Un joven
detenido en Donostia denuncia haber sido violado por la Guardia Civil
El joven donostiarra Aritz Beristain,
detenido el pasado jueves en el operativo realizado por la Guardia Civil
en la capital guipuzcoana, denunció ayer ante el juez Baltasar Garzón
haber sido víctima de torturas. Según explicó su abogado, en la
comparecencia relató «entre llantos, que le metieron un palo por el ano,
le hicieron ingerir vómitos, le hicieron 'la bolsa', le amenazaron con
violar a su compañera y a su madre, le envolvieron en una manta y le
golpearon, le pusieron una pistola en la cabeza y apretaron el
gatillo... Ha sido un relato estremecedor». Beristain fue enviado a Soto
del Real, al igual que Oier Elorza, el otro joven que compareció ayer en
la Audiencia Nacional. El vecino de Ulia fue encarcelado incomunicado y
sus allegados no conocían cuál era su situación.
Extraído de barcelona.indymedia.org
Relacionada con esta noticia está la
de El País (12/09/02) en la que se dice que, según citan fuentes de la
investigación del suceso, el joven de 22 años Iker Beristain, cuya
puerta de domicilio fue reventada por la Guardia Civil a las 2 de la
madrugada mientras el joven dormía, intentó descolgarse por la ventana,
lo que, al parecer, le provocó politraumatismos: "fractura de nariz,
quintometacarpiano de la mano izquierda, brazo derecho, pierna izquierda
y fisura d rótula, además de varios dientes". Según la noticia el joven,
al que las autoridades acusan de participar en la quema de autobuses,
fue trasladado de urgencia al hospital Nuestra Señora de Aranzazu, don
se le dio de alta dos horas después de llegar.
Nuestra pregunta es: qué deontología
médica permite dar de alta en dos horas a un paciente ingresado con ese
cuadro clínico, y qué tipo de presiones recibe para tal decisión.
La noticia citada de El País viene
colocada inmediatamente encima de un artículo de la vasca diputada
socialista europea Rosa Díez que en sus comienzos dice: "Un fantasma
asola Euskadi: la banda terrorista ETA".
Redacción