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E
s tradicional, en es-
tas fechas, hacer ba-
lance del año;
plantear aspiracio-
nes para el año en-
trante; pretender un borrón y
cuenta nueva como si se pu-
diera parcelar la vida y la his-
toria. Inútil intento, lo que
viviremos en el año 2004 son
las consecuencias de lo que vi-
vimos en el año anterior y en el anterior y
en el anterior y asi sucesivamente.
Sin embargo, me plegaré a la tradición
y, muy por encima, vamos a ver los hechos
que han marcado este año pasado.
En Grecia, se ha culminado la tenden-
cia a criminalizar la protesta y el senti-
miento antiglobalizador; ya no tendremos
tolerancia; se acabaron esas románticas pro-
testas. Nuestro compañero Carlos y los que
con él siguen retenidos, son el ejemplo de
lo que puede pasar a partir de ahora.
El poder legislativo, supuestamente in-
dependiente, se pliega cada vez mas a los
intereses del capital y del estado, al fin y
al cabo los mismos. Se están promulgando
leyes que atentan contra los derechos y li-
bertades públicas que se creían consolida-
dos. Aún más, la interpretación práctica
de la legislación es cada vez mas retrógra-
da y abusiva.
El llamado estado del bienestar se tam-
balea y ya se están lanzando mensajes de
futuras reformas laborales, en el sistema de
pensiones, en la negociación colectiva...
En el plano Internacional, las grandes po-
tencias económicas no se privan de, con to-
tal descaro, utilizar la guerra para sus intereses.
Se podría seguir, pero me parece
que estos apuntes nos situan en el pano-
rama actual y venidero, nos esperan tiem-
pos de control, represión y arbitrariedad;
tiempos de insolidaridad y desconcierto.
No es buen panorama, pero los ha ha-
bido peores, quizás la novedad, ahora, es
que todo es muy rápido y cuesta adaptar-
se y dar respuesta. Es momento de refle-
xionar y concretar las líneas maestras de
acción, intentar adelantarse a los aconte-
cimientos y estar con las ideas claras. Es
indudable que tenemos que fortalecer las
relaciones y coordinación Internacionales,
aprovechemos el próximo Congreso de la
A.I.T. Tambien es fundamental dotarse de
una estrategia clara y precisa en el ámbi-
to laboral. En el plano de la cultura, reba-
jada y despreciada, consolidemos un
espacio propio, tenemos nuestra Funda-
ción que tan buenos resultados está dan-
do; dotémosla de los medios e
infraestructura que la consoliden y asegu-
ren su futuro.
Trabajo tenemos de sobra, lo que no ne-
cesitamos son maximalismos ni discusiones
sobre el sexo de los ángeles, que, por otra
parte, me parece que no existen.
Editorial
cnt
n°297 enero 2004
3
3
Es tradicional
Redacción
E
n la resaca navideña, es justo hacer
una valoración del balance que el po-
der, por boca del Rey, hace en navidad
para enjuagar nuestro amargo regus-
to anual. El discurso estuvo dedicado
a la Constitución en su 25 aniversario. Seis folios
saturados de niebla incensal sobre los que flota-
ba la imagen de ese documento modélico, desti-
lación de las virtudes, espejo de justos, que es
nuestra Carta Magna.
Analicemos algunas de las perlas que el po-
nente desgranó para deleite de parlamentarios y
la plebe:
- Ninguneados los movimientos sindicales me-
nos minoritarios, demonizados los movimientos
sociales, cautiva y desarmada toda forma de ex-
presión social que no se haga pagando, los pode-
res fácticos dicen que lo que nos mantiene unidos
es la Constitución, el "referente básico de nues-
tra convivencia".
- Cuando el porcentaje de I+D dedicado a la
educación es el más bajo de la historia, el rey dice
que "España destaca hoy, entre otras cosas, por su
desarrollo económico y social, por su progreso
educativo y cultural (...)".
- Cuando hoy día la mujer firma el 80% de los
contratos temporales y gana un 25% menos que el
hombre en la misma categoría, lo único que rese-
ña es que "se han operado cambios trascendenta-
les (...) en la incorporación de la mujer al trabajo".
- Desde luego ha sido la Constitución, ese bál-
samo de Fierabrás, la que "ha desempeñado un
papel crucial (...) para la plena integración y ac-
tiva participación de España en la UE". No ha sido
el coste laboral y humano de cercenar los secto-
res primario y secundario a favor de convertir al
país en el hotel de vacaciones de la Europa rica.
El incremento de las muertes en el tajo ni lo
toca, no vayamos a empezar a pensar en otras co-
sas que no sean los sacrosantos militares, muer-
tos en su ejercicio de pacificación; y se condena
el terrorismo, ese ente brumoso en el que el po-
der cuelga sus demonios para exorcizarlos. La re-
ferencia a la población inmigrante roza el cinismo
("contribuye generosamente a nuestro progreso
económico y social") y el abuso de la palabra "so-
lidaridad" sin ton ni son puede ejemplificar las
teorías de las ideas-fuerza.
Como declaración de intenciones, la Constitu-
ción tiene párrafos loables. Pero daría risa si no die-
ra ya pena la sistemática violación en la práctica
de estas intenciones. Por ejemplo:
Cómo se comen los artículos 16.1 (libertad
ideológica, religiosa y de culto) y 27.1 (libertad
de enseñanza) con el obligatorio cucharón cató-
lico en la escuela.
O los paradigmas del papel mojado: el art. 35,
que establece el derecho al trabajo digno y bien
remunerado, y el 47, que habla del derecho a una
vivienda adecuada, impidiendo los poderes públi-
cos la especulación.
En definitiva, el sentir del discurso fue que
todo pita con la "indispensable ayuda y el ejem-
plo de nuestras fuerzas políticas y de nuestros
agentes económicos y sociales".
Al final se fueron todos a contemplar el desfi-
le militar y al día siguiente salían las críticas elo-
giosas del famoseo político, ya que diga lo que
diga Juan Carlos, por muy descabellado o marcia-
no, él sigue siendo el Rey. Pero despejados los tu-
fos de la gloria, pidámosle a cualquier ciudadano,
inmigrante o patrio, a quien la subida del IPC un
36% se le ha conflictuado con la hipoteca, que ana-
lice nuestra Constitución.
Posiblemente diga, como mi abuela, que se crió
en la penuria de la posguerra y nunca entendió
de sutilezas: ¿pero qué "senifica" todo esto?
Mutis
¿Qué "senifica"?
Nos esperan tiempos de
control, represión y
arbitrariedad; tiempos
de insolidaridad y
desconcierto.
No es buen panorama,
pero los ha habido
peores, quizás la
novedad, ahora, es que
todo es muy rápido y
cuesta adaptarse y dar
respuesta. Es momento
de reflexionar y
concretar las líneas
maestras de acción,
intentar adelantarse a
los acontecimientos y
estar con las ideas
claras
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