A) Los Protagonistas:Si el capitalismo puede 
        subsistir sin emplear a la mitad de la sociedad se abre como panorama 
        inédito para la Argentina un nuevo tipo de sociabilidad.
        Tres sociedades en un mismo país conviviendo y 
        disputando, segmentadas y antagonistas, con algunos puntos claros de 
        conflicto y, con final abierto, para la revolución o la 
        contrarrevolución.
        1.- La sociedad dominante: con empleos muy rentables 
        para una elite de ejecutivos, una muy pequeña aristocracia obrera pos-fordista, 
        una antigua, "fordista" y reducida clase media y, un ejército de 
        expoliados trabajando jor
nadas 
        promedio de 12 horas, precarios, sin derechos sociales, siendo pobres y, 
        aún indigentes poseyendo un empleo. Un sub-proletariado generalizado. 
        Que posee condiciones materiales aún peores que el proletariado.
        2.- Circuitos neo-feudales: viviendo al interior de 
        la anterior sociedad, pero con una economía de subsistencia. El trueque, 
        los planes trabajar, las huertas comunitarias. Para ellos, el Estado 
        represor y sub-asistencialista. Si no se sublevan no hay represión 
        generalizada, si se insubordinan hay coacción. No son marginados 
        sociales, son marginados del capitalismo posfordista, ya que no son 
        clientes, ni consumidores, para la primera sociedad, apenas sub-humanos.
        3.- Lazos paradojales: Ni capitalistas posfordistas 
        ni socialistas. Cooperativas, mutuales, autogestión, co-gestión obrero 
        estatal, o sea, criterios de valorización capitalistas y 
        post-capitalistas, que van desde un imposible estado neo-keynesiano a la 
        república de los autónomos. Para estos últimos: ¡fuera el Estado 
        capital-parlamentario! ¡Fuera la propiedad expropiadora! Si son 
        movimientos minoritarios, serán perseguidos, pero no barridos, mientras 
        la correlación de fuerzas no sea favorable para el poder 
        capital-parlamentarista. Minoritarios y por lo tanto económicamente 
        débiles, no podrán competir contra el capitalismo. Y si pueden competir, 
        es porque no son minoritarios y serán reprimidos. No se apela al temor, 
        sino a la seriedad de los riesgos que entraña la gesta en curso. 
        Liberarse del capital nunca fue fácil ni incruento. Esta vez no será la 
        excepción.
        B) Los desafíos del autonomismo: De producirse 
        el éxodo de las masas a un sistema no capitalista, nos encontraremos con 
        el límite infranqueable del capital-parlamentarismo. La valorización 
        como lazo social hegemónico que conforma la dupla capital-trabajo. Que 
        si bien se puede jaquear desde las prácticas autónomas terminará de caer 
        completamente al generalizarse una sociedad alternativa, una comunidad 
        que superó los criterios de acumulación, distribución y representación 
        política capitalista.
        En el capitalismo fordista, se tomaba el poder y se 
        apelaba a un socialismo que llegaba desde la cima conducido por una 
        vanguardia revolucionaria.
        Ejemplificado en la vieja máxima: la clase en el 
        partido, y el partido en el estado.
        En el capitalismo posfordista, la batalla es más 
        compleja. En Argentina en la actualidad hay tres sociedades que 
        coinciden en el mismo tiempo histórico.
        La táctica política para interpelar a cada sociedad 
        y, a su interior, a cada clase, capa, o fracción social, debe poseer la 
        especificidad correspondiente que colabore en modificar la correlación 
        de fuerzas a favor de las fuerzas sociales del cambio que actúan al 
        interior de cada una de estas sociedades.
        No es lo mismo el asalariado pos-fordista, obrero o 
        profesional, donde reina el trabajo inmaterial, que el empleado público, 
        el comerciante o el obrero fabril de unas pymes. Por lo tanto no hay una 
        "fórmula magistral" que nos cure de todos los males.
        Reiteramos, no son sociedades autonomizadas, sino 
        cruzadas por conflictos. Con aliados y adversarios al interior de cada 
        sociedad y que se interrelacionan unos con otros.
        Es decir, no se interpela de igual modo al viejo 
        obrero fordista que al actual obrero pos-fordista. Esto lo hemos 
        desarrollado claramente en MASA y PODER. No es lo mismo interpelar a los 
        trabajadores de la CTA, que construir contrapoder en los movimientos 
        piqueteros. De igual modo, no es lo mismo dirigir el trabajo piquetero 
        procurando "trabajo digno", debate que debería ser desarrollado por los 
        que creen en la vanguardia de la clase obrera y, responderse, si en el 
        capitalismo algún tipo de empleo basado en la expoliación puede estar 
        dotado de humanidad. Mientras que, en su vertiente autónoma, antagonista 
        y fraternal se desarrolla de manera subsumida táctica y estrategia, 
        dando como resultado el camino del éxodo del actual sistema político y 
        su correspondiente valorización anticapitalista.
        Pero no alcanza con renunciar al capitalismo, ni a 
        sus formas políticas actuales.
        No basta con no participar en una asamblea 
        constituyente, separándose definitivamente de los que combaten al 
        interior del capital-parlamentarismo.
        No olvidemos que el sistema no permite el auto-exilio 
        masivo y generalizado.
        Sin lazo político social, actualmente 
        capital-parlamentario, la sociedad posfordista colapsaría. De esta 
        premisa debemos concluir que aunque nos escapemos del sistema, el 
        sistema vendrá por nosotros. Caso contrario perecería.
        De esta última conclusión, habría que arribar a la 
        más pulida, precisa e inteligente táctica para intervenir sobre la 
        sociedad hegemónica o pos-fordista.
        Al mismo tiempo que se construye la autonomía en el 
        éxodo auto-impuesto confrontar antagónicamente con la sociedad 
        dominante. Vale decir, buscando aliados al interior de cada una de las 
        tres formas de sociabilidad actuales y disputando con los enemigos 
        comunes que tienen todos los sujetos y clases antagónicos.
        No hay autonomía sin lucha. Combate que no sólo se 
        desenvuelve al interior de la territorialidad conquistada al 
        capitalismo, sino a los espacios y dimensiones que aún le pertenecen, 
        sus instituciones y sus significancias.
        No hay fortaleza o territorio reapropiado que resulte 
        indemne a los conflictos capitalistas. El espacio conquistado solo se 
        reasegura con nuevos espacios a conquistar. De ahí proviene la 
        inevitable necesidad de intervenir sobre el conjunto de las tres 
        sociedades. Ya que compañeros, ha no dudarlo, sus clases dominantes de 
        modo seguro intervendrán sobre el autonomismo para re-esclavizarlo a la 
        lógica de la sociedad capitalista dominante.
        Es cierto, estamos creando. Conocemos el pasado. Pero 
        no alcanza. El presente es novedad y el futuro una labor aleatoria. 
        Podemos triunfar o no. De nosotros depende.
        C) Autonomismo y dominación electoral: 1.- La 
        Sociedad Dominante: Reino del capital-parlamentarismo. Más poder
        
ejecutivo 
        y menos poder legislativo. Aunque el voto no sea obligatorio será 
        ejercido por esta sociedad. No importa el porcentaje de votantes. Si 
        hace falta se marchará a una democracia-blindada que garantice la 
        perdurabilidad del pos-fordismo y la red/política opresiva/consensual 
        que ate de conjunto a las tres sociedades.
        2.- Circuitos Neo-Feudales: Con o sin voto 
        obligatorio. Desinterés en las elecciones. Descreimiento en la 
        democracia parlamentaria. Presencia de caciquismos clientelares. 
        Pequeños tiranos de barrio. Asambleísmo y piquetes como forma no 
        hegemónica. Tribus de nómades deambulando en busca del sustento diario. 
        Mafias policiales autonomizadas. Asociaciones barriales filantrópicas al 
        estilo del siglo XIX.
        3.- Lazos paradojales: Experiencias antagonistas, 
        autogestionarias y anticapitalistas, que unirán en su práctica la 
        economía y la política. Nuevas des-representaciones surgidas de las 
        bases. Organos coordinadores de carácter nacional y para-estatales de 
        las experiencias autónomas. Consenso con los sectores asalariados pos-fordistas 
        de la Sociedad Dominante y confrontación con las clases dominantes y sus 
        representaciones capital-parlamentarista.
        Rechazo al delito como práctica particularista y pre-política 
        y, al mismo tiempo, unidad con los sectores populares que luchan contra 
        la pobreza con criterios pre-capitalistas (club del trueque). Procurando 
        superar esa instancia en pos de una sociedad post-capitalista. Unidad en 
        la acción de los sectores populares ante los reclamos de bienes sociales 
        al estado capital-parlamentario: (alimentos, planes trabajar, salud y 
        educación).
        D) Estabilizacion del genocidio por la vía 
        capital-parlamentaria: La vieja clase obrera fordista desocupada 
        "sueña" con pertenecer a la primera Sociedad Dominante. Los restos de la 
        clase media, no caerse de la Sociedad Dominante a Los Circuitos 
        Neo-Feudales.
        El desocupado no autonomizado de sus representaciones 
        capital-parlamentaria se resigne a vivir en la sociedad de los Circuitos 
        Neo-Feudales y, la tercera Sociedad, de los Lazos Paradojales ser 
        subsidiaria de la primera, transformando la apropiación de las fábricas 
        en circuitos satelitales de la Sociedad Dominante. Recreando un 
        neo-capitalismo-obrerista-tallerista y mutando a la clase obrera 
        fordista en una nueva pequeña burguesía.
        En contraposición en el propio seno de la Sociedad de 
        los Lazos Paradojales se dará una lucha protagonizada por los sectores 
        asalariados antagónicos y anti-capitalistas devenidos autónomos, 
        autogestionarios y post-proletarios. Procurando ampliar su circuito de 
        auto-valorización al conjunto de las tres sociedades.
        Impidiendo que las fábricas controlados por los 
        obreros devengan en talleristas pre-burgueses, acumulando fuerzas y 
        experiencias para dar la batalla definitiva cuando la autovaloración se 
        constituya en la forma de sociabilidad hegemónica en la Sociedad de los 
        Lazos Paradojales y arribe, al mismo tiempo, a una co-relación de 
        fuerzas favorables al interior de la Sociedad Dominante y Neo-Feudal.
        De permitirse esta "re-estructuración-social" la 
        primera Sociedad Dominante no puede arrasar a la tercera de los Lazos 
        Paradojales ni esta última, vencer por el momento a la primera.
        En esta dinámica, los Circuitos Neo-Feudales 
        funcionan como reaseguro disciplinador de los obreros pos-fordistas. O 
        expoliado o cartonero.
        Y la Sociedad Dominante del trabajo pos-fordista se 
        brinda cínica e implacablemente como la única base material integradora 
        e imaginario-esperanzador para el cartonero.
        En definitiva compañeros, a esta forma hegemónica 
        arribó la ley del valor en la actualidad.
        Salud y libertad.
        
        
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