El pasado día 6, se celebró en al Juzgado de
lo social Nº 1 de Jerez el juicio por despido del compañero José
Lozano, trabajador de la Empresa Ebro Puleva en su centro de trabajo de
Jédula (Ex-Azucarera)
Como con
anterioridad la empresa, en los actos preliminares al juicio, insiste en
ofrecer la indemnización por despido improcedente, a lo que el
trabajador ante el magistrado y los asistentes (sala llena de
compañeros y los que se quedaron fuera por falta de sitio) pregunta
que, si no había motivos, cuál es el porqué del despido, añadiendo
que la única razón por la que la empresa no quiere hablar de la
readmisión es por su afiliación sindical, y, al final, dice que,
aunque la empresa aparenta querer solucionar el tema, lo que trae es muy
mala fe. El compañero Lozano decide que continúe el juicio, aun
recibiendo recomendaciones de que no iba a conseguir más de lo que le
estaba ofreciendo la empresa o incluso menos, pero este compañero
considera que es una cuestión de dignidad y no
económica.
La defensa de José Lozano es
planteada en tres vertientes:
1º Falta de
motivos para la aplicación del despido disciplinario.
2ª
Prescripción de la falta por haber transcurrido mas de dos meses desde
que ocurrieron los hipotéticos hechos hasta la aplicación de la
sanción.
3º Defecto
de forma, por vulneración del derecho sindical al no dar audiencia
previa al sindicato mediante su Sección Sindical en la empresa.
En el transcurso de las declaraciones
de los testigos, entre los más relevantes, tenemos la de quien
supuestamente acusó a José Lozano, declarando ahora en el juicio que
los hechos argumentados por la empresa no son ciertos, que él ordenó
traer el aparato al taller, mandó llevarlo al taller de reparaciones y que
todo lo sucedido lo había autorizado él. Todo lo contrario de lo
que decía la carta de despido, añadiendo, además, que la dirección
conocía los hechos desde el 18 de abril.
Tras estas declaraciones, el
magistrado le comenta al abogado de José Lozano que si cree necesario
la declaración de más testigos, pues la cosa está muy clara y que de
los nueve testigos que se han citado no deben ser repetitivos en las
declaraciones y que de hacer pasar alguno más es porque tenga que
aportar algo nuevo. Este propone por interés para el caso, al Director
de la azucarera y al delegado de la Sección sindical de C.N.T. en la
misma.
Llama a declarar al director de la
fábrica de Jédula, preguntándole si tenía conocimiento de los hechos
en el mes de Abril a lo que éste le contesta que el día de los hechos
no se encontraba en la fabrica, que se encontraba en Madrid, que él
estaba muy atareado con querer esclarecer los incidentes que habían
ocurrido con anterioridad y en concreto con el incendio, se le reitera
la pregunta que aunque no fuese el mismo día de los hechos en todo caso
en el mes de Abril, al final dio una pregunta evasiva que no se
acordaba. Para terminar, la misma Magistrada le dijo que había
una contradicción en cuanto a lo declarado por él y el Jefe del
taller.
Al delegado sindical de C.N.T. se le
pregunta si es delegado reconocido con todos sus derechos en la empresa
a lo que dice que sí, que participa en todas las reuniones junto a los
compañeros de U.G.T. y CC.OO. miembros del comité de empresa y con la
dirección, se le pregunta si la empresa le comunicó de alguna manera
la intención de despedir a José Lozano, y, contestó que en ningún
momento tuvo conocimiento por la empresa del despido. La magistrada
le pregunta si le constaba que la empresa conocía la afiliación del
despedido, a lo que el compañero respondió que, con anterioridad,
Lozano había desempeñado las funciones de delegado de la Sección
Sindical de C.N.T.
Creemos que se comienza una nueva
situación en el conflicto, con independencia del resultado del juicio,
pues los asistentes fueron testigos de las contradicciones y mentiras de
la empresa, de que todo ha sido un montaje de la misma para poder
despedir al compañero y que, hasta el momento, algunos compañeros de
trabajo y de otras organizaciones sindicales, que podían dudar de la
inocencia del compañero José Lozano, ahora no tienen razón para no
denunciar y oponerse a tan injusto despido y apoyar tan justa
reivindicación como es el derecho a su puesto de trabajo. Pues
ha quedado claro que se trataba de despedir a un trabajador querido en
la empresa por sus compañeros, con una marcada trayectoria sindical en
defensa de los intereses de los trabajadores.
Hasta tanto no tengamos conocimiento
de la sentencia, mantenemos nuestra petición a los trabajadores de
apoyo y solidaridad con el caso del despedido.
Asimismo informaremos de la sentencia
cuando tengamos constancia de ella.
Federación local de sindicatos de
Jerez de la C.N.T.
El Secretario