Desde el 1º de julio de 2001 al 31 de diciembre del 2003, la nueva policía de los parados (el PARE, Plan d´Aide au Retour à l´Emploi, Plan de Ayuda a la Vuelta al Empleo) os acoge en las ANPE (Agencia Nacional para el Empleo). Este acuerdo ha sido firmado por los patronos y los sindicatos tradicionales.

El PARE es un contrato por el cual el parado se compromete a buscar activamente un empleo, a seguir un examen de competencias, a mantener encuentros regulares (control) con el personal de la ANPE o a seguir una formación de reconversión. En suma, un dispositivo que permite al ASSEDIC (Asociación para el Empleo en la Industria y el Comercio)reforzar la vigilancia policial de los parados y paradas, y de obligarles a aceptar cualquier curro en cualesquiera condiciones (tiempo parcial, contratos precarios), y sin tener en cuenta sus preferencias (obligación de seguir formaciones de reconversión en caso de no-regreso

rápido al trabajo en su ramo originario).

Hoy, con el PARE, al parado se le raya, se le elimina, si rechaza los empleos que le son ofrecidos después de seis o doce meses de aplicación, lo que sobreentiende que debe adaptarse a las necesidades de las empresas, es decir, a aceptar los empleos más buscados por los patronos: en su mayoría los de CDD (Contrato Directo Determinado), los de tiempo parcial, los de horarios partidos en la jornada o bien alterados, trabajos de sábados y domingos...

Si hasta el 1º de julio se podía todavía rechazar firmar para continuar "beneficiándose" del anterior sistema, a partir de ese día, se nos sigue diciendo que tenemos la posibilidad de elegir, pero que, si no se firma el PAP (el contrato de adhesión al PARE), ya no se tiene ningún subsidio de paro más. De este modo, este nuevo contrato permitirá reducir el número de parados indemnizados (recordemos que apenas el 40% de los parados lo son por las ASSEDIC, los otros dependen de la solidaridad nacional: ANPE o ayudas mínimas sociales), o obligarlos a aceptar empleos precarios o formaciones de reconversión en los sectores de gran demanda (cf. el acuerdo UNEDIC, capítulo IV, art. 17: el examen riguroso de competencia no evita una reconversión forzada). En efecto, mientras diferentes ramos tradicionales de empleo están atascados, otros experimentan un fuerte crecimiento. Ahora bien, ¿ cuáles son esos famosos empleos llamados "de reactivación" en los textos?: las empresas de seguridad, la construcción, la restauración y la distribución, en suma, todos los sectores de condiciones de trabajo muy duras y de salarios muy bajos.

Por el contrario, para los patronos, obligaciones cero. O aun peor, el artículo 43 les permite recibir ayudas durante tres años por recontratación de parados en forma de 40% del salario. Tranquilizaos, es el estado el que paga, es decir, los impuestos. La patronal puede seguir mofándose de la legislación laboral, despidiendo obreros en empresas de grandes beneficios (Michelin, Renault, Danone, Vivendi...), chantajeando con la excusa de la caja vacía, y sustrayendo al UNEDIC el dinero tomado por el trabajo de los asalariados.

Los ASSEDIC que deberían servir, según los dogmas del paritarismo, de seguro contra el paro con las cotizaciones de los trabajadores, ya no servirán más que como inquisidores reforzados.

Recuérdese que las pretendidas cargas patronales salen directamente del salario del trabajador y no provienen del bolsillo de los patronos, es decir, de sus beneficios (originados por el trabajo de los asalariados mismos). Cuando la Patronal reduce sus cargas, está reduciendo la parte de contribución del trabajador al seguro de desempleo y está aumentando su propia riqueza.

Si uno solo rechaza firmar el PARE, pierde sus subsidios, si uno solo lo firma, está obligado a aceptar cualquier clase de trabajo.

Rechacemos, pues, colectivamente firmar el PARE. Todos unidos, rechacemos el establecimiento de un paro de tres velocidades que nos dividirá entre parados sin subsidio, beneficiarios buenos

del subsidio sometidos al PARE, y los malos que sufren la baja de categoría y el rayado. Rechacemos la cogestión y a los sindicatos signatarios. Sólo las luchas instauran una relación de fuerza a favor nuestro para hacer recular a la Patronal. Movilicémonos todos contra el PARE y la refundación social, por el mantenimiento de los subsidios de desempleo y la instauración de un salario mínimo garantizado.