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Armand Guerra, cineasta y pionero del cine militante

Eric Jarry

Fotograma de "Carne de Fieras"La vida de Armand Guerra, tipógrafo, anarquista y cineasta español, es particularmente difícil de rastrear. Cuando murió, en marzo de 1939 en París, después de haber huido de España, caída en manos de Franco, no tenía ni siquiera documentos de identidad encima. Precisamente en la calle de la embajada, a donde se dirigía para obtener nuevos documentos, se detuvo su camino. Era un viajero cansado que desapareció casi sin equipaje. Las primeras filmotecas empezaban a nacer, pero sus películas ya habían desaparecido. En 1942, en Perpignan, cuando los nazis invadieron el sur de Francia, su compañera hizo desaparecer los últimos escritos que le quedaban, temiendo que el pasado de este anarquista, que había vivido durante más de diez años en Alemania, aflorase de nuevo y pudiera ser el pretexto de ulteriores represalias. Durante más de cincuenta años Armand Guerra permaneció en el olvido, hasta que una de sus películas, Carne de fieras, se descubre en 1992 por la filmoteca de Zaragoza. Su itinerario, podemos reconstruirlo, mejor o peor, a través de sus artículos en la prensa libertaria, en revistas de cine, a través de los archivos policiales y de las filmotecas.

Armand Guerra, cuyo verdadero nombre era José Estivalis, nació en Liria, cerca de Valencia, el 4 de enero de 1886, su padre era campesino y su madre se ocupaba de un hermano mayor de cinco años, Vicente. Niño de buen corazón, es internado en el seminario de Valencia, experiencia de la que madurará un feroz anticlericalismo.

Comenzó a trabajar en una tipografía de Valencia a los trece años, hacia 1899, para pasar después con su hermano a otro taller de la ciudad. Hacia 1907, una huelga de tipógrafos lo llevó a prisión. Según fuentes de la policía, inmediatamente después habría embarcado para las Antillas. Como quiera que sea, en 1908, siempre con su hermano, se trasladó a París donde toma contacto con los anarquistas.

Fotograma de "Carne de Fieras"En 1909, frecuentó las reuniones del grupo anarquista Germinal de Ginebra y mantiene correspondencia con Pedro Vallina, médico anarquista español, entonces refugiado en Londres. Entre 1910 y 1914, colaboró regularmente en Tierra, semanario cubano publicado en La Habana, igualmente escribió en Le Réveil, semanario anarquista suizo, publicado por Bertoni, con el seudónimo de Silavitse, anagrama de su propio nombre. Armand no se detenía nunca: en febrero de 1911 atravesó Italia a la vez que Egipto para reunirsei en El Cairo con una pequeña comunidad anarquista italiana, agregada en torno a una tipografía situada en pleno centro, cerca del bazar El Muski. Allí participó en la publicación de un periódico trilingüe, L’Idea, en italiano, francés y griego. Cuando se prohibió su publicación en árabe, dejó El Cairo, donde había pensado «poder sembrar la rebelión». Comenzó, entonces, un largo periplo en barco de Estambul a Braila (Rumanía) y Salónica, durante el que fue constantemente vigilado por la policía. Se llegó incluso al punto de ordenarle dejar el barco prohibiéndole a la vez bajar a tierra. Ante tales contradicciones, el mismo capitán de la nave lo protegió...

De vuelta a Francia, en Toulouse, primero, y en Deauville después, redactó algunos artículos acerca de sus movidos viajes. Un libro titulado Stefanoff, plagado de sus recuerdos, fue publicado en Cuba en 1914 (hasta hoy no ha sido encontrado ni siquiera un ejemplar). En los períodos estivales trabajó en una tipografía de Deauville, en el número 40 de la rue du Casino. Precisamente en el verano de 1912, en una playa de Deauville, los operadores de la Gaumont consiguieron realizar (mediante una técnica muy compleja, que después fue abandonada) las primeras imágenes animadas en color de la historia del cine.

De vuelva a París, en 1913, realizó una película para la firma Eclair, Un grito en la jungla, que fue observada por Bidamant, entonces secretario de la Unión de Sindicatos de Francia. Le propusieron rodar películas de carácter social. Será la aventura del Cinema du peuple, en el curso de la que apareció por primera vez su seudónimo, Armand Guerra.

Fotograma de "Carne de Fieras"En la época en la que rodó sus películas con Cinema du peuple (Les misères de l’aiguille, Le Vieux Docker, La Commune) vivía en rue des Vignerons en Vincennes, exactamente frente a la gran fábrica Pathé. Como tipógrafo trabajó en la Maison de la presse, en el 16 de rue du Croissant en París (la placa en el edificio existe todavía), la calle en la que se imprimían gran parte de los periódicos y que hacía esquina con aquella, donde el 31 de julio de 1914 fue asesinado Jean Jaurès ante los ojos de Nono (Jean Vigo), otro futuro cineasta querido por los libertarios. Según los informes policiales de la época, se le creía casado con Jeanne Marquès, hermana mayor de Marcelle Capy, redactora de Bataille Syndicaliste, que se haría conocer posteriormente por sus escritos feministas y pacifistas.

Su película La Commune se convirtió en el argumento de una obra del pintor anarquista Maximilien Luce. Armand Guerra continuó describiendo en Tierra el desarrollo del Cinema du peuple y, gracias a él se promueve en la misma revista una subscripción para mantener esa actividad cinematográfica (suscripción que aparece al lado de otra encaminada a mantener a los revolucionarios mexicanos reunidos en torno a los hermanos Flores Magón).

El antimilitarismo de Armand Guerra fue probablemente el origen de su expulsión de Francia, mediante una orden ministerial del 27 de septiembre de 1915. Desde 1909 en adelante fue vigilado por la publicación en Niza del periódico Tierra y Libertad, del que había sido director y redactor. Después de la Semana Trágica de 1909 en Barcelona los periódicos anarquistas fueron prohibidos en España. He aquí por qué, como hacía por ejemplo Armand Guerra, ciertos periódicos eran impresos en Francia y después enviados a España.

A partir del primero de noviembre de 1915, Guarra comenzó a trabajar en Lausana como tipógrafo. La propietaria que le alquilaba la casa confirmó que recibía «una gran cantidad de periódicos que tenían por tema la anarquía y el libre pensamiento».

A finales de 1917, reemprendió las relaciones con el cine creando en Madrid, una empresa propia, la Cervantes Films. Después de realizar seis películas abandonó el proyecto por razones que todavía desconocemos (posiblemente financieras), ya que la mayor parte del tiempo rodaba en exteriores, haciendo así el costo de sus producciones mucho más alto de los habituales que todavía trabajaban en estudio). La mayor parte de estas películas estaban inspiradas en historias de gitanos y toreros, temas muy convencionales que gustaban al público de la época. Sin embargo, La maldición de la gitana se había realizado también para fustigar las supersticiones de una España muy creyente.

En 1920, volvió con su hermano Vicente a Lausana, para seguir después a Berlín. Comenzó entonces un largo período, de 1920 a 1931, durante el que realizó todo tipo de trabajos relacionados con el cine: autor, director, traductor de guiones (Armand Guerra hablaba correctamente siete lenguas). Berlín, en aquellos tiempos estaba intentando competir con Hollywood y sus directores -Pabst, Mumau, Ernst Lubitsch, Fritz Lang, Robert Siodmak, Billy Wilder...- hicieron prestigioso el cine de Weimar.

En 1925, actuó en una película de Hans Neumann, Sommernachtstraum (Sueño de una noche de verano) junto con otro actor libertario muy conocido por los cinéfilos, Alexander Granach.

Como ya había hecho otro anarquista español, Valeriano Orobón Fernández, también Guerra trabajó durante los años veinte en traducciones de las guiones para una productora hispano-alemana, la Filmofono. En esta época fueron frecuentes sus idas y venidas entre Berlín y España. El 2 de mayo de 1926, presentó un preestreno del cine sonoro que el periódico Diario de Valencia de 15 de mayo de 1926 calificó como un importante «acontecimento científico». El mismo año filmó Luis Candelas, el bandido de Madrid y después Batalla de damas (1927). Die geschenkte loge (La logia ofrecida, 1928) fue censurada por la censura alemana con el pretexto de que un jardinero, dispuesto a regar, daba la impresión de orinar: la película no pasó nunca a las pantallas. Armand Guerra se convierte también en corresponsal para Berlín de Popular Film, una revista de cine de Barcelona cuyo director no era otro que su amigo Mateo Santos (el mismo que el 20 de julio de 1936 realizó para la CNT el primer documental de la revolución española). En 1930, le llega a Guerra una propuesta para trabajar en España por la productora de una película que estaba insatisfecha con el director inicial, que le propone continuar el rodaje de El amor solfeando, es en esta ocasión cuando dirigió a la célebre Imperio Argentina.

En 1931 con el apoyo de su hermano, adquirió terrenos en Valencia para construir unos estudios cinematográficos, pero después de la renuncia de los otros socios, el proyecto fracasó. A causa de las nuevas leyes proteccionistas dejó definitivamente Berlín y se estableció en Madrid para reunirse con los que amaba, Isabel Anglada, con la que tuvo después una hija, Vicenta. En 1934, actuó en el papel de un payaso en La alegría que pasa de Sabino Antonio Micon. El golpe franquista de julio de 1936, contrarrestado por la revolución libertaria, lo coge en mitad del rodaje de su película Carne de fieras.

Armand Guerra escribirà recuerdos detallados de este período en A través de la metralla. El documental de Ezequiel Fernández, Armand Guerra, requiem por un cineasta español, evoca de manera precisa el contexto en que fue rodado esta película, la última ficción de Guerra. En efecto, inmediatamente después de haber terminado el rodaje de Carne de fieras, con su equipo documentó la revolución española para la CNT-FAI. Una carta suya, fechada el 17 de diciembre de 1936 y encontrada en los archivos de la CNT, nos informa entre otras cosas de que se adoperò en vano para realizar una película sobre Durruti.

A finales de 1936, la CNT necesitó de su talento de orador y Guerra debió abandonar por tanto la filmación. Conferenciante brillante, Armand Guerra ya había hablado en nombre de los anarquistas españoles el 1º de mayo de 1914 en París. Así, en los primeros meses de 1937 mientras sus reportajes Estampas guerreras se proyectaban en Madrid, participó sin descanso en una serie de conferencias en el sur de Francia hablando, siempre por cuenta de la CNT, junto a su amigo Manuel Pérez, del que había traducido el opúsculo Cuatro meses de barbarie, Mallorca bajo el terror fascista. Y a los que lo pinchaban diciendo que México no era el único país que donaba armas a España, respondía que la URSS jamás había donado armas, sino que las había vendido.

Encarcelado del 8 de abril al 26 de agosto de 1938 por el SIM (Servicio de Inteligencia Militar, de mayoría comunista) en el barco Uruguay, en el puerto de Barcelona y después bajo arresto domiciliario, escribió al Secretario General de la CNT , Mariano Vázquez, pidiéndole que interviniera para liberarlo.

En febrero de 1939, consiguió embarcarse para Sète y después escaparse de los campos de concentración, los únicos lugares que el gobierno socialista francés había concebido para acoger a los antifascistas españoles. Menos de un mes más tarde, después de haberse encontrado con su familia en Saint-Mandé, el 10 de marzo de 1939 moría a causa de un aneurisma. En su máquina de escribir quedaba el esbozo incompleto de un guión...

¿Fue un buen director Armand Guerra? Desgraciadamente ninguna otra película ha sido descubierta, después de la de 1992, en las filmotecas... y es muy difícil hacerse una opinión del valor artístico de su trabajo, ya que sólo se han encontrado pequeños fragmentos de sus primeras películas, es decir las realizadas con los medios más míseros. La última, sin embargo, Carne de fieras, tuvo que rodarla a toda prisa bajo las bombas (cuando faltaba de manera regular la luz) y con desgana porque no veía la hora de ir a filmar el frente. Permanecerá, por tanto, como una figura misconosciuta del cine... a menos que la filmoteca de Barcelona, que adquirió el pasado verano una cincuentena de documentales filmados durante la revolución española y confiscados por los franquistas, no nos dé pronto alguna sorpresa agradable. Mientras tanto, las investigaciones continúan.

Traducción del italiano E.G.W.

 

Más sobre Armand Guerra: http://www.elpollourbano.net/Filmo-ARTI.html

 

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