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Según
el señor Rosell, presidente de la Patronal catalana, la mayor parte de
culpa en los accidentes laborales es de los trabajadores. Y, desde aquí,
le queremos dar la razón. tenemos la culpa de aceptar tanta precariedad
laboral que nos hace realizar faenas, aun a sabiendas de que en ellas no
se cumplen las mínimas normas de seguridad. Tenemos la culpa de no cumplir
nosotros mismos esas normas en los trabajos designados a destajo para
correr más y así poder ganar más dinero. Tenemos la culpa porque vemos
cómo no se respeta la distancia mínima entre máquinas y seguimos
trabajando sin decir nada. Tenemos la culpa porque vemos cómo se utilizan
productos químicos peligrosos para la salud, sin que haya la suficiente
renovación del aire en el taller, y no exigimos el cumplimiento de las
normas de
seguridad e higiene para esos casos. Y, así, podríamos seguir enumerando
nuestras "culpas". En fin, tenemos la culpa porque la ley de mercado exige
que las empresas compitan entre ellas para hacer los productos con buena
calidad en el menor espacio de tiempo posible y con el menor coste, y
nosotros seguimos ese juego.
Pero, ¿por qué somos tan
"irresponsables" los trabajadores? Cerramos la boca y obedecemos porque,
en la mayoría de los casos, no somos conscientes de la miserable
existencia que llevamos. Para creernos "propietarios", estamos pagando un
piso durante toda la vida. Nos compramos un buen coche o una segunda
residencia para parecer más que el vecino. Tenemos uno o dos hijos, aun a
sabiendas de que tendremos que hacer horas extras para poder alimentarlos
y educarlos, con la consiguiente pérdida de tiempo libre para poder estar
con ellos y ayudarles a crecer como personas nobles, dejando toda la
responsabilidad de su educación a los profesores. Nosotros no queremos
decir que los trabajadores no tengamos derecho a poseer ciertos bienes
materiales y a tener hijos, pero ¿ primero, no habría que luchar por unos
salarios dignos, por unos horarios laborales que nos permitieran estar con
nuestros hijos, y por una organización del trabajo que no pusiera en
peligro nuestras vidas?
La solución no es votar a
unos delegados que sólo miran negociar con las empresas sin querer
causarles ningún problema, para que sus organizaciones sindicales sigan
recibiendo subvenciones millonarias. En lugar de ver la "tele" o ir al bar
a ahogar en alcohol nuestras frustraciones, hemos de reunirnos para
discutir y buscar propuestas que plantear a los empresarios. Eso es lo que
proponemos desde aquí. Organicémonos y cambiemos poco a poco este estado
de cosas. Acabemos con la nefasta competitividad y busquemos la
cooperación para hacer una sociedad más justa.
¡Contra la precariedad y
los accidentes laborales!
¡No al terrorismo
empresarial!
CNT-AIT de Hospitalet |