Dos inmigrantes más han fallecido en menos de 48 horas como consecuencia de las graves quemaduras que sufrieron en el incendio provocado en los calabozos de la Comisaría de Málaga el pasado día 27 de diciembre, con lo que ya son tres las víctimas mortales que arroja este fatal suceso.

A la tragedia se suma la circunstancia de que ninguno de ellos ha podido ser identificado aún debido al estado en el que se encuentran, con quemaduras que llegan al 60 por ciento del cuerpo y que dificultan a la policía incluso la obtención de huellas dactilares. Sus familias por tanto desconocen su dramático final.

Según fuentes hospitalarias, los fallecidos y alguno de los otros inmigrantes están irreconocibles. De hecho, la policía no puede asignar nombre a ninguna de las víctimas y desconoce si entre los fallecidos se encuentra Patric. A., el presunto autor del incendio y supuesto cabecilla de la red que trajo en patera al grupo de 17 marroquíes que estaba en los calabozos cuando se produjo el suceso. El fallecimiento de la segunda víctima, que estaba ingresada en el Hospital Carlos Haya, se produjo en la noche del día 30, como consecuencia del deterioro progresivo de sus funciones vitales, según informó el Servicio Andaluz de Salud. [...] Falleció luego un tercer inmigrante, que también se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos de Carlos Haya en estado crítico y que había empeorado en las últimas horas. [...]

Y la tragedia se hizo aún mayor, porque al día de hoy son ya siete las víctimas mortales de ese hecho acontecido en la comisaría malagueña.