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Libertad para Marco Camenisch

Después de diez años de prisión en Italia, Marco Camenisch, preso anarquista de nacionalidad suiza, fue extraditado a su país. Desde la primavera última (2002), está preso en Pfäffikon, en el cantón de Zürich.

Hoy, cuando los ataques al medio ambiente provocan cotidianamente catástrofes de las que son victimas miles de personas, este opositor a la energía nuclear, este defensor de naturaleza que vivió en su propia carne la explotación y la destrucción de los valles alpinos, necesita, más que nunca, nuestra ayuda.

Marco nació en Campocologno, en la parte italófona de los Grisones. Rebelde precoz, abandona la escuela poco antes de obtener su grado de bachiller, explicando esta decisión de esta manera: "en la escuela aprendí a reflexionar, comprendí los mecanismos del sistema de explotación de nuestra sociedad". En 1979, época en la que los movimientos antinucleares sufrieron un represión feroz (un manifestante muerto y otros gravemente heridos, con motivo de una manifestación contra Super-Phoenix, en Creys-Malville), realizó dos acciones contra instalaciones eléctricas. Sólo hubo daños materiales, a pesar de lo cual Marco fue condenado en 1980 a 10 años de prisión, siendo encarcelado en la prisión de Regensdorf. En 1981, participa en una evasión colectiva, en el curso de la cual resultó muerto un guardia. Marco no es el responsable de esta muerte, pero al joven rebelde le convirtieron en un hombre hostigado por todas las policías europeas. Diez años después, el 5 de diciembre de 1991, fue interceptado cerca de Carrara, en Italia por una patrulla de carabineros. Hubo un tiroteo del que un carabinero y Marco resultaron heridos.

Se produjo entonces una campaña de prensa odiosa contra Marco y personas de su entorno. Numerosos libertarios fueron arrestados en la región de Massa-Carrara. Se les acusa de pertenecer a "una banda de malhechores" por el simple hecho de haber conocido a Marco, o de haberle hecho llegar cartas de apoyo. En Suiza, algunos periódicos le acusan sin pruebas de la muerte del aduanero Kurt Moser. En Italia, la acusación intenta endosarle todos los atentados cometidos contra instalaciones eléctricas, siendo así que torres de tendidos eléctricos habían venido cayendo en Italia y que el encarcelamiento de Marco no interrumpió el fenómeno.

En 1992, Marco declaraba ante el tribunal de Massa: "Rechazo firmemente los cargos de que se me acusa y repito que mi amigo Giancarlo y mis otros amigos y amigas no tenían conocimiento de mi situación de fuera-de-ley, de rebelde social, ni del material de autodefensa encontrado en posesión mía. Soy un pastor, campesino y cazador de los Alpes, víctima de un genocidio realizado por los mismos enemigos que durante siglos destruyeron mi tierra, en forma de multinacionales del átomo, de explotación hidroeléctrica, turística, del militarismo y de sus emplazamientos de armas con la polución radioactiva, química e industrial. Al tomar conciencia de mi condición de explotado y expropiado, llegué al extremo de mi tentativa de liberación e intenté contribuir a la defensa y a la liberación de este maravilloso planeta. No soy ningún criminal. No soy peligroso para la sociedad, no soy un ecoterrorista, más bien, al contrario, estos calificativos deben aplicarse al Estado y a sus patronos.

Condenado a 12 años de prisión, Marco interviene en todas las luchas de presos en Italia. Toma parte en huelgas de hambre para denunciar los maltratos que sufren los detenidos (especialmente, la ausencia o la mediocridad de los cuidados médicos). Estas acciones colectivas son, a veces, coronadas por el éxito. En las cartas que nos hacía llegar, Marco manifestaba siempre interés por los movimientos sociales (obreros, ocupas, estudiantes) y nunca dejó de proclamar su solidaridad con la corriente anarquista.

Desde su extradición a Suiza, Marco está sometido a una investigación que se remonta a hechos de hace 20, 13 y 10 años. Mientras dura este procedimiento, Marco está soportando muy duras condiciones de detención. Según las informaciones de que disponemos, se le priva de casi todo: ni visitas (ni siquiera de su familia), ni teléfono, ni máquina de escribir, casi ningún libro y sólo media hora diaria de paseo. Se le humilla atándole las manos a la espalda con esposas y poniéndole cadenas en los pies durante sus desplazamientos. Su abogado está en riesgo de ser revocado, bajo pretexto de "conflicto de intereses", por haber defendido a dos acusados junto con Marco del asunto de la evasión. Aunque, en el primer caso, era por un caso anterior y en el segundo, se trata de una persona muerta hace diez años. La procuradora Claudia Wiederkehr intenta todo lo posible para sacarle confesiones con extorsión. No tuvo inconveniente ninguno en interrogar a la madre de Marco que tiene 80 años y una salud precaria. Esta magistrada es la hija del director de la NOK, la empresa eléctrica saboteada por Marco. ¿Quién habla de conflicto de intereses?

Estamos convencidos de que si fuera posible cargar sobre Marco todos los delitos no resueltos del cantón de los Grisones, eso pondría contenta a mucha gente. Es esta la razón por la que su caso debe ser ampliamente conocido y defendido, para que, al menos, tenga derecho a una" justicia" equitativa: presunción de inocencia, una defensa digna de este nombre, el fin de toda tortura psicológica y condiciones de detención que respeten la dignidad humana.

En lo que nos concierne, nosotros apoyamos a Marco, pues compartimos su rebelión. Como decíamos en 1993 en L´Affranchi, "La violencia institucional lleva a un desarrollo de la muerte en el espacio de los vivos. La respuesta de los oprimidos no puede ser de la misma naturaleza, parte de la necesidad de defender un espacio que le pertenece y que le disputa un dominio, consumidor imperturbable de las energías humanas. En el caso de Marco, nos encontramos con un tipo de violencia fundamentalmente defensiva que da testimonio del rechazo de un sistema, del rechazo de la opresión, del rechazo de la destrucción de la naturaleza. Se trata en su caso de un combate individual de armas desiguales con el Estado. Su violencia no puede ser comparada con la violencia de las instituciones del poder. No se puede poner en el mismo plano a un individuo que se rebela y a un sistema que intenta reducir por la violencia a los que se le oponen."

Lausana, 29 de agosto de 2002

Direct-AIT, c/o Réflexions Sociales, case Postale 172, CH - 1000 Lausanne 6

Mail : erricob@bluewin.ch

Traduce RedacciónArriba lucha antifascista

 

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