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CNT- Aragón - Rioja ...Las movilizaciones antimilitaristas no son procesiones, ni tan siquiera son la válvula de escape de los graves problemas económicos que nos rodean. Es una muestra más de nuestra cotidiana repulsa, de nuestro objetivo histórico de acabar con los ejércitos y con toda la justificación que contamina a la opinión pública. Un ejército jamás ha servido para nada que no sea exterminar a las personas y a las ideologías contrarias a los grupos de poder....
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Errico Malatesta ...Es el viejo error de los legisladores, a pesar de que la experiencia haya siempre, invariablemente, demostrado que nunca la ley, por bárbara que sea, ha servido para suprimir un vicio, o para desanimar el delito. Cuanto más severas sean las penas impuestas a los consumidores y a los negociantes de cocaína, más aumentará en los consumidores la atracción por el fruto prohibido y la fascinación por el peligro afrontado....
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Las verdades que no nos dicen |
John Pilger ...Somalia podría constituir una sesión de entrenamiento ideal para la destrucción final de Irak. Sin embargo, como informa el Wall Street Journal, Irak presenta un 'dilema', porque 'quedan pocos objetivos'. 'Nos queda el último cobertizo,' dijo un funcionario estadounidense, refiriéndose a los bombardeos casi cotidianos, que ya no constituyen noticias....
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El anarquismo y el momento actual |
Fabio Razzi ...La redacción de este panfleto ya conoce y defiende los discursos antiprohibicionistas y despenalizadores, a su vez conoce y reconoce las bondades de las drogas naturales ( el hachis, la marihuana o las distintas clases de setas alucinógenas, por ejemplo) así como ciertos usos de distintas drogas...
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Las insuficiencias de la democracia participativa |
F.J. Cuevas Noa ...la democracia participativa que exporta Porto Alegre no es realmente la democracia directa, es sólo eso, una democracia en la que se participa. Sin entrar en disquisiciones sobre el concepto de participación, conviene, sin embargo que puntualicemos algunas cosas obvias que a menudo se ocultan con esta palabra mágica. Toda política, por definición, se construye sobre la participación...
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La parada de los monstruos |
Jesús García Blanca ...No sabría decir qué me asquea más, si la obediencia de esa legión de tertulianos, columnistas y demás opinadores que invade los cada vez más injustificadamente llamados "medios de COMUNICACIÓN de masas", o las masas mismas, que se regodean en su papel de borregos paralizados aquímelasdentodas... |
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CONTRA TODO EJERCITO, CONTRA TODA AUTORIDAD MANIFIESTO DE LA CONFEDERACIÓN REGIONAL ARAGÓN- RIOJA CON MOTIVO DE LA EUROCUMBRE A CELEBRAR LOS DÍAS 22/23 DE MARZO DEL 2002 EN ZARAGOZA Las manifestaciones contra los ejércitos no son ninguna moda reciente. Desde hace unas cuantas generaciones, la Confederación Nacional del Trabajo(CNT) está luchando sistemáticamente contra el militarismo. Jamás ha empleado ese doble lenguaje que permite que amplios sectores sociales demuestren una absoluta falta de coherencia y credibilidad, oponiéndose al ejército pero no a los medios que lo propician: la financiación, la cobertura legal e ideológica diseñadas en cualquiera de los estados que cicatrizan al mundo. Y, de ninguna manera, se ha caído en la trampa del patriotismo, ahora denominado nacionalismo, como una excusa de defensa colectiva. Las movilizaciones antimilitaristas no son procesiones, ni tan siquiera son la válvula de escape de los graves problemas económicos que nos rodean. Es una muestra más de nuestra cotidiana repulsa, de nuestro objetivo histórico de acabar con los ejércitos y con toda la justificación que contamina a la opinión pública. Un ejército jamás ha servido para nada que no sea exterminar a las personas y a las ideologías contrarias a los grupos de poder. Para quien considere todavía que el antimilitarismo es un tópico trasnochado, hay que recordarle la cruenta participación de los ejércitos en la casi olvidada historia del siglo XX que ha condicionado y, si no lo evitamos, condicionará la cada vez más precaria vida en nuestras sociedades. Y que no se utilice esa otra crítica fácil como argumento hipócrita de que los culpables son las instituciones y no los individuos que las componen por causa de la obediencia debida. No nos refugiemos en la cobardía de disculpar a unos "seres adultos" que integran las fuerzas armadas, evitando exigirles responsabilidades por toda esta nauseabunda sociedad que están construyendo. De otro modo, ¿ a qué jugamos? ¿a manifestar puntualmente una crítica blanda que no haga peligrar nuestro confort material e intelectual?, ¿ a pasear un esnobismo moderno, una moda pasajera más como resulta ser la estética alternativa?, ¿ a perpetuar la misma letanía hasta el día que sea ilegal expresar la libre opinión por las calles? Otro mundo es posible, pero sin militares, sin policías, sin políticos, sin empresarios, sin religiones, sin los sindicatos verticales. De manera contraria, sólo estaremos interpretando una protesta asimilada por el sistema capitalista y resulta hasta más que probable que los grandes almacenes presenten muy pronto la moda antiglobalización. ¿De verdad que el mercado no nos absorberá sino planteamos la lucha sin tibiedades ni posibilismos? ¿Bailaremos, beberemos, nos daremos las manos hasta la próxima ocasión (procesión)?. Y, entre tanto, ¿dejaremos patrullar impunemente a los ejércitos por nuestro planeta? En principio, debemos pensar en nuestra coherencia, en si nuestra vida social y laboral ofrece alguna concesión hacia la basura belicista, tanto a sus organismos como a sus individuos. No cabe de ningún modo la doble moral: o se aísla a estos carniceros de la sociedad o estaremos perdiendo el tiempo, mientras los ejércitos, sus presupuestos y su aparato propagandístico aniquilan poco a poco, ley tras ley, a todos los grupos y movimientos que les supongan problemas (económicos, ideológicos...) ¿El ejército desarrollará pronto las funciones hasta ahora encomendadas a la policía nacional?. ¿Triunfará ese intento de hacer la vida más insoportable? Un militar malvive su miserable existencia gritando: ¡a la orden¡. A la orden de las multinacionales que financian las guerras, mientras las jerarquías políticas ya no pueden hacer otra función que la de simples mamporreros. Al resto sólo nos queda mirar, morir o luchar sin descanso hasta que esta desequilibrada situación desaparezca y dé paso a una vida de justicia y de igualdad. ¿Todavía eres tan ingenuo para considerar que unas elecciones políticas y sindicales pueden cambiar el caótico mundo que habitamos? ¿Hace falta una prueba más para demostrar a cualquier inteligencia media que todo es un fraude consentido? Que el estado democrático reprima y persiga a las personas disidentes sólo significa que la verdad molesta. ¿Cómo nos denominarán ahora los ladridos del periodismo policial a los movimientos con los planteamientos más coherentes? ¿Dividirán otra vez el corral antiglobalización entre gallos y gallinas? ¡¡¡¡LUCHA CON NOSOTR@S¡¡¡ C.R.CNT Aragón-Rioja |