De un
tiempo a esta parte los llamamientos a la unidad de acción, que
vienen por parte de CGT encuentran un amplio rechazo por parte de
los sindicatos cenetistas. Habría que preguntarse por enésima
vez hasta que punto se pueden llamar anarcosindicalistas a los
policías afiliados a la CGT, a los líderes ejecutivos y
liberados, a los delegados sindicales de la CGT que firman
despidos y los cobran, a los "anarcos" subvencionados
por el Estado. También tendríamos que preguntarnos de qué
serviría "una mejora hipotética" en unos cientos de
afiliados con sus líderes trotskos, marxistoides, cocos
reconvertidos, verdes peseteros.... gentes acostumbradas al buen
vivir sindical subvencionado, que gustan de las horas sindicales
acumuladas para liberar al lidercillo de la sección. Gente que
monta listas electosindicales hasta con muertos, que se presentan
a elecciones municipales para "cubrir huecos de lucha".
Gente que invita al P.C.E. a sus congresos, gente que teje una red
internacional contra nuestra AIT, que mantienen contenciosos
jurídico-administrativos contra la CNT por su patrimonio
histórico.
Habría que hablar también de
otros tipos de uniones que se proponen o simplemente se realizan
sin más desde la CNT en alguna parte de la geografía hispana. Es
decir, hablar de los pocos escrúpulos para firmar manifiestos (o
acudir a convocatorias) claramente políticos en nombre de CNT.
Así podremos ver CNT (y a veces se ha visto) y tropocientas
siglas como por ejemplo PP, PRT, IU, SOC, BNG, CUT, CGT, Sindicato
de Estudiantes, Acción Alternativa, LAB, etc. Esto, según
algunos, parece que viene a incrementar las "grandes
perspectivas de crecimiento" de los movimientos sociales.
¿De quién?, ¿de alguna nueva fórmula
político-social-sindical?, ¿será éste el gran modelo que
arrastre a las masas al anarcosindicalismo, éste convertido en la
alternativa definitiva de toda la llamada izquierda radical?
Con una simple lectura a
nuestros estatutos, los de la CNT, podemos ver que dicen
claramente "mantener relaciones con organismos obreros
afines" ¿Qué afinidad tenemos con el PRT o con IU? ¿Son
organismos obreros? ¿Son planteadas estas uniones como alguna
lucha sindical puntual y efímera o tienden a ser una estrategia
claramente de acercamiento a estos grupos políticos? ¿Podrá
hacer la CNT campañas antielectorales y tendrán éstas base
moral, si se apoya a algunas organizaciones políticas, al menos
con manifiestos conjuntos?
Por otro lado queda profundizar
en lo de la unión orgánica con la CGT, en la sempiterna llamada
para que participemos en las elecciones sindicales. El costo de
llamarnos CNT ha sido caro. La gente no ha entendido las
programadas escisiones, gran parte de los obreros no veían
problemas en ser parte de los Comités de Empresa, claro que hasta
que estos enseñaron los dientes del sindicalismo del capital. La
CNT rechaza las elecciones sindicales, porque frenan el proceso de
organización de los trabajadores en el sindicato, anulan la
asamblea como instrumento de debate y decisión, destruyen la
unidad de los trabajadores, anulan la acción directa, eliminan la
conciencia social y la voluntad de los trabajadores, vacían de
contenido a los sindicatos y sientan las bases de la burocracia
sindical y de los privilegiados sindicales. Toda esta retahíla
(que es de lo mejorcito de todos los congresos de la CNT), fue la
piedra de toque para que unos cuantos se fueran y emprendieran una
campaña de intoxicación y derribo contra el anarcosindicalismo,
cosa que dura hasta hoy. Estos artículos que han venido hablando
sobre unidad CNT-CGT son el reflejo de ello.
Los anarcosindicalistas han
considerado siempre al sindicalismo revolucionario como un medio
para la transformación social. El sindicalismo politizado y
reformista, como el de la CGT, pretende que el medio sea fin a la
vez, sobre todo para una camarilla de líderes que viven a costa
de ello. Esto les ha pasado a casi todas las fórmulas
organizativas que un día se presentaron novedosas y terminaron
siendo más reformistas que aquellos a los que criticaban. En el
fondo son "vanguardia" y autoritarismo, igual que otros
modelos procedentes de los marxistas. Simplemente perpetúan el
sistema contra el que nos oponemos los anarcosindicalistas.