Mientras el
PCE celebraba su XVI congreso, el diario IDEAL de Granada publicaba el
pasado día 28 de Febrero una encuesta de intención de voto que arroja un
6’8 % del total de votos para la coalición en la que los neocomunistas
están integrados, Izquierda Unida. Teniendo en cuenta que IU-Convocatoria
por Andalucía es la mayor federación territorial de la coalición y que
una gran parte de los votos a IU, por su dispersión geográfica, acaban
yendo a parar a los dos partidos mayoritarios (cosas de la Ley d`Hont), de
no mediar milagro de Dios o Natura, se avecina un nuevo marasmo electoral
para los chicos de Llamazares. A menores resultados electorales, menores
ingresos en concepto de subvenciones públicas y, por tanto, menos
poltronas disponibles. No hace mucho que el "partido de los
trabajadores" tuvo que despedir a gran parte de sus efectivos
liberados, pues, sin las migajas del capital es difícil que sobreviva una
organización donde lo más revolucionario consiste en dejar de trabajar y
ponerse a sueldo del partido.
Con semejante porcentaje de intención
de voto, serán un máximo de dos (y llorando) los escaños andaluces de
IU. Uno, previsiblemente, será para Felipe Alcaraz, como máximo
representante del aparato comunista en la región. El segundo, se lo van a
disputar muy duramente Rosa Aguilar y Antonio Romero. ¿Volveremos a ver a
éste último "cráneo previlegiao" vestirse en ropa de
cristianar para varear olivas? No señor. Seguramente, el amigo Chaves o
la amiga Teófila le buscarán colocación en algún organismo de aquellos
que llaman "consultivos" de la Junta, no sea que vuelva a las
andadas y ponga a los campesinos a ocupar fincas para sentarle de nuevo a
él en el Parlamento regional.
Estamos de acuerdo con Chomsky cuando
dice que la caída del Muro de Berlín es una victoria más del
socialismo. Los neocomunistas están pagando cara su estrategia de ser el
muerto en todos los entierros: secuestrar manifestaciones obreras por el
procedimiento de ponerse a la cabeza de las mismas, instrumentalizar
salvajemente cualquier iniciativa política o sociocultural de base y
empeñarse en hacerse "interlocutor válido" –a la manera como
los sindicatos "mayoritarios" hacen con los trabajadores- de los
movimientos sociales anticapitalistas, en los cuales se integra la ínfima
minoría de jóvenes políticamente activos. Estos se niegan,
denodadamente y con razón, a hacerse "representar" por nadie, e
IU debería ya saber que predica en el desierto, si espera movilizar esta
bolsa electoral, insignificante para los demás pero imprescindible para
ellos. Se puede hablar largo y tendido de los problemas de la generación
del botellón, mas, en su indiferencia político-social, no carecen de la
lucidez que les ha llevado a abstenerse en masa, llevando los índices de
abstención a un 38 % en las últimas elecciones generales. Esto perjudica
seriamente a IU; tanto es así que, en un mitin que tuvimos ocasión de
escuchar hace dos años, Antonio Romero decía que la juventud andaluza
debía hacer un esfuerzo y levantarse para votar aunque las elecciones
caían en domingo. Sin comentarios.
Hemos expuesto los motivos por los que
IU camina hacia su desaparición como fuerza política de peso. En memoria
de todos aquellos que sufrieron las traiciones de los leninistas,
requiescat in pacem, Partido Comunista de España.