Desde el ataque del 11 de septiembre (no usare la palabra "terrorista porque así es como actúasete gobierno, que es el mayor terrorista de todos), muchos de nosotros, yo incluido, hemos sufrido cacheos, interrogatorios, amenazas y múltiples acosos porque somos conocidos en el sistema carcelario de Amerikkka y no nos hemos desanimado cuando nuestras voces han disentido delas políticas de Amerikkka. Me he dado cuenta de que, desde este ataque, muchas personas a las que consideraba amigos y compañeros me han dado la espalda, me han rehuido, y en muchos casos, me han declarado como enemigo suyo tan sólo por cómo suena mi nombre. Ni que decir tiene que esto me entristece, porque no me lo esperaba de aquellos a los que antes consideraba personas "comprometidas", y lo veía como algo más propio del gobierno e incluso de los funcionarios y carceleros que me mantienen en cautividad. Pero el haber visto esto de personas inesperadas me ha dado una oportunidad de reanalizar las cosas.

Todo esto me recuerda a los años 60 y principios de los 70, cuando mucha gente declaraba estar a favor de las luchas de los negros, de los derechos civiles y demás, y después acabó sirviéndoles para mezclarse en el status quo, convertirse en uno más y apuntarse al movimiento yuppie; para convertirse en capitalistas. Eso es lo que veo.

Muchos jóvenes blancos, que clamaban a voz en grito su disgusto hacia Amerikkka, están ahora agitando la bandera con frenesí y apresurándose a airear (tras haberse escondido) su ferviente odio y sed de sangre y guerra. También estoy viendo a mucha gente dispuesta a ceder todos sus derechos sin dudarlo con la excusa de la seguridad. Así, veo las primeras muestras de la erosión de esa fachada llamada "democracia" y la emergencia de un "fascismo" puro y duro. Ha estado arrastrándose durante algún tiempo, pero ya no necesita arrastrase. Ahora, los poderes fácticos están haciendo ver a la gente que eso es lo que pueden esperar de ellos.

Están surgiendo discusiones acaloradas en el congreso y el senado de Washington sobre la necesidad de obligar a todos los amerikkkanos a tener Carnets de Nacionalidad. Esto no puedo aceptarlo porque mi nacionalidad no es la amerikkkana, y porque nunca aceptaría que eso seme impusiese. Del mismo modo, la 14ª enmienda forzó a mi gente a ser "ciudadanos de pleno derecho", tras haber sido esclavos, habérsenos denegado toda propiedad y habérsenos arrancado todo derecho humano (de hechos, se nos consideraba tres quintos de humano); dijeron que los de mi gente eran "ciudadanos" para librarse de la responsabilidad de habernos esclavizado y ahorrarse para siempre las compensaciones que nos prometieron: los 40 acres y la mula (1). Esto es lo que veo en el traído y llevado carnet de nacionalidad. Es una forma de obligar a uno a aceptar los dictados del sistema político de Amerikkka, el cual hará, si la gente no es prudente, que nos encontremos como los judíos en Alemania durante la segunda guerra mundial o en la Italia fascista.

Estando en una de las cárceles "terroristas" de Amerikkka, me sorprende sobremanera que nadie haya llamado "terrorista" o "nación non grata" a este gobierno, cuando ha potenciado, fomentado y practicado (y aun lo practica) el terrorismo contra segmentos de su propia ciudadanía, como los negros, los latinos y los diversos pueblos originarios, los nativos americanos.

¿Qué hay que hacer para que te coloquen el sambenito de terrorista? ¿Sería terrorista un policía que dispara 41 veces a un hombre desarmado? ¿Sería terrorista un cuerpo policial que ha disparado 21 una veces a una chica que estaba medio inconsciente dentro de un coche? ¿Llamaríamos acto terrorista a la segregación racial y la brutalidad? ¿O este término se define estrictamente con la definición de los que primero la hicieron? De esta manera, cuando un soldado americano amaba a un indio era una "victoria", pero si ganaba el indio se consideraba una "masacre". La gente necesita parar para pensar en lo que está ocurriendo y rechazar las supercherías de esos ASESINOS declarados de la Casa "Blanca" y sus medios comprados por las multinacionales.

Estoy sentado en una prisión, calificado como criminal... Mientras, las empresas a las que este gobierno otorga rebajas fiscales y hace lo que ellas le dicen que haga matan a cientos de miles de personas a diario y arruinan nuestros ecosistemas, causando extinciones masivas de especies que nunca podrán volver.

Lo que sucedió el 11 de septiembre, se quiera aceptar o no, es el resultado de la indiferencia global de Amerikkka hacia otras gentes, en especial a la de color. Está claro que mucha gente murió en este ataque; dicen que 5.000 personas. Pero también murieron miles, e incluso millones, a causa de las políticas agresivas de los EE.UU., y nadie se dignó a hablar de ello, o denunciarlo. ¿Por qué? Porque no sucedió aquí. Y cuando sucedió aquí en forma de palizas a jóvenes negros, incendios de casas, odio brutal y abierto de los blancos dirigido contra colegiales negros en los setenta, que hizo que esos niños se sintiesen ATERRORIZADOS, ¿quién dijo algo, aparte de las víctimas de esos ataques terroristas?

No voy a agitar ninguna maldita bandera roja, blanca y azul porque, para mí, ésa es peor que la de la Confederación (2). De hecho, la bandera roja, blanca y azul representa para mí la enseña de los terroristas.

Se me está negando el derecho a vivir mi vida por culpa de un sistema de leyes desiguales, que tiene una ley para blancos y otra para gente de color. Vivo en una prisión, forzado a la humillación porque carezco de dinero y riquezas. Porque no tengo influencia ni puedo pagar a carceleros corruptos para conseguir mi libertad, como Marc Rich (3), al que absolvió el ex-presidente Klinton. No tengo la voz adecuada a su entender. Pero tengo la voz de la disidencia y la revolución, y mientras la tenga, creedme, hablaré sobre todas las injusticias antes de hablar sobre cualquier otra cosa.

En las trincheras...

La guerra no es la solución a nuestros problemas políticos y sociales.

¡El amor es la respuesta, y para ser revolucionario, uno ha de tener amor!.

Notas de la traductora

(1) Esta era la compensación que ofrecía el obierno de EE.UU. a los esclavos liberados tras la redacción de la 14ª enmienda. (arriba)

(2) La Confederación de Estados del Sur, que durante la guerra de Secesión (1861-65) se manifestó a favor de la esclavitud y el latifundismo. (arriba)

(3) Funcionario de prisiones de Kentucky acusado de malversación de fondos. (arriba)

Ali Khalid Abdullah

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