidente de Vodafone y exconsejero del BBVA; y el 
        banquero Emilio Botín). En lo que respecta a las monarquías europeas, ocupa 
        el sexto puesto, en una lista que actualmente lidera el Príncipe Hans-Adams 
        II, del paraíso fiscal de Liechtenstein. Extraído de Kalegorria | 
         | Moncho Alpuente Hay un país en 
      el mundo que almacena armas de destrucción masiva, químicas y nucleares 
      sin supervisión alguna, un país que no respeta los derechos humanos, ni 
      los convenios internacionales, que aplica la pena de muerte con gran 
      facilidad, especialmente a los pobres y marginados que no pueden pagarse 
      una buena defensa, un país imperialista y belicista que aspira a imponer 
      su dominio sobre el planeta y en las galaxias. Un país que amenaza la paz 
      mundial y se proclama con desfachatez campeón de las libertades y paladín 
      de la justicia, un país cuyo presidente accedió al puesto mediante un 
      sonado y vergonzoso pucherazo electoral. Un presidente al que aplauden y 
      siguen, prietas las filas y marcando el paso, otros gobernantes, que se 
      dicen demócratas e incluso socialistas, individuos que alardean de ser sus 
      aliados y se conforman con ser cómplices y súbditos. Por supuesto, estoy hablando de los Estados Unidos de 
      América bajo la presidencia de Bush, aunque la posesión de armas de 
      destrucción masiva, la falta de respeto a los derechos humanos y los 
      convenios internacionales, la tortura y la pena de muerte, sean crímenes, 
      desgraciadamente, aplicables a muchos otros países y gobernantes, el Irak 
      de Sadam por poner un ejemplo, ese ejemplo que, por iniciativa del 
      gobierno de los Estados Unidos, es ejemplo de libro, de primera página y 
      de cabecera de los informativos de las televisiones. La masacre de las Torres Gemelas ha dado al presidente 
      Bush una oportunidad de oro para convocar la última cruzada, para poner 
      broche del mismo metal a la guerra de papá, aquella tormenta del desierto 
      que terminó aquella vez en pírrica victoria, porque Sadam, el vencido 
      conservó su puesto tras la derrota, algo así como si Hitler hubiera 
      seguido gobernando Alemania después de la II guerra mundial, y Bush perdió 
      el suyo al cabo de poco tiempo.  Entre los gobernantes reclutas que ya están preparando 
      el petate para marchar a la guerra, hay algunos que se han alistado a 
      regañadientes, temerosos de las represalias del caudillísimo global pero 
      hay otros, Berlusconi y Aznar, por no ir más lejos, que se han apuntado al 
      bombardeo con ardor guerrero y sacando pecho, deseosos de subirse al carro 
      del presunto vencedor, del que ahora tiran, y recibir los galones de cabo 
      interino en los cuarteles globales del Gran Jefe. Con su chusco se lo 
      coman. |