En primer lugar, decir que lo ocurrido era totalmente evitable, aunque para ser más exacto habría que decir que lo ocurrido fue debido a la negligencia e incompetencia tanto del gobierno central como de la xunta de Galicia, así como también del gran capital concretado esta vez por compañías armadoras en manos de conocidos mafiosos que envían sus barcos cargados de productos peligrosos en pésimas condiciones. Pero la negligencia no sólo hace referencia al hundimiento del barco, lo que supone violar la propia legislación de la marina mercante, pues en caso de avería o riesgo inminente de provocar una catástrofe; se debe atracar el barco en el puerto más cercano para vaciar la carga.

La incompetencia y el desprecio a todo el pueblo gallego continúa posteriormente al hundimiento del petrolero, al seguir permitiendo que haya tres mareas negras sucesivas y una cuarta flotando en el mar, así como el mantener un barco hundido que sigue vertiendo todavía fuel-oil y que debido a su composición altamente contaminante, no deja de ser un peligro para la salud humana y el ecosistema marino.

En segundo lugar, el hecho de que tuvieran los propios marineros que echarse al mar con métodos manuales y rudimentarios (los propios aparejos que utilizan en su trabajo diario) no fue un acto de voluntariado, porque los únicos voluntarios que hay en Galicia son los que vienen de afuera. El hecho de que la gente tuviera espontáneamente que dedicarse a limpiar el chapapote de la costa y sin medios materiales para hacerlo, cubriendo la mayoría de las veces su manutención la solidaridad de los restaurantes y supermercados, tampoco es un acto de voluntariado. Sencillamente el gobierno está aplicando la receta del "déficit cero" a lo sucedido. No se puede invertir en limpiar la costa gallega porque esto impediría que las cuentas del ministro de economía cuadrasen como él quiere. Tenemos que decir alto y claro que en Galicia no hay voluntarios gallegos, sino gente que tiene que asumir forzosamente la limpieza de su medio de vida, el mar, porque el estado y las compañías armadoras, que son quienes lo contaminaron, se niegan a limpiarlo.

En tercer lugar, la manipulación informativa es insultante. Ha quedado de manifiesto, hasta para el más inocente, que la mentira y la deformación de los hechos es a lo que hoy se llama periodismo. El grito "televisión, manipulación" fue y sigue siendo todo un clamor popular. Muestra de ello es que los periodistas de la televisión de Galicia o de Antena 3 suelen ir protegidos por guardias jurados. La orden impartida a los periodistas, a la que se sumó incluso el monarca en su visita a las costas gallegas, es clara: nada es verdad, nada es mentira, la marea más negra es del color del cristal de la cámara con que se mira. El objetivo de los periodistas pasa por minimizar lo sucedido y sus efectos futuros, así como silenciar todo lo referente a la composición del producto del que ya se dijo que contiene sustancias cancerígenas.

Y en medio de todo esto hace su aparición la plataforma ciudadana "Nunca Mais". Esta plataforma surge como iniciativa del movimiento nacionalista gallego encabezado por el partido BNG y su sindicato CIG. Alrededor de ellos pululan toda una serie de colectivos y organizaciones que durante las décadas de los ochenta y los noventa fueron copando todos los movimientos sociales gallegos, a la velocidad en que los iban abandonando los socialistas.

Totalmente conmocionados por un movimiento popular espontáneo y solidario, así como eficaz, que demostró y sigue demostrando una autoorganización innata en el propio pueblo a la hora de hacer frente a un suceso de semejante envergadura; de marcado carácter antiinstitucionalista y antipolítico, pues estos marineros los abuchearon a todos, incluso a los de la oposición, que fueron a sacarse la foto frente a la costa afectada; los nacionalistas ("dráculas" especialistas en manipular y vampirizar movimientos sociales) crean una plataforma de apariencia apolítica y plural, para ir suavemente acercándose y fijando sus tentáculos en una masa ideológicamente conservadora pero ruda y necesaria electoralmente, que en estos momentos está muy enfrentada a toda la clase política.

El bloque socialdemócrata (PSOE, UGT, CCOO), al percatarse de la jugada, a la que ellos tantas veces han jugado en otras décadas, acuden a la reunión fundacional de la plataforma, pero no se integran en ella. No les gusta tener que estar en minoría y mucho menos aguantar a organizaciones que ellos llaman "minoritarias".

La CNT aprueba estar en dicha plataforma (nosotros también somos afectados) a pesar de todos los pesares. Esta plataforma edita un manifiesto fundacional que recoge cuatro puntos, que resumidamente vendrían a ser:

1 Declaración de Galicia como zona catastrófica

2 Limpieza de la costa gallega

3 Dotar a los puertos de Galicia de las medidas necesarias para evitar este tipo de catástrofes que se vienen sucediendo periódicamente.

4 Dimisiones y responsabilidades

Nuestra participación en la plataforma consistirá en impedir la vampirización electoral de este movimiento social sin parangón en Galicia, así como, recogiendo el espíritu popular de autoorganización y antiinconstitucionalismo con el que siempre hemos bogado, llevarlos hasta sus últimas consecuencias, es decir, obtener lo más beneficioso para todos, remarcando siempre que las ayudas deberán recaer en los más desfavorecidos. De esta forma, la CNT al día siguiente de la manifestación del uno de diciembre de 2002 en Compostela, emite un comunicado de prensa en el que afirmamos que en la próxima reunión de la plataforma propondremos la convocatoria de una huelga general.

Este comunicado fue totalmente censurado y para evitar que la CNT pudiera tomar el timón en estos momentos de aguas revueltas, en el cual los sindicatos vienen guardando un mutismo significativo, el semanario nacionalista "A nosa terra" le otorga la paternidad de esta propuesta a su sindicato CIG (y después hablan de censura..).

El objetivo de los nacionalistas y de los socialistas no es otro que no echar más gasolina al fuego para reconducir por la vía parlamentaria e institucional un conflicto que se les va de las manos. Tratan de que el parlamento retome la iniciativa para que se desvíe la mirada del pueblo gallego, del que tanto se llenan la boca, y que esta quede fijada en comparecencias parlamentarias por Galicia, España y Europa, así como en sus mociones de censura inservibles con las que no hemos conseguido nada más que dar oxígeno a los caciques del PP, cuando ya se encontraban contra las cuerdas.

Para nosotros la catástrofe del "Prestige" no es un problema de índole parlamentaria, pues ya sabemos que el parlamento es una fauna de incompetentes, inmorales y corruptos, para nosotros se trata de un problema laboral, medio ambiental y de salud. Y sobre todo esto parece que los políticos no quieren hablar mucho, sino de cómo salvar la imagen de las instituciones por medio del "quítate tú que me pongo yo".

Los marineros no sólo en un primer momento espontáneamente superaron por la izquierda a las instituciones y a todos los partidos, sino que a la propia plataforma también, ya que esta cree que por haber convocado a mucha gente en varias manifestaciones (algunas de ellas instrumentalizadas por la presencia en la cabecera de parlamentarios de la oposición), ya está todo resuelto. Hace unas semanas varios representantes de cofradías de pescadores se pusieron en huelga de hambre, consiguiendo que les envíen más medios para hacer frente a la marea negra. Cuando nosotros hablamos de huelga general, todo son inconvenientes.

Es importante que la CNT participe en esta plataforma, si ésta existe en otras ciudades. La CNT no puede dejar por más tiempo que su espacio social siga siendo vampirizado por los dráculas del parlamento y los "estómagos agradecidos" que viven del pesebre. Por nuestra propia naturaleza de afectados y trabajadores, tenemos todo el derecho y el deber de estar en dicha plataforma ciudadana, ya que no es una cuestión de ideologías sino de necesidades. El centro de información para cualquier compañero que quiera venir a Galicia está en la Federación Local de Compostela.