Por si no
tuvieran suficiente los parados con la escasez de puestos de trabajo
unida a la casi tradicional costumbre del contrato basura, la filial
internética del periódico Segundamano ha lanzado, desde hace un
tiempo, una campaña de estímulo laboral de lo más lucrativa:
1. Cualquier desempleado podrá poner
un anuncio gratuito en su página Web para ofrecer sus servicios,
faltaría más;
2. Toda empresa que ofrezca puestos de
trabajo tendrá que pagar su correspondiente precio para anunciarse en
dicho periódico; hasta ahora todo bien, pero...
3. Cualquier interesado, desempleado o
contratista, que quiera entrar en comunicación el uno con el otro
tendrá que pasar previamente por el único teléfono de contacto
posible entre ambas partes, el cual empieza, cómo no, por las casuales
cifras ‘906’, teléfono casualmente contratado por el Segundamano,
desde donde informa gustoso todo el tiempo que haga falta. Con lo que
dicho periódico no pierde nunca ni un ápice de sentido común
de los negocios, aunque para ello tenga que hacerlo a costa de la
desesperación ajena.
Hermoso ejemplo éste de proxenetismo
laboral de primerísima mano que era menester elogiar en un periódico
de tan humilde nombre.