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¿Os
acordáis cuando nos contaban que los excedentes de las centrales
nucleares, que eran super peligrosos, se iban a guardar en bidones y se
iban a enterrar bajo toneladas de cemento para cuando la ciencia
encontrara una solución al tema? Pues bueno, primero tiraron los bidones
al mar diciendo que ahí estarían bien, claro que llegó Cousteau y sacó en
video los bidones oxidados y rotos soltando radioactividad a manos llenas.
Bueno, pues ahora nuestros
queridos gobernantes han encontrado la aplicación perfecta para este
veneno radioactivo... y es que resulta que este veneno que no quiere
nadie, es un material formidable para hacer balas y bombas. Si, si, es tan
pesado que una bala recubierta con este veneno radioactivo es capaz de
perforar un tanque, y no solo eso sino que, una vez dentro del tanque, al
ser altamente inflamable, se prende fuego a altísimas temperaturas y no se
libra nadie. Y bueno, este veneno radiactivo, en ese fuego infernal pasa a
ser polvo radioactivo respirable que flota en el aire y que puede dar dos
vueltas al mundo antes de depositarse en tu ciudad, en la comida o en el
agua que beberemos. La tierra es tierra desde hace 14 millones de años....
pues bien, durante los próximos 14 millones de años ese polvo radioactivo
seguirá emitiendo radiaciones alfa. Si tienes la mala suerte de toparte
con unos polvos de estos, se te acumularán en el hígado y seguirán
irradiando tus queridos tejidos y trastocando tus queridos genes, para que
ni tus hijos, ni tus nietos, ni los nietos de tus nietos se olviden del
nuevo invento bélico.
El ejército de Estados
Unidos ha estado haciendo pruebas de fuego con este juguete desde 1940 en
una isla de Puerto Rico, en Vieques, "la isla del cancer" donde se han
multiplicado por 27 los casos de cancer ( un tercio de la población está
ya enferma ).
En la guerra del Golfo
también se lucieron, disparando balas con 400gr de este veneno y
proyectiles con hasta 4 kilos. Ahí si que lo hicieron bien, pues no le
dijeron nada a sus soldados que tranquilos y contentos iban a recoger
souvenirs de los tanques que habían destrozado. Más de 250.000 marines
están afectados. Pero no hay problema, las autoridades niegan que su mal
tenga nada que ver con la radioactividad, es todo psicológico, ya se sabe,
el estrés de la guerra. Le han puesto nombre y todo: "sindrome del golfo".
La población civil de iraq, ya os podéis imaginar.
En Kosovo dejaron mas de 10
toneladas esparcidas por todo el terreno y, hasta el momento, se han
producido al menos 13 muertes de soldados europeos que sirvieron en Kosovo
por leucemias y cánceres de piel.
Y en Afganistán... os
acordáis que nos decían que tenían una bombas "perforadoras" que
atravesaban montañas y llegaban hasta las mismísimas cuevas de los
malos.... pues ya os podéis imaginar de qué están compuestas esas
extraordinarias bombas: más de 4.000 kilos de material perforante, veneno
radioactivo o uranio empobrecido, como lo quieran llamar.
¿No creéis que es hora de
evitar esta locura?
Héctor Feliciano |