os tres
militantes independentistas detenidos durante la semana pasada en
Barcelona por el Grupo 6 de la Brigada Provincial de Información de la
Policía española, y un cuarto joven, que se personó en los juzgados tras
registrar la Policía su casa, han salido en libertad provisional sin
fianza. Durante los tres días que estas personas han permanecido
detenidas, los organismos de apoyo a los presos y presas políticos han
sido fuertemente criminalizados por lo medios mediante filtraciones
policiales.
La detención de dos militantes independentistas
catalanes el pasado jueves y la de un tercera persona el viernes por la
mañana fue presentada policial y mediáticamente como el fruto de una
operación policial directa contra los "apoyos catalanes del Comando
Barcelona de ETA".
La detención de los tres militantes por un presunto
delito de desordenes y daños contra dos cajeros automáticos en el barrio
de Sants en diciembre pasado derivó en la filtración de la correspondencia
que uno de los detenidos mantenía con presos políticos catalanes i vascos.
Al margen del secreto sumarial decretado por el titular del Juzgado número
17 de Barcelona que autorizó las detenciones y dos registros del que
fueron sustraídos dos ordenadores y numerosa documentación y material
personal (como libros de la editorial Txalaparta ), la sustracción de la
correspondencia personal copó los titulares de prensa y TV. En el profundo
desconocimiento de la legalidad vigente, todos los medios invocaron esta
correspondencia como elemento para delimitar un delito inexistente "contra
la Ley Antiterrorista" que implicaría un delito de colaboración con banda
armada, reproduciendo las tesis criminalizadores de organismos como
Endavant o Rescat.
La mayoría de los media se lanzaron a la
criminalización a través de las informaciones policiales facilitadas por
Europa Press. Incluso TV3 utilizó los recursos habituales (imagen
congelada del detenido con el anagrama de ETA en el fondo) para tratar la
detención de Claudio Alejandro T., uno de los detenidos. Se da la
circunstancia que la imagen utilizada correspondía a la represión que
sacudió a la Universitat Autònoma de Barcelona el 14 de enero de 1999
durante la visita de José Maria Aznar. Tras la carga policial, que la
mayoría social catalana no dudó en tildar de "franquista", el ministerio
de Interior elaboró una lista negra de 10 estudiantes -sin antecedentes-
que Mayor Oreja presentó en la Comisión Permanente del Congreso de los
Diputados y que provocó aún mayor escándalo en Catalunya. En esa lista
-que ahora TV3 parece recuperar– aparecía Claudio Alejandro. Cabe recordar
que Mayor Oreja negó, con posterioridad, la existencia de esta lista negra
que Margarita Robles -exsecretaria de Interior- no dudó en tildar de
ilegal.
Libertad provisional
La criminalización contra el apoyo y la solidaridad con
los represaliados políticos tuvo su punto y a parte en el transcurso de
las declaraciones judiciales de los imputados. Ni el juez ni el ministerio
fiscal se refirieron en ningún momento a la correspondencia intervenida y
decretaron para las cuatro personas libertad provisional sin fianza con
cargos por daños y desordenes. Respecto a la acusación policial que
pretende imputarles un delito de incendios, el juez constató que los
agentes policiales no lo habían documentado, por lo que lo calificó como
delito "pendiente de acreditar".
Esta nueva operación policial la ha vuelto a
desarrollar el Grupo 6 de la Brigada Provincial de Información. El Grupo 6
es un subgrupo creado en 1996 tras la llegada a la Jefatura Superior de
Policía del comisario Francisco Arrebola y de García-Valdecasas a la
Delegación del Gobierno. Integrado por 60 agentes y especializado en la
represión contra los movimientos sociales, el Grupo 6 ha protagonizado los
numerosos montajes policiales sucedidos desde 1996: desalojo del cine
Princesa, 12 de octubre, desfile militar o cumbre de la UE.
La Delegada del Gobierno para Catalunya, Julia Garcia-Valdecasas,
destacó también la importancia de las detenciones para que "estos grupos
de independentistas violentos, de proetarras, sepan que sus salvajadas no
van a quedar impunes, que tarde o temprano tendrán que responder ante la
justicia por sus hechos" y que "estas minorías fanáticas y violentas no
tienen sitio en nuestra sociedad, por lo tanto no deben tener ningún tipo
de compresión o amparo". El organismo antirepresivo ALERTA SOLIDÀRIA ha
denunciado las detenciones, los ataques criminalizadores contra la
izquierda independentista catalana y el maltrato físico y psíquico sufrido
por los detenidos. Se da la circunstancia, que el padre del primer
detenido había fallecido hacía tres días. En el momento de la detención, y
tras inquirir los familiares porque lo detenían en un momento tan difícil,
los agentes de paisano de la policía española le respondieron que lo
hacían precisamente por eso.
Kalegorria 01/10/2002