TAT constata que la
Guardia Civil ha recuperado métodos como «la bañera». Recuerda que
Madrid «mantiene secuestrado» el informe del Consejo de Europa
El
informe sobre la tortura en Euskal Herria de TAT constata, además de la
persistencia de esta práctica, un incremento de las denuncias
presentadas contra la Ertzaintza y que la Guardia Civil ha recuperado
métodos no utilizados hace años como «la bañera». Junto a ello, Iñigo
Elkoro destacó que el protocolo anunciado por Javier Balza para
erradicar la tortura es «un engaño que han tenido que presentar ante el
incremento de críticas a la Ertzaintza».
El informe sobre la
tortura en Euskal Herria en 2002 elaborado por Torturaren Aurkako Taldea
(TAT) denuncia que esta práctica sigue siendo una realidad, según
destacaron Iñigo Elkoro e Izaskun González, representantes de este
colectivo, que subrayaron que ya tienen datos para el informe del año
que viene y recordaron que, mientras ellos comparecían por la mañana en
Hernani, los detenidos por el cierre de "Egunkaria" seguían
incomunicados.
González explicó que TAT
ha constatado la existencia de 127 torturados y que han recogido 113
testimonios, de los que 97 han sido incluidos en el libro que
presentaron ayer y que saldrá a la venta el próximo fin de semana al
precio de 10 euros, en el que se incluye, por primera vez, un CD con
fotos, vídeos y documentos.
De los testimonios
recogidos en el informe, 59 corresponden a ciudadanos vascos detenidos
por la Guardia Civil, 23 a arrestados por la Ertzaintza y 15 a detenidos
por agentes de la Policía española.
Junto a ello, González
destacó que la Guardia Civil ha recuperado modos de practicar la tortura
que no se habían utilizado en los últimos años, como «la bañera», que se
ha aplicado en dos ocasiones.
Además, subrayó que se
han producido seis casos de agresión sexual a manos del instituo
militar, de los que cinco corresponden a hombres y el otro a una mujer.
La representante de TAT
también incidió en el incremento de denuncias contra la Ertzaintza, así
como en «el salto cualitativo» que ha supuesto que este cuerpo «pase de
la tortura sicológica a la física», mediante la obligación de mantener
posturas forzadas, impedir conciliar el sueño o golpear a los detenidos
hasta que pierden el conocimiento.
Por su parte, Iñigo
Elkoro subrayó que, desde varios organismos internacionales, como el
Comité contra la Tortura de la ONU, se ha reclamado al Estado español
que elimine la incomunicación de los detenidos.
En este sentido, denunció
que el Gobierno español sigue manteniendo secuestrado el contenido de un
informe elaborado por el CPT -dependiente del Consejo de Europa- en 2000
tras una visita a Euskal Herria, en el que se manifiesta la persistencia
de la tortura.
Por otra parte, Elkoro
rechazó que el protocolo anunciado por el Gobierno de Lakua para
erradicar la tortura vaya a ser efectivo, tildándolo de «engaño». «Lo
han elaborado para hacer frente a las críticas, pero no es ningún
protocolo, sino que se limitan a cumplir lo que ordena la ley. Por
ejemplo, que un médico forense atienda a los detenidos mientras dura la
incomunicación es cumplir lo que establece la ley», añadió.
En este sentido, subrayó
que, debido a los exámenes forenses de carácter físico, se ha
incrementado la tortura sicológica, «que tiene un mayor efecto en los
detenidos y deja unas consecuencias más graves».
Asimismo, recordó que TAT
ha elaborado un decálogo para erradicar la tortura, en el que se
proponen medidas como la supresión de la incomunicación, la asistencia
de médico y abogado de confianza o la instalación de cámaras de vídeo.
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