Como
muy bien señalaba el editorial de este periódico del mes de diciembre,
arrecia con fuerza la campaña salvaje a favor de impulsar/imponer los
planes de pensiones privados a l@s trabajador@s. Agotado un sector del
mercado, los bancos y cajas se lanzan con la colaboración del
burosindicalismo a la captura de nuev@s adscrit@s a los mismos.
En Aragón, en
confluencia de intereses la DGA (Diputación General de Aragón), CCOO,
UGT Y CSIF han montado un plan de pensiones para l@s emplead@s public@s,
"voluntario" por supuesto, pero que detrae en monto
considerable de cientos de millones, del ya magro fondo social destinado
a ayudas de estudios, sanitarias, etc. para incorporarlo al fondo de
pensiones, detraimiento que anuncian, aumentará cada año. Con lo cual
a l@s que no deseen participar se les está sustrayendo parte del fondo
social al que tienen derecho.
¿Con qué desfachatez
van a defender el sistema público de pensiones y el sector público en
general, que dicen defender cuando se convierten ellos mismos en
potenciadores y gestores de sistemas de pensiones privados e
insolidarios?
UGT incluso se dedica
a convocar reuniones para hacer "simulaciones" de la pensión
futura y la DGA enviando cartas a los empleados animándoles a
suscribirlo.
Si realmente quieren
unos salarios, pensiones públicas y condiciones de trabajo dignas que
informe y movilicen a l@s trabajador@s y que l@s trabajador@s decidan.
Y, entre medio,
antiguos líderes sindicales metidos a directores de recursos humanos de
Ibercaja, entidad adjudicataria, familiares de cargos de la DGA en la
misma nómina... y la gran cantidad de dinero que consumen y necesitan
los aparatos, cúpulas y líderes sindicales...
Afortunadamente,
sectores sindicales han criticado semejante montaje, pero el
sindicalismo crítico es minoritario... aumentar su fuerza y
presencia es la tarea de hoy: "Estamos a tiempo".