Desde
hace algunos meses aparece en la"caja tonta" un programa que
está batiendo los records de audiencia de la pequeñísima historia de
las cadenas televisivas españolas, con casi trece millones, de media, y
más de quince millones de telespectadores de máxima audiencia en el
programa emitido el 11 de febrero. Este programa concurso se denomina
Operación Triunfo (OT); en él unos jóvenes concursan y compiten por
tener una carrera musical similar a la de Ricky martín, Luis Miguel o
Ana Belén. En dicho concurso, los concursantes están unos meses
internados en una academia donde supuestamente les enseñen a cantar,
bailar, moverse, etc. Transformándoles en artistas, cambiando al
cantante de karaoke o de orquesta de banquete de boda por una
superestrella mediática de la televisión, la música, la radio, etc.
Hay quien dice que OT es un programa
muy bueno porque da una oportunidad a jóvenes cantantes para que
demuestren todo su talento que de otra forma no podrían demostrar en el
mundo de la canción y la música. Pero, ¿cuántos artistas con talento
existen en el mundo y nunca saldrán en televisión o venderán millones
de discos? El que salgan en televisión o el que las ventas de sus
discos sean astronómicas no quiere decir que tengan talento o que sean
artistas. ¿No tendríamos que pararnos a definir qué es talento o qué
es ser artista? Porque un artista es un acróbata, un músico
percusionista, un cantante de Rap, un Clown, un dibujante, un poeta,
etc. ¿Quién monopoliza los conceptos, quién los manipula, quién se
los adueña para su propio interés? Decía Frank T. en una de sus
letras "¿Quién dice lo que es arte, quién dice lo que es música
y quién lo que no?". Espero que después de leer estas líneas
quede una vez más en evidencia quién o quiénes hacen lo que antes he
expresado.
Ahora quiero pararme a reflexionar un
poco lo que supone OT para la industria mediática y cómo es un
auténtico negocio para la industria y un elemento más de este
capitalismo informacional. En OT intervienen todos los sectores de la
industria mediática, desde la televisión, a la cabeza (públicas,
privadas, plataformas digitales), seguida de la industria discográfica,
la telefonía móvil, la prensa escrita, la radio, Internet, etc. Y todo
esto nos demuestra que OT es un hijo de la industria mediática que
controlan las multinacionales y estados que nos constriñen, oprimen y
forjan un mundo plagado de desigualdad y pobreza. Además, OT es un
instrumento muy rentable para el capitalismo informacional e incluso
para los partidos políticos, pues, a este respecto, vimos cómo un
diputado del PP se apuntó el tanto del éxito del programa y dijo que
OT promovía los mismos valores que fomenta el PP, y es la pura verdad,
pues OT fomenta los valores del neoliberalismo y del capitalismo, como
después veremos más adelante.
OT es un programa de TVE producido por
Endemol, en dicho programa también están involucradas las compañías
discográficas (Vale Music, BMG-Ariola, Sony Music, etc.), junto con el
grupo mediático Prisa (propietario de Canal Satélite Digital, Canal
Plus, 40 Principales, radio y televisión, diario El País, etc.) y la
multinacional mediática Disney. Pero, en esta operación negocio,
también está participando el grupo Telefónica, que con el grupo Prisa
son los dos grupos mediáticos mas importantes del estado español.
Dentro de este grupo está la empresa Admira propietaria de la
productora Getmusic-Endemol que produce OT. Esto quiere decir que,
paradójicamente, los dos grupos mediáticos más importantes e
influyentes dentro del estado español participan en OT, operación
negocio, siendo partícipes de todos sus beneficios económicos. Estos
grupos mediáticos forman un gran oligopolio que abarca casi toda la
industria mediática del estado español, y, por lo tanto, también
controlan la información, el entretenimiento y las formas de pensar.
Principalmente, el estado, Telefónica
y, en menor medida, Prisa son los padres de un producto de masas como es
OT, que llega a millones de personas y cuyos efectos de manipulación y
alineación son enormes, al igual que sus beneficios, que generan
millones de euros. Estas mismas multinacionales mediáticas son las que
nos manipulan, nos desinforman, las que nos controlan nuestras formas de
pensar y de divertirnos, las que son responsables de tanta desigualdad y
opresión en el mundo. Por tanto, si luchamos contra las
multinacionales, también luchamos contra este programa, que hace que
millones de personas se preocupen más de cosas irrelevantes, mientras
el mundo sufre por los cuatro costados de hambres y guerras, sufrimiento
causado por esos poderosos que nos venden programas que no nos permiten
reflexionar sobre lo que está pasando en este mundo. Por ejemplo, el
fenómeno de la globalización, capitalismo global, que tantas
consecuencias negativas está trayendo al conjunto de la humanidad, no
importa nada, mientras todo el mundo está pegado a la televisión
pendiente de quién gana este programa o qué cantante va al festival de
eurovisión.
OT ha conseguido poner en marcha todo
el negocio de la industria mediática, que está ganando mucho dinero a
costa de muchos millones de personas que consumen este programa. Empleo
el término consumir porque "la televisión es un bien de consumo
en sí mismo"; un bien de consumo que produce un considerable
beneficio a unas cuantas empresas y multinacionales. Este programa está
consiguiendo records astronómicos de audiencia, y audiencia, en
televisión, significa unos elevadísimos ingresos para las cadenas
televisivas por publicidad, además los discos de OT se están vendiendo
a millones, desbancando a todas las estrellas consagradas de la
canción. Según un informe de la Sociedad General de Autores, los
discos de OT estaban solventando las pérdidas del mercado del disco
sufridas por la piratería de cd´s. El programa también está
sirviendo como arma de lucha contra la piratería de cd´s, piratería
que da de comer a muchos inmigrantes, excluidos de la sociedad, tratados
como delincuentes cuando las multinacionales saquean a los países más
pobres, los roban y explotan con toda impunidad. Es mucho más honrado
comprar cd´s piratas, que dan algo de comer al inmigrante, trabajador
explotado muchas veces por las mafias, que comprar los originales a
multinacionales que tienen miles de millones de beneficios.
El programa también posee una
estrategia de marketing, estrategia de ventas dentro del mercado
capitalista, para inundar los mercados de productos del programa, por
los cuales también se están consiguiendo considerables beneficios
económicos. Según un artículo publicado en el diario El País el 22
de febrero, TVE ingresó por OT 24 millones de euros (4.000 millones de
pts.), provinentes de ingresos en materia de publicidad,
comercialización de programas, venta de discos, llamadas 906 y mensajes
a móviles.
OT conjuga todos los valores del
neoliberalismo, tanto implícita como explícitamente; rentabilidad,
eficacia, eficiencia, competitividad, consumismo, etc . Conjuga también
el concurso televisivo, con el espectáculo y la vida en directo
(fórmula televisiva de "Gran Hermano",
"Supervivientes" o "El Bus"). Este programa nos
vende muy bien los valores de la "meritocracia", del sueño
americano, que dice que, con trabajo, esfuerzo y dedicación se consigue
el éxito en la vida, el dinero y la fama y que, por encima de tu
condición social o étnica, cualquiera puede convertirse en rico y
famoso. Esta idea, netamente norteamericana, nos la está vendiendo la
televisión desde su primera existencia, pues la televisión siempre ha
sido un instrumento de los estados y del capitalismo para tener al
pueblo entretenido, desinformado, entontecido y adormilado ante todas
las estructuras (estado, ejército, iglesia, empresas) que lo oprimen y
explotan. Así, también la televisión sirve para perpetuar el orden
imperante, pues fomenta la pasividad y el inmovilismo de la sociedad. En
la antigua Roma se decía: "dar al pueblo pan y circo"; ahora
se les da comida prefabricada y telebasura.
Este programa también utiliza las
nuevas tecnologías (Internet, mensajes sms), elemento característico
de este nuevo capitalismo informacional, y vende muy bien la idea de la
democratización de la televisión, que consiste en que se le otorga al
telespectador el poder de decidir sobre el destino delos concursantes,
por medio de la televisión interactiva (los elimina, los salva o los
hace ganar o perder). La idea de la televisión democratizada hace creer
a la persona que es importante porque influye directamente sobre el
destino de los concursantes en el programa, sin tener en cuenta que los
que dirigen el programa realmente son los productores y las cadenas
televisivas. Además, con esta "democratización" existen
empresas que ganan muchísimo dinero, como las empresas 906 o empresas
que gestionan mensajes a móviles. Por ejemplo, las llamadas a 906 de OT
han proporcionado 2,6 millones de euros a estas empresas.
OT está controlado por los
principales grupos mediáticos del país (Telefónica y Prisa) y por el
Estado. Y éstos son los que manipulan la información y transforman las
formas de pensar y hacer de las personas, los que continuamente nos
oprimen y explotan y nos ponen barreras a nuestras libertades; este
programa es una herramienta más de las multinacionales y estados al
servicio del capitalismo. Como anarcosindicalista, que detestamos el
Capitalismo y el Estado, debemos repudiar tal programa televisivo y
debemos denunciar que éste es un gran negocio. Por muy mayoritaria que
sea su audiencia, debemos denunciar que OT es una farsa montada para que
los mismos de siempre se llenen los bolsillos de billetes, mientras los
trabajadores, agricultores, los parados, los excluidos sufren las
consecuencias de este sistema económico capitalista: paro,
marginación, contratos basura, precariedad y siniestralidad laboral,
marginalidad, etc. Esos quince millones de personas deberían tener en
cuenta, deberían reflexionar un poco sobre lo que están viendo, y
comprender que existen demasiados problemas laborales y sociales en la
calle para que estemos pendientes de las andanzas de los chicos de OT.
Perdemos un tiempo precisos y un espacio mental aprovechable de otro
modo viendo estos programas, mientras no reflexionemos que la
globalización económica saquea a los más pobres y mata de hambre a
millones de personas. Pero la televisión está cumpliendo, una vez
más, el papel asignado de entontecernos la mente, de provocarnos un
encefalograma plano, de hipnotizarnos. La televisión y casi todo lo que
nos quieren vender la industria mediática y multimedia funcionan como
el "opio del pueblo"del siglo XXI. Decía un periodista que OT
no era un programa telebasura, sino que era un programa de calidad. Yo
digo que OT es un programa que nos vende y nos muestra la basura que
representa el sistema capitalista o neoliberal con sus valores a la
cabeza. La televisión es, actualmente, el elemento más influyente de
condicionamiento mental, y con este programa transmite de forma
excepcionalmente eficaz el ideario de valores de este modelo de sociedad
que nos han impuesto.
OT es más que un programa de
televisión, algunos dicen que es un fenómeno social, para mí, es un
elemento, un instrumento más de este capitalismo informacional global,
es un bien de consumo más de este sistema que hace engordar a las
grandes corporaciones empresariales y que, a su vez, son dueñas de toda
esta industria mediática que está transformando nuestro tiempo de ocio
en un negocio, en un burdo beneficio económico, y hasta está
transformando las formas de pensar y el comportamiento de las personas.
Los que detestamos el capitalismo porque genera desigualdad económica y
social, porque hace a los ricos más ricos y a los pobres más pobres,
debemos denunciar OT como un elemento y un instrumento más del Sistema.
No debemos entrar en el juego de que si los concursantes son artistas o
no, debemos simplemente denunciar que este programa es una muestra más
de este capitalismo que nos oprime.
De CNT-Estudiantes de Alcalá